Urbe deseada

Explorando los futuros urbanos deseados

Explorando los futuros urbanos deseados: el potencial transformador de un enfoque basado en la naturaleza

Resúmenes

  • •  Propone cuatro conceptos sobre el «por qué y cómo» de los futuros deseados basados en la naturaleza.
  • •  Explora el potencial de estos futuros en la transformación de los imaginarios urbanos.
  • •  Aplica el enfoque en talleres: 6 ciudades del Norte y del Sur global, 111 participantes.
  • •  Identifica nueve historias esperanzadoras, solidarias y emancipadoras de la naturaleza humana y la agencia.
  • •  La transformación urbana depende de un profundo apalancamiento, intención y diseño, que permitan enfoques.

Abstracto

En medio de múltiples crisis y llamados a un cambio transformador, la demanda de reevaluar las relaciones entre el ser humano y la naturaleza ha aumentado. Repensar el futuro de las ciudades es vital en este proceso, pero faltan visiones urbanas positivas que prioricen la naturaleza más allá de las perspectivas centradas en el ser humano. Para abordar esta brecha, proponemos un enfoque de «futuros deseados basados en la naturaleza» para prever y construir una discusión colectiva en torno al cambio transformador. Exploramos cuatro conceptos que sustentan (i) por qué son necesarios estos futuros urbanos alternativos (la desconexión entre el ser humano y la naturaleza y los imaginarios urbanos cambiantes) y (ii) cómo podrían abordarse (el cambio transformador y el apalancamiento, y la «educación del deseo»). Esto proporciona la base para un enfoque participativo que adapta el método de los Tres Horizontes para explorar los futuros urbanos deseados para la naturaleza en 2050. Seis talleres en los que participaron 111 personas vinculados a ‘Conexus’, un proyecto sobre soluciones basadas en la naturaleza en ciudades europeas y latinoamericanas, exploraron los futuros deseados emergentes, la evolución de las ideas sobre la naturaleza, las relaciones entre el ser humano y la naturaleza y la agencia. El enfoque ofrece un espacio para la reflexión, la exploración creativa y el tejido de historias nuevas, esperanzadoras, solidarias y emancipadoras. Su eficacia depende del poder de refuerzo mutuo de un profundo apalancamiento y de enfoques estructurales, sistémicos y facilitadores, para dar propósito y dirección a la exploración de los futuros deseados.

Palabras clave

Futuros basados en la naturaleza / Futuros deseados / Relación entre el ser humano y la naturaleza / Puntos de apalancamiento
Enfoques transformadores

1. Introducción

Vivimos en una policrisis globalmente subestimada: «una macrocrisis única de fallas interconectadas y descontroladas de los sistemas naturales y sociales vitales de la Tierra que degrada irreversiblemente las perspectivas de la humanidad» (Homer-Dixon, Renn, Rockstrom, Donges y Janzwood, 2022: 2). En estos tiempos de incertidumbre compleja y riesgo existencial (PNUD, 2021), los académicos y profesionales están buscando nuevos enfoques que se basen en las tradiciones de cambio, transiciones y transformaciones de sistemas (Scoones, Stirling y Abrol, 2020) y estudios de futuros (Inayatullah, 2008), incluida la necesidad de imaginar futuros deseados más allá de las crisis actuales (Levitas, 2017). Cada uno de ellos implica desafiar el statu quo, imaginar posibilidades alternativas e identificar caminos hacia futuros más deseables y sostenibles.

En este artículo, combinamos estos campos para comprender lo que podría ser necesario para reimaginar las ciudades desde la perspectiva de la naturaleza y una gama más amplia de relaciones entre humanos y naturaleza (relaciones HN) (Díaz, Demissew y Carabias, 2015). Nuestro trabajo tiene como objetivo: (1) concebir y diseñar un enfoque para explorar los «futuros deseados basados en la naturaleza» como una contribución hacia el desarrollo de visiones positivas del futuro urbano (McPhearson, Iwaniec y Bai, 2016) que pongan en primer plano la naturaleza y la necesidad de (re)pensar las relaciones HN (Elmqvist et al., 2013Mansur et al., 2022), incluso desde la perspectiva de la agencia más que humana (Abram, 2012); y (2) examinar el potencial transformador de dicho enfoque. Esta indagación se enmarcó en el proyecto europeo Horizonte 2020 ‘Conexus: co-produciendo soluciones basadas en la restauración de la naturaleza y los ecosistemas: nexo transdisciplinario para la sostenibilidad urbana’, que nos permitió diseñar e implementar talleres participativos en dos ciudades europeas y cuatro latinoamericanas en torno a un enfoque que adaptaba el método de los Tres Horizontes (Sharpe, Hodgson, Leicester, Lyon y Fazey, 2016). Los talleres fueron diseñados para invitar a los miembros de Conexus y sus comunidades de interés en seis ciudades a explorar la idea de futuros basados en la naturaleza más allá de las lógicas instrumentales de la búsqueda de soluciones basadas en la naturaleza (Mercado, Wild y Hernández-García, 2023).

La siguiente sección presenta los conceptos y temas analíticos que guían nuestra investigación sobre los futuros deseados basados en la naturaleza, seguidos de un resumen de nuestro enfoque y método. A continuación, nuestros hallazgos se analizan en torno a tres preguntas: (1) ¿Qué narrativas, imaginarios y tipos de cambio centrales (puntos de apalancamiento, enfoques transformadores) se revelan en los futuros basados en la naturaleza que deseaban nuestros participantes? (2) ¿Qué relaciones de HN y qué agencias se están previendo? Y (3) ¿Qué tan adecuados son los futuros de la naturaleza imaginables actualmente en comparación con la escala de los desafíos que enfrentan las ciudades? Concluimos reflexionando sobre las fortalezas y limitaciones de nuestro enfoque y hallazgos.

2. Conceptos que sustentan los futuros deseados basados en la naturaleza

Ahora se requieren transformaciones urbanas de gran alcance para avanzar en la agenda de ciudades más justas y ecológicamente sostenibles (Griffith et al., 2018Romero-Lankao et al., 2018). Esto requiere nuevas formas de imaginar el mundo en el que vivimos, para crear cambios intencionales con el potencial de transformar los futuros urbanos: incluyendo imaginarios que vayan más allá de los sistemas dominantes y las formas de relacionarse con/con la naturaleza en las ciudades. En medio del creciente interés académico interdisciplinario, en este artículo utilizamos cuatro conceptos para explorar estos cambios. Los dos primeros abordan el «por qué»: (1) enmarcar el problema, revisar las ideas y políticas en torno a la desconexión entre el ser humano y la naturaleza (HN-Disconnect) como una preocupación central para la sostenibilidad urbana dentro y fuera de la policrisis; (2) considerar las implicaciones de esta agenda emergente basada en la naturaleza para la transformación de los imaginarios urbanos. Los dos segundos se relacionan con el «cómo»: (3) discutir las nociones de cambio transformador y apalancamiento, y (4) conectar el cambio con el utopismo y la «educación del deseo» para imaginarios urbanos alternativos y visiones de cambio radical. Estos elementos centrales sustentan nuestro marco analítico interdisciplinario (Fig. 1, siguiente sección).

Figura 1
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Figura 1. Visión general del enfoque basado en la naturaleza y de los temas y marcos analíticos

Fuente: Elaboración propia.

2.1. La causa raíz: naturaleza e ideas de desconexión

El primer elemento de nuestro marco se centra en HN-Disconnect. A medida que los investigadores revelan la magnitud del daño al planeta y a sus sistemas de sustentación de la vida, escuchamos invitaciones cada vez más urgentes para hacer la transición y transformar los sistemas que impulsan la crisis (PNUD, 2021). Estas invitaciones se hacen eco de las de los años 70 (Meadows, Meadows, Randers y Behrens, 1972), 80 (WCED, 1987) y 90 (Malaska, 1994) que condujeron a que el desarrollo sostenible se convirtiera en un paradigma de política global (CNUMAD, 1992). Entonces, ¿qué ha cambiado? Una perspectiva, sostenida durante mucho tiempo por discursos occidentales no occidentales (Kothari et al., 2014Shiva, 1988), feministas (Merchant, 1980Plumwood, 1991Salleh, 1984) y no alineados (Latour, 2013Wahl, 2016Weber, 2013) en torno a las crisis que se están desarrollando, está pasando a primer plano: necesitamos (re)pensar la naturaleza y las relaciones humano-naturaleza (HN-Relaciones) desde diversas perspectivas onto-epistemológicas, normativas y metodológicas. Las diferentes tradiciones son cada vez más relevantes a la hora de enmarcar el problema, criticando las expresiones predominantes de las relaciones HN o de la conexión entre el ser humano y la naturaleza por su reproducción de una falsa dicotomía, apuntando a formas de conocer y de pensar más allá de las nociones occidentales de excepcionalismo humano, hacia una vitalidad múltiple y enredada (Haraway, 2016Weber, 2013), así como basarse en la tradición de la ecología política, que va más allá de las ideas de coexistencia para explorar cómo lo social y lo natural son coconstituidos como «socionaturalezas» (Bear, 2017) por el metabolismo del capitalismo (Moore, 2015). Como argumenta Tsing (2016), vivimos en un mundo compuesto por una sociabilidad más que humana que existe con y sin culturas humanas.

Una crítica diversa de las formas en que la cultura, el género, el poder y los sistemas socio-técnico-económicos contribuyen a la desconexión de la HN (Soga y Gaston, 2023), se refleja cada vez más en los análisis y recomendaciones de los organismos internacionales (EEA, 2023IPBES, 2019PNUD, 2021) invitando a los responsables de la toma de decisiones a redefinir las relaciones de alta nivel como un paso necesario hacia la transformación de dichos sistemas. El informe del PNUMA «Hacer las paces con la naturaleza» (2021) es una medida de la generalización de este llamamiento, que pone de relieve la necesidad de cambiar, hacer la transición y transformar la cultura y los sistemas hacia futuros más sostenibles (véase también: Goudeseune, Solerød y Aleksandrova, 2020). A pesar de que la expresión «relaciones HN» sigue siendo problemática desde las perspectivas mencionadas anteriormente, hay intentos de reconocer diversas comprensiones de lo que constituye la naturaleza y sus valores. En particular, la Plataforma Intergubernamental para la Biodiversidad y los Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés) (Díaz et al., 2015 3), ha estado tratando de sintetizar diferentes «sistemas de conocimiento (ciencia occidental, conocimiento indígena, local y de profesionales)» al definir sus tres perspectivas sobre la comprensión intrínseca, instrumental y relacional de las relaciones entre las personas y la naturaleza (ver detalles en «Perspectivas cambiantes sobre la naturaleza»).

En este artículo adoptamos la «desconexión de la HN» como una expresión que reconoce que los sistemas dominantes (incluidos los urbanos, que se analizan más adelante) caracterizados por concepciones empobrecidas y dualistas de las relaciones de la HN son un impulsor de la policrisis.

2.2. La naturaleza cambiante de los imaginarios urbanos

Nuestro segundo concepto se centra en la urbanización y su futuro, que se han convertido en un objetivo clave para la transformación (Mendieta, 2019). Mansur et al. (2022) señalan que «las ciudades consumen el 75% de los recursos del mundo y representan más del 70% del CO global2 mientras que «se espera que 2.500 millones de personas más vivan en ciudades para 2050», y que la urbanización «alcance los 1,7 millones de km2 para 2050». Sin embargo, las tensiones entre lo que es una ciudad y cómo se relaciona con la naturaleza son mucho más profundas. El movimiento arquitectónico modernista de mediados del siglo XX promovió con éxito la idea de la ciudad como una máquina racionalmente planificada, estandarizada y funcional (Mumford, 1965, citado en: Bina, Inch, & Pereira, 2020: 6), con un impacto duradero en los imaginarios y planes urbanos de todo el mundo.1 Si bien los imaginarios que compiten entre sí han desafiado a la ciudad como máquina eficiente en favor de concepciones más orgánicas, desde la «ciudad jardín» hasta los discursos contemporáneos de ecologización urbana (para una visión general, véase: Mansur et al., 2022), el dominio del tecno-utopismo en los imaginarios urbanos del futuro, donde la naturaleza y las funciones ecológicas a menudo se domestican y subordinan a la organización funcional y eficiente del entorno urbano2 sigue siendo fuerte (en particular a través de las ciudades inteligentes (Bina et al., 2020)).

Hoy en día, la pérdida de áreas naturales como resultado de la expansión urbana está socavando aún más los ecosistemas de cuya salud depende toda la vida (IPBES, 2019). Así, las ciudades se han convertido en un escenario clave donde se decidirá la relación entre los seres humanos y las naturalezas más que humanas (Abram, 2012), tanto por su demanda de servicios ecosistémicos como por sus impactos ambientales (Elmqvist, Fragkias y Goodness 2013). Las políticas ubicuas de SbN se han promovido como una respuesta (en gran medida inadecuada) a esto (Mercado et al., 2023). En términos más generales, sugerimos que la policrisis puede estar empujándonos hacia un momento de oportunidad potencialmente prometedor, en el que se están desafiando las distinciones entre lo urbano y lo rural, y entre «lo artificial» y «lo natural» (Øverland, 2023) en nuestra comprensión del pasado, el presente y el futuro de las ciudades. Los llamamientos a repensar la naturaleza y las relaciones con los HN podrían liberar a los imaginarios urbanos de las limitaciones del tecno-utopismo que a menudo ha contribuido a la desconexión de los HN. De hecho, hace una década, Elmqvist et al. (2013) advirtieron que la urbanización exigía «una reconciliación entre el desarrollo humano y la biodiversidad. Las poblaciones y los conjuntos de especies que evolucionan en condiciones urbanas bien pueden representar lo que se aplica a gran parte de la biodiversidad terrestre de la Tierra en el futuro» (2013: 722). Desde que se planteó esta alerta, está surgiendo un consenso de que la salud del planeta depende en gran medida de un cambio transformador hacia una coexistencia sostenible entre las ciudades de rápido crecimiento y el mundo natural (Griffith et al., 2018Iungman et al., 2023Mansur et al., 2022).

Por lo tanto, esta investigación responde a la necesidad de nuevos imaginarios urbanos capaces de poner en primer plano la naturaleza y avanzar en perspectivas plurales sobre las relaciones urbanas de HN (Elmqvist et al., 2013Mansur et al., 2022) con el fin de ampliar el espectro de futuros urbanos posibles (y deseables). Por lo tanto, exploramos el potencial de imaginar futuros urbanos basados en la naturaleza para reducir la desconexión y abordar las muchas amenazas de la policrisis mediante la reformulación de las relaciones de alta calidad, a través y más allá de la estrechez de las agendas prevalecientes de las SbN.

2.3. Cambio transformador, apalancamiento y agencia

Después de haber argumentado por qué podríamos necesitar futuros urbanos basados en la naturaleza, pasemos a cómo. Nuestro tercer elemento explora el «cambio». En línea con la tradición de los puntos de apalancamiento del pensamiento sistémico (Meadows, 1999West et al., 2020), el cambio transformador significa nuevos paradigmas, nuevas formas de pensar, actuar y relacionarse entre nosotros y con los mundos que compartimos, humanos y más que humanos juntos (Abson, Fischer y Leventon, 2017). Esto ha promovido la ciencia y la política de transición y transformación, que desde una perspectiva de sostenibilidad se refiere a grandes cambios sistémicos, a menudo a largo plazo, de los sistemas sociales, técnicos y ecológicos (Meadows, 1999Scoones et al., 2020). El campo se ha expandido rápidamente desde la década de 2000, proporcionando una plataforma común para tender puentes entre diversas disciplinas y prácticas científico-políticas (Loorbach, Frantzeskaki y Avelino, 2017). Los estudiosos de la teoría de la transición (Geels, 2002), el cambio de sistemas (Abson et al., 2017Meadows, 1999) y los futuros (Raskin et al., 2002) se comprometen con lo que impulsa y aprovecha el «cambio», y cuya agencia puede ser eficaz para desencadenarlo (Fazey, Schäpke y Caniglia, 2020).

Nuestra investigación combina aportes de la teoría de sistemas, las transiciones y los estudios de futuros con una comprensión crítica de la agencia y las relaciones de alta calidad, para definir el cambio transformador y su potencial. Nos basamos particularmente en el trabajo de Donella Meadows para explorar el «apalancamiento» para el cambio transformador, combinado con las ideas de Abson y sus colegas (2017) sobre la reconexión de los seres humanos y la naturaleza como un «reino de apalancamiento» clave y los tres enfoques complementarios para comprender y avanzar en las transformaciones propuestos por Scoones et al. (2020), que se centran en lo humano al tiempo que ofrecen un valioso puente hacia una comprensión más amplia de la agencia.

Meadows (1999) propuso una jerarquía de 12 puntos de intervención para apalancar el cambio de «profundo» (altamente efectivo) a «superficial y de nivel medio» (más limitado) (Tabla I-Material Suplementario), argumentando «que la capacidad transformacional de una intervención dada dependería de las características de las propiedades del sistema sobre las que actúa una intervención dada, con algunas intervenciones que probablemente causen un cambio transformacional, mientras que otros solo inducirán cambios menores en los resultados» (Abson et al., 2017: 31). Consideró que las ciudades son un ejemplo de sistemas complejos para la aplicación del apalancamiento, ya que se componen de una amplia gama de sistemas socioculturales (por ejemplo, formas de vida, arreglos sociales, redes comunitarias, sistemas educativos y de conocimiento), tecnoeconómicos (por ejemplo, transporte, infraestructura, vivienda, económicos), ecológicos (por ejemplo, ambientales, infraestructura pública verde y azul) y gobernanza (por ejemplo, administración pública, planificación).

El apalancamiento profundo cuestiona los objetivos, los valores, los paradigmas y las visiones del mundo, así como las dimensiones relacionales y cognitivas que sustentan la acción humana y los sistemas humanos. Al explorar formas de conocer la naturaleza urbana y cómo podría transformarse, nuestra investigación se centra en los tres puntos de apalancamiento «profundos», relacionados con: Apalancamiento.3) Los objetivos del sistema, Apalancamiento.2) La mentalidad o paradigma del que surge el sistema -sus objetivos, estructura/reglas, retrasos, parámetros- y Apalancamiento 1) El poder de trascender paradigmas (Meadows, 1999), que se consideran dimensiones importantes del cambio transformador (Abson et al., 2017). Complementamos el enfoque en el apalancamiento profundo con la comprensión de Scoones y colegas (2020) de las transformaciones que operan a través de tres enfoques interconectados, que destacan la interdependencia entre lo que Meadows ha definido como apalancamiento profundo, de nivel medio y superficial para el cambio:

– «enfoques estructurales», que se refieren a los cambios fundamentales en la forma en que las sociedades gobiernan, organizan y practican la producción y el consumo;

– «enfoques sistémicos», que se refiere al cambio intencionado dirigido a las interdependencias de instituciones, tecnologías y constelaciones de actores específicos para dirigir los sistemas complejos hacia objetivos normativos; y;

– «Enfoques facilitadores» centrados en fomentar la agencia humana, los valores y las capacidades necesarios para gestionar la incertidumbre, actuar colectivamente, identificar y promulgar caminos hacia el futuro deseado. (Scoones et al., 2020: 66).

Abson y sus colegas conectan aún más los hilos de estas agendas centrándose en las relaciones HN y la conexión con la naturaleza para abrir un camino hacia la transformación basado en las formas en que nos (des)conectamos con la naturaleza y cómo eso da forma a puntos de apalancamiento profundos, que a su vez actúan sobre el mundo y sus sistemas indivisibles, a través de acciones colectivas e individuales. Tomados en conjunto, estos tres enfoques apuntan al valor de reflexionar colectivamente sobre los posibles caminos hacia futuros alternativos, y la importancia de buscar puntos de apalancamiento profundos en sistemas complejos.

Además de esto, buscamos ampliar el alcance de la agencia individual y colectiva vinculada a estos tres enfoques para incluir la agencia más que humana: una expresión introducida por Abram (2012) para referirse a otros seres biológicos, incluidos animales, plantas, hongos, así como sistemas o entidades naturales no animadas, como montañas, ríos y todos los ecosistemas. En el contexto del llamado a una renegociación de las relaciones de HN en las ciudades y cuando se combina con la comprensión crítica de las socionaturalezas (Bear, 2017), el reconocimiento de la presencia más que humana está íntimamente conectado con la necesidad de revisar las raíces mismas del concepto de agencia (Latour, 2013). Por lo tanto, buscamos trabajar con una comprensión ampliada (plural) de la agencia en relación con el «apalancamiento» y los «enfoques transformadores», en línea con los académicos (Pearson, 2021: 186, 194) que sugieren que «invitar a partes interesadas más que humanas» puede ser una práctica transformadora que puede ayudar a cambiar «del antropocentrismo a incluir de manera atenta, imaginativa y ética perspectivas más que humanas en los procesos de co-creación de conocimiento». como facilitador de ideas capaces de movilizar una serie de palancas de cambio, entre ellas: la empatía, la ética, la inspiración para la innovación (biomímesis) y la atención a los derechos de la naturaleza. Esto se alinea con el discurso cada vez más dominante discutido anteriormente, y con el trabajo de Abson et al. (2017), quienes identifican la reconexión entre los seres humanos y la naturaleza como un ámbito clave de apalancamiento potencial y de transformación.

2.4. Futuros urbanos deseados y utilizados

El cuarto elemento de nuestra indagación es sobre el «deseo» como clave para abrir narrativas e imaginarios a futuros alternativos positivos en y contra el pesimismo prevaleciente sobre el futuro.3 En su exploración de la creación de mundos, Vervoort y sus colegas (2015: 69) subrayan que los imaginarios y escenarios «normativos» o «transformadores» «pueden ayudar a mitigar la suposición desempoderadora de que los actores sociales tendrán que adaptarse a un conjunto de futuros «plausibles» consensuados» (véase también: Aguiar, Collste, & Harmáčková, 2020).4 A pesar del reconocimiento generalizado del potencial de las áreas urbanas para responder a la policrisis, Inayatullah (2011) concluye que «las ciudades están creando futuros sin desafiar las profundas desigualdades» y que, si bien reconoce notables excepciones, «el sistema [urbano] en su conjunto sigue siendo demostrablemente patológico». Esto está relacionado en parte con los imaginarios persistentes de las ciudades como máquinas (disfuncionales) (Bina et al., 2020). Los estudiosos señalan la ausencia de visiones positivas de futuro necesarias en muchas ciudades (McPhearson et al., 2016; de manera más general, véase: Bai, van der Leeuw y O’Brien, 2016).5 particularmente de imaginarios que ponen en primer plano la naturaleza y las perspectivas plurales sobre las relaciones HN (Elmqvist et al., 2013Mansur et al., 2022).

Las ideas de cambio transformador y los futuros deseados están interconectados a través de una relación recíproca que impulsa y guía el cambio. Ambos implican desafiar el statu quo, imaginar posibilidades alternativas y encontrar caminos hacia futuros más deseables y sostenibles: (1) el pensamiento del futuro deseado proporciona un marco para imaginar, articular, explorar y perseguir estratégicamente un cambio transformador, proporcionando orientación e inspiración; (2) los esfuerzos de cambio transformador informan y dan forma a la construcción de futuros deseados, al tiempo que (3) identifican los medios y fines para trabajar hacia la realización de las visiones. En relación con los imaginarios urbanos, estas ideas pueden asociarse a tradiciones centradas en la capacidad del pensamiento utópico para «educar el deseo» a través de la exploración de mundos alternativos (Cugurullo, 2018).

Siguiendo a Ruth Levitas (2017), «donde no hay visión, el pueblo perece». Por lo tanto, la larga asociación entre ciudades, utopía y deseo tiene un papel potencialmente significativo y poco apreciado que desempeñar en la habilitación de nuevos imaginarios urbanos capaces de responder a la policrisis. De acuerdo con la definición de Miguel Abensour de la función utópica como la «educación del deseo», el proceso de imaginar «también permite a las personas aprender a querer de manera diferente, pensando y sintiendo… hacia un mundo alternativo» (Levitas, 2017: 19). Meadows también sintió la urgencia y el poder de los futuros deseados y del uso de la visión para desarrollarlos. Poco después de la cumbre decisiva de las Naciones Unidas en Río de Janeiro (CNUMAD, 1992) se preguntó: «Incluso si la información, los modelos y la aplicación pueden ser perfectos en todos los sentidos, ¿hasta dónde pueden guiarnos, si sabemos en qué dirección queremos alejarnos pero no hacia qué dirección queremos ir? (Meadows, 1994: n.a.). Si no se amplía el ámbito de las posibilidades a lo que se desea, nos limitaremos, en el mejor de los casos, a la posibilidad de visiones plausibles (Vervoort, Bendor, Kelliher, Strik y Helfgott, 2015), adaptativas o a la amplia gama de «futuros usados» (Inayatullah, 2008) o «visiones comunes» (McPhearson et al., 2016: 35), como las ciudades «inteligentes», «verdes» o «esponja», todas las cuales sufren las limitaciones de las visiones estrechas del mundo (por ejemplo, con respecto a las ciudades inteligentes, véase: Bina et al., 2020; y para las narrativas persistentes: Galafassi, Daw y Thyresson, 2018).

Reuniendo estos cuatro elementos centrales de nuestro marco, la siguiente sección describe nuestro enfoque para explorar «futuros deseados basados en la naturaleza hasta 2050», diseñado para fomentar la imaginación y el deseo de naturalezas urbanas alternativas, y para considerar cómo la reflexión colectiva estructurada sobre la relación H-N podría fomentar la conciencia de las posibilidades transformadoras y los puntos de apalancamiento a través de los cuales se pueden realizar.

3. Futuros basados en la naturaleza: enfoque y método

3.1. Diseño de un proceso participativo para la «Comunidad SbN+»

Nuestro enfoque de futuros basados en la naturaleza fue diseñado para seis de las ciudades de América Latina (Bogotá, Buenos Aires, Santiago, Sao Paulo) y Europa (Lisboa y Turín) que participan en el proyecto Conexus, financiado por la UE. Estos talleres participativos pretendían ser una oportunidad «para explorar conjuntamente futuros basados en la naturaleza que apoyen el bienestar de toda la vida», involucrando «una variedad de perspectivas y pluralidad de voces en la exploración de futuros deseados para la naturaleza (y la vida), en y de, la ciudad/región X», y para promover «el aprendizaje y las semillas de un cambio transformador a través de una comprensión más rica y conectada de la naturaleza y el potencial de la vida en y para la ciudad/región X» (Bina, Inch, Baptista, Pereira y Falanga, 2023 3). A través del ejercicio de la imaginación colectiva, nuestro objetivo era identificar elementos de alternativas en el presente y caminos hacia futuros deseados. Nuestra iniciativa se centró en una amplia comunidad de académicos, profesionales y actores comprometidos de la sociedad civil involucrados en el trabajo de las SbN o adyacentes a él en las seis ciudades (en adelante, «la Comunidad SbN+»).6 En total, se contó con un total de 111 participantes (véase el material complementario D y E). Dado el enfoque especializado de nuestros participantes, consideramos que los datos y los resultados reflejan las ideas de las Comunidades NBS+ en lugar de representar a las seis ciudades. La razón principal para centrarse en esta comunidad fue fomentar una reflexión más amplia sobre los futuros de la naturaleza urbana en los que están involucrados, yendo más allá de las restricciones, a veces estrechas y centradas en el instrumento, de las «soluciones» basadas en la naturaleza (Mercado et al., 2023). Por lo tanto, los hallazgos discutidos aquí reflejan el futuro deseado de la gama de expertos y partes interesadas involucrados, directa o indirectamente, en el diseño e implementación de las SbN en las seis ciudades.

3.2. Tres horizontes y enfoque en tres etapas

Nuestro enfoque de tres pasos (Fig. 1) se inspiró en el método de los Tres Horizontes (Sharpe et al., 2016), caracterizado por la relación dinámica entre la comprensión de los mundos presentes y la creación de representaciones de estados futuros deseados. Es especialmente adecuado para contextos de alta incertidumbre y complejidad, donde el conocimiento existente no es suficiente para hacer realidad los futuros deseados, y encaja con el creciente interés en escenarios normativos y positivos y la visión para promover una transformación social deliberada (Harmáčková et al., 2022Schaal et al., 2023).7 También analizamos la experiencia de IPBES (2016) en el desarrollo de visiones positivas de la naturaleza con actores y expertos centrados en las contribuciones de la naturaleza a las personas (Díaz et al., 2015IPBES, 2017), que experimentaron con los Tres Horizontes para producir escenarios detallados capaces de revertir el declive de la biodiversidad.

En general, nuestro enfoque de los «futuros deseados basados en la naturaleza» implicó cuatro pasos (Fig. 1):

  • •  Paso 0) Preparación: una encuesta previa al taller proporcionó una descripción de las «tendencias» actuales que están configurando el futuro, los «impulsores» del cambio y las «semillas» que apuntan a las posibilidades emergentes y al potencial futuro del momento presente (Véanse la encuesta y los resultados del Paso 0 en el Material Suplementario B y F). También se invitó a los participantes a escribir una postal a su yo presente de 2050 para fomentar una mayor inmersión de la imaginación en los futuros deseados y para fomentar la reflexión sobre las experiencias vividas, la incorporación de la complejidad y la captura de deseos y cambios menos tangibles y medibles (véase el material complementario C). El material de las encuestas se utilizó para ayudar a los facilitadores a iniciar las discusiones cuando fue necesario.
  • •  Paso 1) futuros presentes: «Hacer una lluvia de ideas y categorizar problemas y cuestiones relacionadas con temas generales en el presente»;
  • •  Paso 2) futuros deseados: «Explorar conjuntamente futuros basados en la naturaleza que apoyen el bienestar de toda la vida» Paso 3) caminos hacia futuros deseados: análisis de los resultados del Horizonte 2, lo que implica la proyección retrospectiva y la exploración de «estrategias, vías y acciones» transformadoras que se construyan desde el presente (Bina et al., 2023 7-9).

La Fig. 2 ofrece una cronología detallada de cada paso en la práctica. Debido a las circunstancias locales, los recursos y las limitaciones del Covid-19, algunos talleres se realizaron en línea (Buenos Aires), uno mixto (Santiago de Chile) y otros presenciales (Bogotá, Lisboa, Turín, São Paulo). Por lo tanto, las adaptaciones también fueron dictadas por la necesidad de elegir pasos y herramientas que pudieran adaptarse a los modos de trabajo en línea y presenciales, así como a las diferencias de recursos y tiempo asignados a los talleres en las seis ciudades. Las discusiones de las etapas 1 a 3 se llevaron a cabo en grupos pequeños, con una mayor lluvia de ideas e intercambio de ideas entre los grupos en sesiones plenarias entre cada paso.

Figura 2
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Figura 2. Cronología de la aplicación del Enfoque Basado en la Naturaleza en seis ciudades

Fuente: Elaboración propia.

También invitamos a los grupos a utilizar los talleres para explorar las posibilidades de combinar perspectivas más que humanas, invitando a los participantes a imaginar los mundos alternativos de los aspectos «clave» del medio ambiente local en futuros urbanos transformados. Para una reflexión preliminar sobre las relaciones HN, la encuesta se basó en la herramienta heurística de IPBES (2019) que ayuda a visualizar, describir y adoptar preferencias plurales para el futuro de la naturaleza de acuerdo con tres conjuntos de valores y comprensiones culturales: Naturaleza para la naturaleza, Naturaleza para la sociedad y Naturaleza como cultura (Harmáčková et al., 2022Pereira et al., 2020b).

El análisis de los datos, basado en el análisis temático y la posterior codificación, exploró los materiales del taller desde la perspectiva de nuestras tres preguntas orientadoras y el marco analítico. En primer lugar, llevamos a cabo un análisis temático en profundidad con el objetivo de identificar los temas centrales, las ideas y los desafíos de nuestra comunidad de SbN+. Convertimos los datos en una hoja de Excel: a modo de ilustración, para el Paso 2, este proceso dio lugar a la extracción de un total de 62 entradas del material (postales, sesión del taller Horizonte 3 e informes finales elaborados como seguimiento), que suman 3780 palabras, representando las seis ciudades. Se revisaron las entradas para identificar temas comunes y producir breves descripciones de cada uno de ellos (véase el texto en cursiva en los rectángulos blancos de la Fig. 3). En segundo lugar, las entradas se codificaron utilizando palabras clave que reflejaban los marcos analíticos resumidos en la Fig. 1. El proceso de codificación fue realizado por dos autores, luego verificado por una tercera persona y revisado por un cuarto autor para mantener la coherencia.

Figura 3
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Figura 3. Temas comunes (cuadros blancos) y tipos de apalancamiento (pestañas sombreadas) de todas las ciudades

Fuente: elaboración propia en base a material de todos los Pasos detallados en la Fig. 1.

4. Resultados y discusión

A continuación presentamos un resumen de los resultados en relación con nuestros marcos analíticos. Abordamos cómo los participantes de nuestro taller entendieron los cambios clave y las narrativas asociadas con los futuros deseados, las ideas cambiantes de la naturaleza, las relaciones y la agencia de HN, y el potencial transformador de un enfoque basado en la naturaleza para los futuros urbanos.

4.1. El viaje hacia «un futuro deseado basado en la naturaleza»

Las entradas extraídas del material para cada paso dieron una rica cuenta de lo que está cambiando en el presente (semillas8) y lo que debe cambiar a partir de ahora, definiendo los caminos hacia el futuro deseado. También proporcionaron relatos de lo que «cambió» mirando hacia atrás desde la perspectiva de los futuros deseados articulados para 2050. La Fig. 3 captura los temas principales y los tipos de apalancamiento para cada paso del viaje, haciéndose eco de la secuencia y la lógica del método de los Tres Horizontes.

4.1.1. Narrativas de cambio: imaginarios de apalancamiento y transformaciones deseadas

En general, al prever «futuros deseados basados en la naturaleza» para contextos urbanos, la Comunidad SbN+ destacó una gama coherente de temas y puntos de influencia (Fig. 3). Nuestro análisis de las ideas y la rica narración de los 111 participantes, identificó nueve narrativas centrales:

  • • Historias de humanos y naturaleza en la ciudad
  • • Historias de cambio cultural y modelos económicos alternativos
  • • Historias de cambio cultural, equidad y alimentación
  • • Historias de cambio de conciencia, comunidad y agencia
  • • Historias de educación y cambio de conciencia
  • • Historias de gobernanza pública, colaboración y comunidad
  • • Historias de espacios públicos verdes, equidad y cambios en los estilos de vida
  • • Historias de política y planificación
  • • Historias de crecidas de ríos.

En el Material Suplementario G se puede encontrar una descripción de cada uno de ellos, mientras que en la columna central de la Fig. 3 se detallan los puntos de apalancamiento comunes que los sustentan. Combinados, sugirieron una rica gama de formas en las que «la ciudad [c]ould [c]ould se convertiría en un modelo de vida urbana socioecológica sostenible, inspirando a otras ciudades de todo el mundo a seguir su ejemplo» (Material Suplementario G).

Notamos que las semillas identificadas en el Paso 1 (futuros presentes) a menudo marcan la pauta para lo que vendrá. A modo de ilustración, la etiqueta «educación, conciencia y cambio cultural» (Fig. 3, pestañas verdes) muestra cómo los puntos de apalancamiento profundos identificados como «eventos que promueven la conciencia ecológica» en el presente (semillas), con frecuencia evolucionaron para convertirse en un nivel adquirido de conciencia que contribuyó, a menudo gracias a la educación, a un cambio cultural más profundo en el futuro deseado de los participantes. El camino hacia ese futuro deseado se centra con frecuencia en el cambio de comportamiento, la educación inclusiva y la mejora de la formación de los responsables políticos y los ciudadanos.

Una vez identificadas estas narrativas centrales a lo largo de los tres pasos, nos preguntamos qué tipos de cambio (puntos de apalancamiento, enfoques transformadores) se imaginaron dentro de estos futuros deseados basados en la naturaleza. Para responder, nos centramos primero en el material del Paso 2, «futuros deseados». Basándonos en nuestra codificación, identificamos 15/62 entradas centradas en el apalancamiento profundo; 19/62 entradas que combinan apalancamiento profundo y de nivel medio, y 28/62 entradas que combinan apalancamiento de nivel medio a apalancamiento superficial. Cuatro temas comunes en la Fig. 3 se alinean con ideas de apalancamiento profundo que a menudo se centran en el deseo de replantear radicalmente los valores, las creencias y las visiones del mundo vinculadas a las prioridades de la sociedad (lo que más importa en la vida), desde las nociones de poder, equidad y justicia hasta la calidad de las relaciones y el sentido de identidad y lugar: «Cambiar las relaciones entre el ser humano y la naturaleza» y «Educación, conciencia y cambio cultural«A menudo se superponían en términos del tipo de futuros deseados que significaban, y ambos también dependían del desarrollo de «modelos económicos alternativos«.

Las ideas discutidas en torno a estos temas implicaban con frecuencia un cuestionamiento radical de los fundamentos de los sistemas socioeconómicos dominantes, en línea con los debates sobre el cambio transformador discutidos en la introducción. Señalan una serie de críticas vinculadas y ampliamente sostenidas a las economías globalizadas, los sistemas patriarcales de poder, la explotación, la desigualdad y la exclusión. Para algunos participantes, esto estaba relacionado con la crítica de la dependencia del crecimiento (capitalista) y los impactos de las culturas de consumo en la naturaleza social. Al igual que la mayoría de los hilos de apalancamiento, esto era visible como una «semilla» en el presente, a menudo discutido como una respuesta necesaria a la creciente «desigualdad» socioeconómica (véase la Figura Suplementaria I). Un cuarto tema relacionado con estos cambios fue «colaboración, comunidad y agencia«, que captura un conjunto de historias comunes sobre el surgimiento de nuevas colectividades sociales y ambientales que se convierten en un mecanismo clave de gobernanza local y toma de decisiones colaborativas, promoviendo y permitiendo el cuidado compartido de los espacios públicos y verdes y el medio ambiente en general. Con frecuencia, estas ideas se basaban en las tradiciones del pensamiento ecologista de «lo pequeño es hermoso», a veces vigorizadas por nuevas fuentes de pensamiento sobre las economías circulares o las economías de rosquillas (Wahl, 2016). Juntos, estos cuatro elementos se alinean con las nociones de enfoques «estructurales» y «facilitadores» de la transformación identificados por Scoones y colegas (2020) y sugirieron un deseo ampliamente compartido de cambio radical, vinculado a narrativas reconocibles sobre alternativas y los puntos de influencia a través de los cuales podrían comenzar a realizarse.

A medida que las visiones pasaron a detallar elementos más prácticos y físicos del futuro deseado, apelaron más a los puntos de apalancamiento de nivel medio y superficial que los estudiosos -incluida la propia Meadows (1999)– han asociado durante mucho tiempo con la mayoría de la formulación de políticas (por ejemplo: Raskin et al., 2002PNUMA, 2012). Esto da lugar a una reducción de la capacidad para transformar los sistemas y a los impulsores fundamentales de las crisis que desencadenan la necesidad de cambio, pero podría decirse que es el nivel en el que la mayoría de la comunidad de SbN+ opera con mayor frecuencia. Tres temas comunes en la Fig. 3 se alinean con los puntos de apalancamiento de nivel medio y superficial (que representan las 47 entradas restantes de 62). En primer lugar, la «gobernanza, la formulación de políticas y la planificación«, que abarcaba una amplia gama de políticas, medidas y reglamentos previstos por los participantes como elementos fundamentales de su futuro deseado. Los «espacios verdes públicos y los cambios en el estilo de vida», los sistemas de movilidad y los «sistemas alimentarios urbanos» fueron los cambios físicos más comunes en la forma urbana que se consideró que eran el resultado de cambios más profundos y los permitían. Por ejemplo, el deseo de mejoras significativas en la calidad y disponibilidad de las áreas verdes públicas, y su amplia accesibilidad, fueron ampliamente imaginados como resultado de los cambios en la gobernanza, impulsados por cambios en los valores y las visiones del mundo: «trabajamos menos horas por día». Sin embargo, los debates también sugirieron que el acceso a los espacios verdes y la exposición a la naturaleza conducirían a un cambio de valores y deseo de estilos de vida diferentes: «vivimos de una manera más tranquila, donde todo tiene más sentido, los niños juegan en la calle» o donde «hay menos ruido, más oxígeno, más olor a tierra y flores». La equidad fue una cualidad subyacente clave para estos servicios transformados (por ejemplo, el transporte público gratuito y la igualdad de acceso a los espacios verdes). Estos valores rectores se vinculaban con imaginarios de «modelos económicos alternativos» que operan a niveles más estructurales y en los que podría decirse que a veces había una disyuntiva entre el deseo de una transformación sistémica a gran escala y los relatos de los participantes sobre (o la fe en) los puntos de apalancamiento a través de los cuales esto podría ser posible.

En general, nuestro análisis sugiere que (1) en términos de apalancamiento, los puntos en común en los «futuros deseados basados en la naturaleza» que articularon nuestros participantes revelaron un compromiso significativo con lo que Meadows posicionó como las categorías de puntos de apalancamiento más efectivas (profundo seguido de nivel medio); y (2) en cuanto a los enfoques de transformación de Scoones et al. (2020), estos tres elementos se centran en enfoques «sistémicos» al tiempo que se vinculan constantemente con elementos de enfoques estructurales y facilitadores. Por lo tanto, la comunidad de las SbN+ se enfrentó repetidamente a la naturaleza enmarañada del apalancamiento y de los enfoques transformadores, identificando la necesidad de cambio y, a menudo, luchando por definir caminos claros.

4.1.2. Proyección retrospectiva de futuros imaginados a posibilidades presentes

El último paso del camino hacia 2050 (Fig. 3, «Lo que hay que cambiar»), adoptó un proceso de retroproyección tradicional adaptado a la estructura simplificada de nuestro enfoque. Inayatullah (2008) destaca que imaginar un futuro deseado nos permite alinear los desafíos que enfrentamos en nuestra vida diaria con nuestra visión/imágenes de un nuevo futuro, creando mejores estrategias y condiciones para el cambio. Nuestra guía proporcionó varias indicaciones para este paso final, invitando a los participantes a ser lo más concretos y específicos posible, especialmente en términos de «quién, qué y cómo», lo que permitió a los participantes pensar en acciones a corto y largo plazo, así como en los tipos de agencias involucradas (véase la siguiente sección). El objetivo era producir una reflexión más detallada sobre las formas de apalancamiento y los procesos de transformación necesarios para lograr el cambio deseado.

Tal vez no sea sorprendente que las ideas mostraran una fuerte continuidad y puntos en común con respecto a los tipos de apalancamiento involucrados. Una vez más, incluyeron un papel transformador para permitir enfoques como la «Educación, la Conciencia y el Cambio Cultural» conectados con las «Relaciones Cambiantes de los HN» (por ejemplo, «un aprendizaje más activo haciendo en y con la naturaleza») y la mejora de la gestión y la planificación de las prácticas de los «Espacios Verdes Públicos» (por ejemplo, «[…] cursos de especialización que favorezcan el intercambio de conocimientos transversales y el desarrollo de diferentes tecnologías verdes»). Tal vez reflejando el enfoque de la comunidad de SbN+, las acciones más destacadas en todas las ciudades se relacionaron con frecuencia con enfoques sistémicos asociados con la «Gobernanza, Política y Planificación«. Al Estado se le asignó un importante rol protagónico a través de políticas públicas que promuevan alternativas, desde las sistémicas (mejor planificación integrada de los espacios verdes) hasta las más estructurales (renta básica universal). También se esperaba que la gobernanza del sector público permitiera la «colaboración, comunidad y agencia», creando espacios inclusivos para la toma de decisiones, y permitiendo a los movimientos sociales y a los ciudadanos el tiempo, el espacio y los recursos para evolucionar como comunidades prósperas y tomar el control de sus propios espacios e iniciativas. Se consideró que el papel activo de la sociedad civil era esencial para promover un cambio de valores, y que los movimientos sociales y las cooperativas influyeran en las decisiones, presionaran para que se produjeran cambios y crearan las condiciones para un cambio cultural más amplio (por ejemplo, «con más apoyo para que las comunidades tomaran el control de sus propios espacios verdes, los jardines, los parques, los bosques y las granjas comunales comenzaron a aparecer por todas partes»).

Por último, hubo una continuidad en la identificación del cambio estructural y de los puntos de apalancamiento profundos dirigidos a los «modelos económicos alternativos». Algunas sugerencias se alinearon con la idea de salirse del sistema dominante por completo. Los participantes se refirieron explícitamente a ideas sobre la economía más allá del PIB, el decrecimiento y las economías centradas en el bienestar basadas en «la conciencia de que la carrera por el progreso ya no es sostenible» o «crear y aceptar formas de vida fuera de las limitaciones típicas del sistema capitalista». Una vez más, sin embargo, la discusión detallada de cómo podría lograrse la transición hacia modelos alternativos resultó más difícil, y hubo una variación considerable en el grado en que los participantes estaban dispuestos o eran capaces de comprometerse con esta escala de transformación estructural y sistémica.

Por lo tanto, al considerar los caminos de regreso desde sus futuros preferidos hacia el presente, nuestros participantes identificaron una gama adicional de posibles puntos de apalancamiento con posibilidades transformadoras que abarcan los enfoques estructurales, sistémicos y facilitadores identificados por Scoones et al. (2020).

4.2. Perspectivas cambiantes sobre la naturaleza, las relaciones y la agencia

Al establecer los conceptos principales de esta investigación, identificamos la naturaleza y las relaciones de HN en las ciudades como un área de preocupación importante, especialmente en el ámbito de la agencia, relevante tanto para los debates teóricos como para los prácticos. A través de nuestra segunda pregunta de investigación, hemos tratado de comprender cómo nuestra comunidad NBS+ conceptualizó y valoró las relaciones de NH, y qué agencias proyectaron en sus futuros deseados.

4.2.1. Hacia perspectivas más relacionales sobre las relaciones HN

En la encuesta previa al taller, se pidió a los participantes que reflexionaran sobre sus «puntos de vista actuales sobre las relaciones entre el ser humano y la naturaleza» (discutidos en la sección «Conceptos») y que clasificaran las tres perspectivas tomadas de Pascual, Balvanera y Díaz (2017) y el marco desarrollado por Pereira et al. (2020b): ‘Naturaleza para la naturaleza’ (valor intrínseco de la naturaleza), ‘Naturaleza para la sociedad» (valor instrumental), y «La naturaleza como cultura» (valor relacional) (ver Encuesta). Se recogieron resultados válidos para cuatro de las seis ciudades, con entre 10 y 22 respuestas por ciudad. De nuestra muestra, el 50% clasificó el modelo basado en «la naturaleza como cultura» en primer lugar, el 37% seleccionó «naturaleza para la naturaleza» y el 13% «naturaleza para la sociedad». Por lo tanto, nuestros participantes expresaron una preferencia por las dimensiones relacionales más ricas y profundas implicadas en la «naturaleza como cultura» o «naturaleza para la naturaleza», a pesar de que la mayoría están directa o directamente vinculadas al campo de las SbN, generalmente asociadas con perspectivas más instrumentales de «Naturaleza para la sociedad».

Durante los talleres, sin embargo, notamos dos cambios interesantes. En primer lugar, cuando las Comunidades de las SbN+ se involucraron en las discusiones en torno a «El Presente», la discusión pareció cambiar hacia una perspectiva de «Naturaleza para la Sociedad» (Fig. 4, izquierda), posiblemente reflejando la atracción de las realidades actuales y las narrativas políticas dominantes. En segundo lugar, a medida que los participantes volvieron a considerar sus futuros deseados basados en la naturaleza en 2050 (Paso 2), volvió a surgir una gama más rica de perspectivas que era más (Fig. 4, derecha), coherente con una perspectiva de «Naturaleza como Cultura», que enfatiza el entrelazamiento relacional de la naturaleza y la sociedad, la necesidad de una remodelación más fundamental de las culturas, los valores y las mentalidades y el énfasis en hacer espacio para la «Naturaleza para la Naturaleza» mediante la reducción de la «interferencia» humana.

Figura 4
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Figura 4. Cambios en las relaciones y los valores entre el ser humano y la naturaleza entre el presente y el futuro (las tipologías se hacen eco del Marco de Futuros de la Naturaleza de la IPBES)

Fuente: elaboración propia, a partir de material de la Etapa 1: encuesta y talleres Horizonte 1, y Etapa 2: postales y talleres Horizonte 3 (todas las ciudades). El tamaño del círculo indica la prevalencia de las perspectivas en cada etapa.

También identificamos tensiones que tienen una larga tradición en los discursos ambientales y de sostenibilidad, y que revelan las políticas generadas por las falsas dicotomías de las onto-epistemologías de «medio ambiente-desarrollo» y «humano-naturaleza». Por ejemplo, en varios casos durante los talleres, nuestras Comunidades de SbN+ entraron en un espacio en el que consideraron las compensaciones percibidas entre la urgencia de abordar la justicia social y el privilegio relativo de cuidar la naturaleza, sugiriendo que la «injusticia social» debería tener prioridad (véase la crítica de las políticas y prácticas de las SbN: Welden et al., 2021). Este cuestionamiento fue más tangible en nuestros talleres latinoamericanos, pero no exclusivo de ellos. En los talleres europeos, la desigualdad y la injusticia ocuparon un lugar central en los debates, aunque más a menudo se consideraron como una crítica a los sistemas socioeconómicos dominantes, y menos probable que se consideraran en conflicto con la naturaleza.

Si bien no podemos resolver el dilema, es significativo que los talleres ayudaron a expresar, y por lo tanto a hacer visibles, las tensiones sobre creencias y valores, y las posibles formas alternativas de ver este dualismo percibido. Otro medio por el cual los talleres buscaron extraer perspectivas alternativas fue invitando a los participantes a considerar las relaciones HN desde las perspectivas de agentes más que humanos, y las discusiones que esto generó arrojaron más luz sobre las relaciones H-N.

4.2.2. Voces más que humanas y agencias cambiantes

Concebida principalmente como un dispositivo para ayudar a alejarse de las ideas antropocéntricas sobre el futuro y considerar creativamente las necesidades de la naturaleza, la consideración de las perspectivas de entidades más que humanas tenía la intención de estimular la imaginación y la empatía de los participantes para explorar cómo podrían ser los futuros deseados de «Naturaleza para la Naturaleza» (cambio que surge en la Fig. 4).

A menudo se imaginaba que entidades y bichos más que humanos aceptaban -o incluso deseaban- relaciones con los humanos, lo que aparentemente confirmaba una «atracción del deseo» (Raskin et al., 2002: 55) entre los participantes para reconectarse con la naturaleza (Tabla 1 a continuación). Y, sin embargo, también se plantearon preocupaciones, lo que refleja la persistencia de visiones dicotómicas de la naturaleza y las tecnoculturas, y algunos expresaron temores en torno a la seguridad humana en un paisaje moldeado por la naturaleza para la naturaleza. Otros, sin embargo, señalaron que la historia había demostrado los límites de la tecnología y la necesidad de respetar la naturaleza porque «la naturaleza siempre gana. Somos buenos para descubrir e inventar cosas, pero aún así no podemos privarnos de la naturaleza, porque no podemos imitarla».

Tabla 1. Tipos de agencias imaginadas para dar forma y ofrecer «Futuros Deseados Basados en la Naturaleza».

Tipos comunes de agencia Descripción Desafíos enfrentados Ejemplos y acciones conexas
Todos nosotros Todos los seres humanos, como agentes activos que influyen en la naturaleza Creencias personales y desarrollo. «nosotros», «seres humanos», «nosotros».
Ciudadanos, plataformas, actores comunales Personas de todos los ámbitos de la vida, deseosas de promover cambios y explorar alternativas Las «soluciones» dominantes del sistema o sistemas dominantes; la presión cultural en contra de ciertas ideas o soluciones; la (falta de) voluntad política para promover ciertas ideas/soluciones. «gestión responsable y socialmente activa de los espacios verdes»,
«Educación ambiental»,
«Revinculación de soluciones con el desarrollo del entorno natural»,
Iniciativa «Bondad Urbana» de São Paulo,
«Participación y coparticipación ciudadana en la gestión y mantenimiento de las soluciones adoptadas para aumentar la resiliencia climática de la ciudad»,
«Demanda ciudadana para aumentar y mejorar las áreas verdes».
«(…) un movimiento de la sociedad civil organizado en defensa de las áreas verdes públicas de la capital paulista.»,
«Plataformas/movimientos de ciudadanía activa y participativa: participación ciudadana en la discusión y resolución de los problemas locales de la ciudad; la conciencia, la convivencia, el pensamiento trans; creación de una posición organizada (ciudadana), coherente e informada frente a las instituciones gubernamentales (consulta pública o petición, por ejemplo)»
Generaciones jóvenes Generaciones más jóvenes a las que se les enseña a convivir con la naturaleza Creencias personales y desarrollo personal; Lucha contra el sistema y las soluciones convencionales «Educación y atención a la sostenibilidad ambiental con un enfoque en el contexto local.», «Adopción de las SbN en las escuelas, para contribuir a la educación (también) de los adultos (padres, familias y personal escolar) a través de los niños y jóvenes»,
«Implementar una visión de la educación ambiental para la sociedad», «Los jóvenes en la toma de decisiones»
Responsables de la formulación de políticas, planificadores y líderes Líderes que impulsan iniciativas para generar cambios Luchar contra el sistema y las soluciones convencionales «Programas institucionales, como el Proyecto Ligue os pontos. La implementación del PlanClima y los 4 Planes; Planpavel, [etc.]», «Visión de instrumentos de planificación y una futura Constitución ecológica», «Más leyes que defiendan los espacios verdes y el medio ambiente».
La naturaleza y más que los humanos Infraestructuras verdes y azules, ecosistemas, biodiversidad, animales/especies Reconocimiento y/o aceptación limitada del valor y la importancia de la naturaleza como agente de cambio «Naturaleza próspera», «huertos urbanos», «áreas verdes», «biodiversidad y diversidad biocultural», «cambio climático y estaciones», «especies nativas», «animales» (por ejemplo, peces, aves, aves migratorias, pumas, insectos), «parques», «naturaleza», «ríos», «suelos», «agua», «montañas» «conectividad ecológica».

Fuente: elaboración propia a partir de material de todas las etapas (todas las ciudades)

Curiosamente, para algunos de nuestros participantes, este ejercicio provocó un cambio hacia la escala del paisaje, lo que permitió considerar la conectividad más amplia de lo urbano dentro de los ecosistemas naturales y liberó la discusión de las limitaciones del diseño urbano y la forma urbana.9 Por ejemplo, la consideración de los ríos permitió esta transformación de perspectiva con gran eficacia en el caso de Lisboa, São Paulo y Turín. Las historias que se vio contar a los ríos generaron una serie de ricas reflexiones que combinaron un profundo apalancamiento con el espíritu de habilitar enfoques (véase: «La historia de la crecida de los ríos» en el Recuadro 1, Material complementario). Otro ejemplo fue la referencia a las montañas de Turín y Santiago de Chile. Pensar desde la perspectiva de una montaña futura también puso de relieve la cruda realidad de los impactos del cambio climático que se viven en el presente, «las montañas están contentas con el regreso al ciclo de la estacionalidad, con la nieve habiendo regresado a los picos y, por lo tanto, la capacidad de mantener los glaciares».

Las conversaciones a veces se relacionaban con la preocupación siempre presente por las implicaciones de la gestión y la gobernanza, que se expresaba como facilitadora (por ejemplo, «encontramos una manera de coordinar los esfuerzos de arriba hacia abajo con las iniciativas de abajo hacia arriba y el resultado es una red de espacios naturales que permiten que toda una gama de fauna y flora autóctonas florezcan y se muevan por la ciudad… Dicen que los pumas se mueven por algunas partes periféricas de la ciudad por la noche»), y como problema potencial, preguntándose de quién sería la responsabilidad de «cuidarlos» o cómo se sentiría tener «pumas como vecinos».

Invitar a contar historias desde la perspectiva de algo más que humanos es una actividad notoriamente compleja, que requiere «sintonía tanto emocional como cognitiva» (Jönsson, Lindström y Ståhl, 2021: 3). Una consideración completa de esta perspectiva habría requerido más tiempo del que se disponía, entre otras cosas porque la idea no fue fácilmente aceptada por muchos participantes cuyas vidas cotidianas están ocupadas por preocupaciones más inmediatas. haciendo que este ejercicio sea ajeno a sus contextos y discursos compartidos. Por ejemplo, un grupo de participantes que exploraba las «abejas» pronto se dio cuenta de la complejidad de las retroalimentaciones socioecológicas y de las implicaciones aún mayores para la planificación urbana y la forma urbana, lo que les llevó a concluir que «no podían manejarlo».

Nuestra segunda pregunta de investigación también se refería a las formas de participación de las agencias identificadas como clave para la transformación positiva de los futuros de la naturaleza. Aunque el debate entre las concepciones materialistas e idealistas de la agencia sigue siendo importante, nuestro trabajo se ha basado en cuerpos académicos que enfatizan cómo la renegociación de la naturaleza y las relaciones HN en las ciudades, cuando se combina con la comprensión crítica de las naturalezas sociales, tiene el potencial de desencadenar una influencia profunda (Abson et al., 2017), y sugiere el cambio de agencias como un pilar central de cualquier proceso de cambio transformador. Nuestros talleres combinaron la comprensión de la agencia movilizada en el presente (semillas e impulsores del Paso 1), en los futuros deseados (Paso 2) y en las vías (Paso 3) para identificar cinco tipos de agencia. La Tabla 1 revela los desafíos a los que se enfrentan en la búsqueda de un cambio (transformador) con ejemplos de las discusiones.

Lo que encontramos se hace eco de tipologías comunes de agencias y tipos de acciones relacionadas, como las discutidas en el estudio sobre las narrativas de los agentes de cambio de futuros sostenibles de Riedy y Waddock (2022), que identificaron, entre otras cosas, «actores colectivos que comprenden a todos los seres, la naturaleza y el entorno natural, así como a las especies individuales como representantes de la naturaleza». Los «ciudadanos, las plataformas y los actores comunitarios» (a menudo combinados con las «generaciones más jóvenes») fueron los más representados en nuestro material, lo que refleja la preferencia de nuestros participantes por el cambio que surge con o a través del apoyo de la comunidad. Como se señaló anteriormente, un desafío crucial fue darse cuenta de que, para la mayoría de las vías identificadas, las estructuras sociales y la agencia necesarias para activar el cambio se encuentran en parte (o incluso totalmente) más allá de las comunidades de práctica de los participantes. Las discusiones en los talleres con frecuencia apelaban a «responsables políticos, planificadores y líderes», así como a lo que Riedy y Waddock llamaban «antagonistas»: «un sistema actual impersonal; y las personas que se benefician de ese sistema y que se oponen al cambio» (2022: 10). Estas son agencias clave en los enfoques sistémicos y estructurales, sin embargo, a nuestros participantes a veces les resultó más difícil identificar agencias positivas capaces de impulsar el cambio transformador en estos niveles. Esto llevó a que se centrara la atención en los enfoques facilitadores, que muchos participantes consideraron una fuerza complementaria pero más accesible para el cambio. De ahí que hubiera una fuerte preferencia por las comunidades, así como por las generaciones más jóvenes, como agentes, lo que sugería la necesidad y el deseo de remodelar el lugar de la agencia, creando futuros dentro de los cuales los ciudadanos pudieran ejercer un poder significativo para dar forma a sus futuros colectivos. El último tipo de agencia se refiere a «la naturaleza y más que los seres humanos», lo que refleja su presencia emergente en la narrativa de la Comunidad SbN+ analizada anteriormente, aunque todavía sea un terreno menos familiar.

En última instancia, el propósito de imaginar futuros deseados y caminos relacionados es precisamente inspirar y visibilizar nuevas posibilidades, las alianzas que requerirán y los obstáculos que deben enfrentarse. Si bien las discusiones de los talleres exploraron los tres enfoques del cambio transformador, cuando el enfoque se volvió explícitamente hacia la agencia, el énfasis naturalmente tendió a recaer en los enfoques facilitadores. Se depositaron esperanzas en medidas para empoderar a las personas y las comunidades para que actúen en su propio nombre», lo que representa una «postura generalmente optimista y directamente activista», y un enfoque en los procesos y capacidades vinculados a acciones individuales más pequeñas «que reflejan los valores y visiones movilizados por los agentes», y el apalancamiento del «cambio cultural» y de «una actitud esperanzadora». postura solidaria y emancipatoria sobre la transformación» (Scoones et al., 2020: 67-68).

4.3. El enfoque: límites y fortalezas

Nuestra última pregunta invitaba a reflexionar sobre el potencial transformador de los futuros de la naturaleza.

Los hallazgos que surgieron de los seis talleres sugieren que el enfoque tiene el potencial de abrir un espacio para la reflexión crítica y la exploración creativa de los tipos de transformación que todos los participantes acordaron que ahora se requieren.

El acto de tejer historias nuevas, esperanzadoras, solidarias y emancipadoras fue desafiante pero generativo. Como se ha ilustrado en el análisis presentado aquí, nuestros talleres produjeron múltiples narrativas que giraban en torno al poder de refuerzo mutuo del apalancamiento profundo y de las formas en que los tres enfoques de cambio transformador podrían combinarse para delinear caminos para desarrollar un sentido compartido de propósito y dirección hacia los futuros deseados. Las historias de los seres humanos y la naturaleza en la ciudad que desarrollaron no siempre fueron consistentes o se consideraron suficientes para cumplir con la escala de los cambios sistémicos que muchos coincidieron en que ahora se requieren. Sin embargo, dieron voz a los deseos compartidos de reconocimiento de los enredos relacionales que sustentan las relaciones de HN, las complejidades que plantean para los proyectos de transformación, así como la necesidad urgente de actuar para superar las naturalezas sociológicas injustas e insostenibles. A pesar de que a veces se consideró que faltaba la capacidad de activar los puntos de apalancamiento, el énfasis que se hizo en los talleres en las historias que ponían en primer plano el cambio cultural y los modelos económicos alternativos demostró una comprensión generalizada de las transformaciones estructurales profundamente arraigadas que implican las nuevas relaciones de alto nivel, incluido un claro enfoque en la justicia y la equidad.

En conjunto, los futuros deseados basados en la naturaleza capturados en los resultados (resumidos en la descripción general de temas comunes, tipos de apalancamiento, vías (Fig. 3) y agencias (Tabla 1)) sugieren una rica comprensión del cambio transformador que muchas de las comunidades de SbN+ que trabajan en torno al proyecto CONEXUS están de acuerdo en que es necesario. La presencia de semillas prometedoras de futuros deseados en el presente pone de relieve la sensación de estas comunidades de que la acción actual puede contribuir a un cambio potencialmente transformador. También apuntan a una fuerte creencia en la capacidad de la educación y una mejor comprensión de las relaciones H-N para aprovechar el cambio y empoderar a una amplia gama de agentes, capaces de actuar para futuros de naturaleza urbana más deseables.

Las historias, imágenes e ideas que desarrollaron nuestros participantes reflejaron su compromiso con un rico repertorio de pensamiento contemporáneo sobre alternativas ambientales basadas en la naturaleza. En este sentido, el producto colectivo de nuestros talleres resonó con el trabajo de otras personas que han buscado desarrollar «ideas (memes) para historias que guíen a la humanidad hacia el futuro» (Riedy y Waddock, 2022: 3). Los temas comunes incluyen imaginar una vida en armonía con la naturaleza, lograr un alto nivel de justicia social y sostenibilidad, centrándose en la comunidad local y en la gobernanza participativa. El enfoque en aprender el valor intrínseco de la naturaleza y permitir más espacio para que la naturaleza dentro de lo urbano dé forma a nuevas naturalezas sociales también resuena con los resúmenes de la visión de Mansur et al. (2022) de su propio estudio Urban-NFF. Al adaptar un repertorio en desarrollo de ideas sobre posibles naturalezas urbanas futuras a sus respectivos contextos urbanos, nuestras comunidades de SbN+ pudieron ir más allá de la replicación irreflexiva de futuros usados, hacia un compromiso más crítico e imaginativo con las relaciones HN y las posibles vías hacia su transformación.

En general, las cuatro dimensiones del marco analítico (Fig. 1) ayudaron tanto en el diseño del enfoque de futuros de la naturaleza como en el análisis de su aplicación dentro de la Comunidad de SbN+. Al enfatizar la educación del deseo, nuestro enfoque apuntó a ampliar los imaginarios de nuestros participantes más allá de las posibilidades sugeridas por las semillas y otros motores de cambio en el presente. Por lo tanto, si bien reconocemos la naturaleza positiva y que se refuerza mutuamente de estos diversos ejercicios de futuring, coincidimos con Galafassi et al. (2018) en la necesidad de «comprometer e integrar formas más ricas de conocimiento y experiencia para desencadenar la creatividad y la imaginación de vías transformadoras», y con Riedy y Waddock (2022) que reiteran los límites de la abstracción para inspirar a las audiencias hacia una agencia transformadora. Esto es especialmente importante si queremos desbancar las dicotomías que sustentan las ideas dominantes de la ciudad (artificial-natural, cultura-naturaleza, humano-naturaleza) que han desempeñado un papel fundamental en la configuración de la policrisis contemporánea.

La experiencia de los talleres proporciona apoyo a nuestra suposición inicial sobre el valor de la exploración participativa de los futuros deseados como un paso hacia la emancipación de las profecías autocumplidas y los «futuros usados» (Inayatullah, 2008), que con frecuencia implican la negación de los temores compartidos de un colapso de estilo distópico en la policrisis. En términos prácticos y metodológicos, nuestras exploraciones colectivas también confirmaron patrones bien conocidos por los cuales la identificación de las semillas, las tendencias y los impulsores del cambio en el presente fue relativamente sencilla para nuestra comunidad de 111 personas con SbN+. Sin embargo, cuando se atrevieron a imaginar visiones positivas para el futuro de sus ciudades en 2050 o a discutir perspectivas más que humanas, los participantes se sintieron creativamente desafiados.

El tiempo era a menudo limitado, y cuando este era el caso, algunos participantes admitían que tenían dificultades para dejar de lado las preocupaciones cotidianas para imaginar otros mundos posibles (o en algunos casos para ver el valor de hacerlo sin un «resultado» inmediato definido instrumentalmente). En las discusiones reflexivas posteriores al taller, algunos organizadores locales consideraron que se podría haber hecho más para fomentar espacios de posibilidades imaginativas, incluso ofreciendo a los participantes más tiempo o trasladando las discusiones a espacios naturales para estimular el pensamiento creativo. Como dijo uno de los participantes: «necesitamos más soñadores» y es «difícil invitar a la gente a hacerlo [para imaginar futuros deseados], en línea, en una oficina y con personas que están profundamente metidas en las dificultades, obstáculos, etc. actuales». La facilitación y los preparativos previos al taller ayudaron, pero aún así no lograron satisfacer las necesidades de una cohorte multidisciplinaria y multicultural. El uso de dispositivos potencialmente disruptivos, como invitar a más personas que a los humanos a co-desear futuros urbanos alternativos para ampliar la idea y el alcance de la agencia, podría explorarse y probarse más a fondo en respuesta a estos desafíos. A pesar del tiempo limitado y de las dificultades prácticas (y emocionales) para abordar esta parte de nuestro enfoque, descubrimos que esta invitación ayudó a los participantes a cuestionar la percepción de la «naturaleza» como un mero trasfondo sin alma para el proyecto (urbano) de la humanidad (Latour, 2013), enriqueciendo las discusiones sobre las naturalezas sociales urbanas entrelazadas y, a veces, desencadenando cambios prometedores en la perspectiva.

5. Conclusión

Los objetivos de nuestra investigación fueron concebir y diseñar un enfoque para la exploración de «futuros deseados basados en la naturaleza» como una contribución para cerrar la brecha identificada en términos de visiones positivas del futuro urbano que ponen en primer plano la naturaleza, y promover una reflexión más crítica sobre el (re)pensar las relaciones de HN necesarias para realizar transformaciones positivas. Al hacerlo, buscamos examinar el potencial transformador de abordar estas preguntas a través de la reflexión colectiva sobre los futuros deseados.

Es importante reconocer que una serie de talleres exploratorios en sí mismos no son un vehículo para ejercer directamente los tipos de influencia o transformación que se analizan en el documento. Sin embargo, al crear un espacio para la exploración crítica y creativa de los futuros de la naturaleza urbana deseados, se invitó a nuestras comunidades de SbN+ a dar un paso atrás en sus prácticas cotidianas para reflexionar colectivamente sobre los futuros de la naturaleza que quieren y necesitan. Una parte importante de estos talleres fue la ruptura de las fronteras personales, culturales, profesionales/académicas y disciplinarias, a través del fomento de la inspiración y el permiso para soñar. Ejercitar la imaginación colectiva sobre los futuros deseados permitió a los participantes pensar y construir elementos de alternativas al presente e identificar (a veces) caminos y agencias transformadoras detalladas para hacer realidad estos futuros. Los resultados directos de los talleres fueron una serie de informes sobre los futuros deseados de la naturaleza urbana que se compartieron con los participantes y se consideraron en el trabajo en curso de las SbN que se está llevando a cabo a través del proyecto Conexus. Los resultados indirectos son más difíciles de rastrear, pero incluyen una mayor conciencia del valor de la reflexión colectiva continua sobre la naturaleza entrelazada del cambio estructural y sistémico, y sobre cómo se puede y debe cerrar la brecha entre las trayectorias actuales y las percepciones de los futuros deseados.

Nuestra experiencia muestra que la práctica activa de la construcción del futuro de la naturaleza, aunque no es fácil para muchos de los involucrados, tiene un potencial considerable para generar reflexiones críticas sobre las realidades actuales y la identificación de oportunidades para que los agentes mejoren el apalancamiento en medio de la lucha en curso hacia la transformación sistémica de las relaciones de HN. Esto incluye el potencial de la «sociabilidad más que humana» (Tsing (2016) para ampliar los límites de los futuros urbanos deseados, sobre todo para conectar los estudios de futuros con la floreciente ciencia sobre cómo podemos comunicarnos con plantas y animales no humanos para combatir la pérdida de conectividad que se siente (van Dooren et al., 2016Gagliano et al., 2017).

Hemos buscado contribuir al espacio de futuros deseados y responder a la demanda de visiones urbanas positivas que puedan poner en primer plano diferentes concepciones de relación socio-naturaleza. A medida que las voces de alarma y urgencia se vuelven más estridentes, la exploración creativa de futuros deseados basados en la naturaleza puede ser una forma de construir comunidades de práctica comprometidas con la transformación a través y más allá de la policrisis contemporánea; acelerando la desaparición de lo que ahora está muriendo y trabajando para crear nuevas formas de relación socio-natural, abiertas a lo que busca emerger y prosperar, plural y desordenado, pero completamente vivo.

Declaración de contribución de autoría de CRediT

O. Bina: Conceptualización, Análisis formal, Investigación, Metodología, Escritura – borrador original, Escritura – revisión y edición. Dr. D. Baptista: Curación de datos, Análisis formal, Visualización, Redacción – borrador original, Redacción – revisión y edición, Investigación, Metodología. M.M. Pereira: Análisis formal, Curación de datos, Investigación, Visualización. A. Inch: Conceptualización, Metodología, Escritura – revisión y edición, Investigación. R. Falanga: Metodología, Validación, Redacción – Revisión y Edición. Alegría V. Alegría: Metodología, Visualización, Redacción – revisión y edición, Validación. S. Caquimbo Salazar: Metodología, Validación. D.H.S. Duarte: Metodología, Validación, Redacción – Revisión y Edición. G. Mercado: Administración de Proyectos, Visualización, Metodología, Validación. A.T. Valenta: Metodología, Validación. A. Vásquez: Metodología, Redacción – revisión y edición, Validación. T. Verellen: Validación, Metodología, Redacción – revisión y edición.

Declaración de Conflicto de Intereses

Deseamos confirmar que no existen conflictos de intereses conocidos asociados con esta publicación.

Reconocimiento

Esta investigación ha sido financiada por el programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Comisión Europea en virtud del acuerdo de subvención nº. 867564 y socios participantes en el proyecto CONEXUS. Reconocemos y agradecemos a todos los colegas que apoyaron la preparación de estos talleres, y a los participantes por su tiempo y valiosos conocimientos para este estudio. Sin ellos, este trabajo simplemente no habría sido posible. Deseamos agradecer a los revisores por sus sugerencias perspicaces y constructivas.

Apéndice A. Material complementario

Descargar : Material complementario en Ingles Word (971KB)

Material complementario:

  1. Tabla I – 12 puntos de intervención para apalancar el cambio.
Clasificación de apalancamiento

por orden de efectividad (PNUMA 2012)

12 puntos de apalancamiento:
lugares para intervenir en un sistema (Meadows 1999)
El apalancamiento se clasificó según 4 características del sistema
(Abson et al. 2017)
Apalancamiento profundo
(alta efectividad)
1) El poder de trascender paradigmas.

2) La mentalidad o paradigma del que surge el sistema, sus objetivos, estructura/reglas, retrasos, parámetros.

3) Los objetivos del sistema.

Intento
Apalancamiento superficial y de nivel medio
(efectividad más limitada)
4) El poder de agregar, cambiar, evolucionar o autoorganizar la estructura del sistema.

5) Las reglas del sistema (como incentivos, castigos, restricciones).

6) La estructura de los flujos de información (quién tiene y quién no tiene acceso a qué tipo de información).

Diseño
7) La ganancia en torno a la conducción de bucles de retroalimentación positiva.

8) La fuerza de los bucles de retroalimentación negativa, en relación con los impactos que están tratando de corregir.

9) La duración de los retrasos, en relación con la tasa de cambio del sistema.

Retroalimentación
10) La estructura de las existencias y flujos de materiales (como las redes de transporte, las estructuras de edad de la población, los flujos de nitrógeno a través del suelo).

11) El tamaño de las reservas de amortiguación y otras poblaciones estabilizadoras, en relación con sus flujos.

12) Constantes, parámetros, números (como subsidios, impuestos, estándares).

Parámetros
Puntos de apalancamiento para los sistemas urbanos «indivisibles» de la ciudad (Levitas, 2017)

Socio-cultural + tecno-económico + ecológico + gobernanza

Fuente: Meadows (1999), adaptado con referencia a la interpretación de los puntos de apalancamiento en el GEO 5 Outlook de las Naciones Unidas (ONU) (PNUMA 2012), y Abson et al. (2017)

  1. Encuesta en línea previa al taller

Horizonte 1 – El futuro que estamos creando

  1. Comparte en tu opinión 3 tendencias problemáticas o preocupantes clave que afectan a la naturaleza en tu ciudad y ofrece una breve descripción.

TENDENCIAS – Las tendencias son medibles, basadas en hechos y observables; indicando claro y constante

cambios que pueden afectar a la naturaleza de tu ciudad. Una tendencia puede ser fuerte o débil, creciente,

decreciente o estable. Por ejemplo: la disminución de la calidad del agua, el aumento de las olas de calor, el aumento del uso de

terrenos no urbanizables para alojamiento temporal, etc.

Tendencia 1: _____________

Tendencia 2: _____________

Tendencia 3: _____________

 

  1. Comparte 3 motores de cambio que creas que son los más relevantes para explorar el presente y el futuro de tu ciudad y ofrece una breve descripción.

IMPULSORES – Los impulsores son causas o razones de desarrollos y tendencias (como se definió anteriormente), que afectan o dan forma al futuro. Los impulsores normalmente no son medibles, pero tienen un impacto y son fuerzas de cambio. Entre ellos se encuentran las instituciones, los sistemas de gobernanza y los nuevos actores emergentes (por ejemplo, para los servicios o las empresas), los cambios en los valores, los comportamientos, así como en la población y los estilos de vida. Un ejemplo podría ser la creciente conciencia de la necesidad de más árboles a poca distancia en los barrios.

Conductor 1: _____________

Conductor 2: _____________

Conductor 3: _____________

 

  1. Comparte 3 semillas de cambio que creas que son las más prometedoras para dar forma al futuro de tu ciudad y ofrece una breve descripción.

SEMILLAS – Las semillas son iniciativas actuales positivas e inspiradoras que tienen el potencial de dar forma a una

Un futuro justo, próspero y sostenible. Pueden ser iniciativas (sociales, tecnológicas,

formas económicas o socioecológicas de pensar o hacer) que existen, al menos en forma de prototipo,

y que representan una diversidad de cosmovisiones, valores y regiones, pero que actualmente no son

dominante o prominente en el mundo.

Semilla 1: _____________

Semilla 2: _____________

Semilla 3: _____________

 

  1. Horizonte 3 – El futuro que quieres

Estamos en 2050. Su ciudad ha transformado sus relaciones con la naturaleza y ahora es un lugar próspero y ambientalmente sostenible. Escríbete una postal de 2050 a ti mismo hoy. Piensa en: las formas en que las personas ahora viven con la naturaleza; cómo se ven y se sienten las cosas; las especies que están floreciendo y; las formas en que se produjo el cambio.

Encontrará algunas indicaciones en el espacio a continuación, para ayudarlo a comenzar:

Caro…

Escribo desde mi …

Mi ciudad/distrito/barrio/calle/espacios públicos… parecerse a…

Se siente como…

La forma en que la gente vive con la naturaleza aquí es…

Hay x especies floreciendo, y esto beneficia/ayuda…

Me encanta eso…

Todo esto fue el resultado de una serie de cambios, los más importantes de los cuales, en mi opinión, han sido:

 

  1. Sus puntos de vista sobre las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza

    Las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza se han clasificado de diversas maneras en función de las diferentes interpretaciones de los valores relacionados con la naturaleza, la contribución de la naturaleza a las personas y las ideas sobre la calidad de vida. Las siguientes tres definiciones están tomadas de Pascual et al. (2017) en Current Opinion in Environmental Sustainability y Pereira et al. (2020) en People and Nature. (fuente de definiciones: Pascual et al. (2017) en Current Opinion in Environmental Sustainability y Pereira et al. (2020) en People and Nature)Si tuvieras que elegir la más importante de estas tres perspectivas sobre las relaciones entre el ser humano y la naturaleza, ¿cuál clasificarías como la más importante?

 

Perspectiva de valores desde el modelo de IPBES Clasificación de mayor a menor importancia
* Naturaleza para la Naturaleza (valor intrínseco de la naturaleza) – en el que la naturaleza tiene valor en sí misma, y la preservación de la diversidad y las funciones de la naturaleza es de primordial importancia (por ejemplo: Gaia, la Madre Tierra, la diversidad genética y de especies, los derechos de los animales, los procesos ecológicos)

 

* Naturaleza para la sociedad (valor instrumental): en el que la naturaleza se valora principalmente por los beneficios o usos que las personas obtienen de ella, y que podría conducir a una optimización de múltiples usos de la naturaleza (por ejemplo: creación y mantenimiento de hábitats, polinización, regulación del clima, alimentos, energía, materiales)

 

* La naturaleza como cultura (valor relacional): en la que los seres humanos son percibidos como una parte integral de la naturaleza y, por lo tanto, lo que se valora es el carácter recíproco de la relación entre las personas y la naturaleza (por ejemplo: interacciones experienciales con la naturaleza, significado simbólico, inspiración, salud mental, sentido de lugar, identidad cultural, forma de vida)

 

Puedes añadir cualquier comentario adicional aquí:

 

Tu perfil

 

  1. Su nombre: _____________

 

  1. Su apellido: _____________

 

  1. Su organización/afiliación: _____________

 

  1. Tu formación disciplinaria (Escoge)

Arquitectura/Paisajismo

Biología/Ecología

Geografía

Planificación urbana

Otro:__________

 

  1. Género (Elegir)

Hembra

Masculino

No binario

Prefiero no decir

Otro:__________

 

  1. Grupo de edad (Elegir)

Menores de 18 años

18-24

25-34

35-44

45-54

55-64

Mayores de 65 años 

 

  1. Ejemplos de postales

Recuadro 2. Postal de Bogotá

Querida mía,

Les escribo desde el año 2050, me encuentro en nuestro antiguo barrio de la ciudad de Bogotá, zona noroeste. En general, la ciudad ha cambiado mucho desde la construcción del metro y el POT de 2022, la ciudad es ahora un lugar con más área verde, donde se han recuperado espacios y ecosistemas de importancia socioecológica como los humedales, los cerros orientales y los páramos que rodean la ciudad. El río Bogotá ha sufrido un importante proceso de restauración, la gente ahora es más consciente de sus residuos y las tasas de reciclaje y recuperación superan el 50%, así como el acceso a parques y áreas verdes en toda la ciudad. La calidad del aire mejoró en la zona industrial porque las empresas desarrollaron planes de mitigación y se hizo una reestructuración del espacio en esta zona de la ciudad. Además, el transporte ha mejorado y la gente prefiere usar bicicletas y autos híbridos y eléctricos. Lo que más me gusta es que es una ciudad intercomunicada, donde podemos acceder a diferentes zonas para relajarnos y pasar tiempo en familia, olvidarnos del bullicio de la ciudad y observar la naturaleza, las aves que llegan durante la temporada de migración y otros animales que antes no se veían. El resultado de este cambio de trayectoria en mi opinión fueron los nuevos colectivos sociales y ambientales que crecieron en toda la ciudad, el cambio de política pública y planificación y los espacios de co-creación y construcción que se dieron para tener participación ciudadana en la toma de decisiones. Espero que sigamos teniendo estos espacios y construyendo la ciudad desde los territorios locales.

Recuadro 3. Postal de Lisboa

Querida mía,

Espero que estés tan bien como te dejé. Escribo desde nuestra ciudad, muchos años en el futuro, desde ese mismo banco solo nosotros sabemos cuál es. Creo que estarías muy feliz de ver lo que yo veo, pero tendrás que confiar en lo que escribo. ¿Recuerdas esos árboles que plantaste en los pequeños bosques alrededor de la ciudad? ¡Son enormes! Más grande que muchos edificios. De hecho, hoy en día apenas se ven edificios, con tanta vegetación dando sombra a la ciudad, que es la única forma de vivir en verano. Apenas hay carreteras en la ciudad. O mejor dicho, los hay, pero solo en los suburbios de la ciudad para recoger lo que sea necesario. Por lo demás, hay espacio para caminar, para andar en bicicleta, todo en una ciudad engullida por la vegetación: casi parece la película Ciudad Perdida, en medio del bosque. La verdad es que ha ayudado mucho, no solo con las inundaciones, dado el aumento de las fuertes lluvias, sino también, como digo, en verano. Una gran parte de los espacios posibles han sido reforestados, los edificios ahora tienen formas de producir su propia energía: solar, eólica u otra. Hoy en día, el plástico casi se ha eliminado, la recolección de recursos orgánicos para el compostaje comunitario es un elemento básico de la sociedad, casi cada cuadra tiene su propio espacio verde comunitario y algunos animales clásicos de nuestra fauna comienzan a aparecer en las ciudades debido a la renaturalización de la ciudad.  Durante el período de la pandemia y la guerra, hubo un creciente deseo común de ser resiliente, independientemente de la situación externa. Esto aceleró el proceso de descentralización y empoderó a los agentes comunitarios, creando políticas y acciones más cercanas a la gente.

  1. Cuadro II. La ‘Comunidad NBS+’: 111 participantes de seis ciudades
Categoría No. de los participantes
Ciudad Bogotá 11
Buenos Aires 13
Lisboa 21
Santiago 34
São Paulo 12
Turín 20
Género*

 

Hembra 48
Masculino 29
Prefiero no decir 1
Sector

 

 

 

Sector Público/Gobierno 41
Sector privado 15
Universidad/Academia 34
ONG 17
Grupo social/Activista 5
Grupo de edad* ^ 25-34 19
35-44 16
45-54 13
55-64 8
65+ 1
Formación académica* ^ Arquitecto/urbanismo 19
Arquitecto paisajista/urbanista 8
Ciencias sociales 6
Biología 4
Geografía 3
Ingeniería 3
Artes 3
Otros/no mencionados 10

Notas: *No incluye datos de Santiago; ^ no incluye Turín

 

  1. Figura complementaria I. Temas comunes (en seis ciudades) para el presente (Paso 1)    
  2. Recuadro I – Un «futuro deseado basado en la naturaleza para la ciudad X en 2050» (narrado en base a las aportaciones del Paso 2 de nuestraHistorias de humanos y naturaleza en la ciudadEn las décadas previas a 2050, las crisis climáticas y de biodiversidad que se desarrollaron obligaron tanto al sector público como al privado a repensar radicalmente la forma en que se planificaban y gobernaban las ciudades: «(…) No había más remedio que cambiar los hábitos y las formas de vida de las personas. Los Estados y las empresas privadas se vieron obligados a cambiar sus procesos productivos y sus formas de pensar las ciudades». Una visión de un tipo diferente de relación con la naturaleza en la ciudad comenzó con el nombramiento de una tensión fundamental en toda la sociedad entre el deseo de cambiar y adaptar la ciudad para buscar mejores relaciones entre el ser humano y la naturaleza y resolver las muchas crisis que se están desarrollando, y la necesidad de abordar la desigualdad e injusticia socioeconómicas fundamentales que se reflejaban en la forma urbana predominante. Con el tiempo, la gente de la ciudad comprendió que sin satisfacer sus necesidades básicas, no podían construir un futuro basado en una relación sostenible y enriquecedora con su entorno y la naturaleza: el sentimiento predominante se convirtió en que ambas perspectivas podían coexistir y que todos los miembros de la sociedad podían contribuir a reducir las compensaciones, reconociendo la naturaleza entrelazada de estas condiciones estructurales.Historias de cambio cultural y modelos económicos alternativos

    La transformación comenzó con un profundo cambio cultural que tuvo lugar en el gobierno y la sociedad, afectando a todos los sistemas, desde el socio-ecológico hasta el tecno-económico, con el fin de redefinir las políticas y prácticas y su impacto en la vida de las personas y en la naturaleza. Esto fue impulsado por grandes cambios en la sociedad que implicaron cambios en el modelo económico y en el equilibrio de poder general: «Logramos cambiar el poder político de una sociedad patriarcal con una economía androcéntrica a una economía feminista donde los valores son los que sostienen la vida y no las cosas».   Se previeron cambios fundamentales en la forma en que se gobernó y organizó la economía, promoviendo un mayor equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Llevó a un enfoque en la vida como objetivo principal, promoviendo modelos y medidas económicas alternativas, como la introducción de una renta básica universal (RBU).

    Historias de cambio cultural, equidad y alimentación

    Otro cambio importante y conectado se produjo gracias a una comprensión más profunda del potencial de las ciudades como paisajes vivos, lo que ayudó a reducir el dominio de la globalización y a enfatizar la interconexión entre las diferentes escalas y la identidad local. De este modo, la ciudad desarrolló una próspera relación con su entorno rural, centrándose en la regeneración de los sistemas ecológicos y las comunidades. Las transformaciones estructurales y sistémicas tenían como objetivo crear una distribución más equitativa de los beneficios y las oportunidades en toda la sociedad. Un área transformadora clave involucró la producción local de alimentos: «… Casi el 50% [de los alimentos] proviene de sistemas alimentarios sostenibles, y los productores locales han tenido mucho apoyo político y financiero… Hay varios huertos comunitarios en las ciudades y están abiertos a todos con muchas verduras y frutas».

    Historias de cambio de conciencia, comunidad y agencia

    La ciudad adoptó un enfoque menos depredador del medio ambiente y reconoció la interconexión de todos los aspectos de la vida. «(…) Hay una relación menos depredadora, con respecto al entorno que habitamos, seguramente esto también se traslada a los vínculos y relaciones que se establecen entre nosotros. (…) Me parece, la noción de cuidado y, efectivamente, nos damos cuenta de que lo que nos rodea perece, si no sostenemos un cuidado concreto (…)». Entendieron que el cuidado de su entorno era esencial para su propio bienestar y el bienestar de su entorno. A través de los esfuerzos colectivos y la participación de la comunidad, las personas desarrollaron un profundo sentido de conexión con la naturaleza y comprendieron el poder generativo del cuidado hacia los demás y más que hacia los humanos.

  3. Comunidad NBS+)Adoptaron
    su identidad local empoderada y valoraron la cooperación y la colaboración, lo que llevó a un cambio en el equilibrio de poder y agencia a favor de la participación comunitaria y colectiva en la toma de decisiones locales y la configuración de los servicios públicos. De manera crucial, la vivienda social segura permitió a las personas invertir en sus entornos de vida. «Ahora tenemos una mejor distribución de viviendas para todos, lo que permite un fácil acceso a la educación, el comercio, los parques y las instalaciones públicas».Historias de educación y cambio de concienciaLa educación jugó un papel crucial en esta transformación, anticipando la necesidad de un relevo generacional en la conciencia que pudiera cultivar una mejor relación entre los seres humanos, y con la naturaleza: «las generaciones ya tenemos ese chip ecológico que nos faltaba y la conciencia para ayudar al planeta». Las políticas públicas buscaban informar e involucrar a los jóvenes estudiantes desde la escuela primaria en adelante, fomentar la comprensión del valor del medio ambiente y la naturaleza, y empoderar a todas las personas para promover un cambio positivo en sus comunidades. En términos más generales, en todas las ciudades y áreas metropolitanas, el gobierno proporcionó información, capacitación y recursos a sus habitantes, empoderándolos para cuidar de su bienestar y el de su entorno.

    Historias de gobernanza pública, colaboración y comunidad

    «Durante el período de la pandemia y la guerra, hubo un deseo creciente de convertirse en una comunidad resiliente, independientemente de la situación externa. Esto aceleró el proceso de descentralización y empoderó a los agentes comunitarios, creando políticas y acciones más cercanas a la gente». A medida que evolucionaron las respuestas de la ciudad a las crisis, las relaciones humanas (así como las relaciones entre humanos y la naturaleza) también cambiaron a medida que las personas se dieron cuenta de la importancia de la colaboración. En términos de gobernanza y planificación de la ciudad, la colaboración y la cooperación reemplazaron las divisiones sectoriales y estructurales entre lo público, lo privado y la sociedad civil, enfatizando la necesidad de trabajar juntos y la dependencia mutua. Las empresas privadas, el sector público y la comunidad comenzaron a trabajar juntos, reconociendo que se necesitaban mutuamente para crear una ciudad próspera más allá de las crisis y la desigualdad que las sustentaba. Se consideró necesario que se realizaran esfuerzos de colaboración, que rompieran las profundas brechas sectoriales y estructurales entre los sectores público y privado, la sociedad civil y las mentalidades de compartimentos estancos. Hubo un cambio significativo en la agencia, con colectivos sociales y ambientales urbanos que desempeñaron un papel crucial. Las políticas públicas y la planificación facilitaron espacios para la co-creación y visiones compartidas, empoderando a las comunidades para dar forma a sus vidas urbanas.

    Historias de espacios públicos verdes, equidad y cambios en los estilos de vida

    La ciudad también sufrió cambios físicos. A medida que las personas optaron por priorizar el bienestar y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, buscaron cambios en el estilo de vida que incluían pasar más tiempo al aire libre para relajarse y divertirse. Así, los planes estratégicos de la ciudad introdujeron espacios verdes en todos los barrios, tanto para las necesidades sociales como para las de biodiversidad. Los espacios verdes se convirtieron en una prioridad, y los parques y jardines públicos florecieron a medida que se valoraban como lugares para la interacción social y la integración comunitaria, convirtiéndose en parte de la vida cotidiana. Proporcionaron lugares para que las familias se relajaran disfrutando de la belleza de la naturaleza, aprendiendo a observar sus constantes cambios y sorpresas, incluyendo aves migratorias y muchas otras especies no vistas antes. Se hizo un gran esfuerzo para plantar árboles dentro de la ciudad y regenerar los paisajes en las áreas circundantes, restaurando la majestuosa belleza de la ciudad y mejorando los servicios ecosistémicos como el suministro de agua potable. Las calles urbanas se convirtieron en espacios acogedores que fomentan el sentido de comunidad y los espacios verdes se gestionaron cada vez más de forma colectiva, fomentando el cuidado compartido del medio ambiente y garantizando un acceso equitativo. «Puedo sentarme y disfrutar de la vegetación y la biodiversidad de mi calle. Un espacio acogedor donde me siento bien, en una comunidad feliz».

    Historias de política y planificación

    La ciudad adoptó un enfoque holístico del uso sostenible del suelo urbano, impulsado por el objetivo general de gobernar para apoyar y beneficiar a todas las vidas. «Y ellos [los responsables políticos] se dieron cuenta de que la participación de la ciudad y la agricultura debe verse como un todo y como una unidad de planificación, pensada como parte de una estrategia metropolitana. «La producción local de alimentos fue clave para esto. Se recolectaron desechos orgánicos para el compostaje comunitario y brotaron huertos comunitarios en todo el paisaje urbano. El enfoque en los sistemas alimentarios sostenibles condujo a un mayor apoyo a los productores locales y a la disponibilidad de alimentos frescos y saludables para todos. Surgió el concepto de difusión de límites, que difuminaba las fronteras entre los diferentes sectores y promovía un enfoque más integrado de la planificación urbana. La transformación se extendió más allá del centro de la ciudad. La urbanización se alejó de un enfoque expansionista y pasó a ser paisajes multifuncionales: introduciendo una perspectiva más que humana, los bordes de la ciudad se reinventaron como paisajes multifuncionales que fomentaban relaciones justas con la naturaleza y la biodiversidad.

    Se abandonaron las prácticas industriales nocivas, lo que permitió a la ciudad adoptar una combinación energética diversa con una dependencia reducida de los combustibles fósiles. Este cambio fue esencial para el sistema de transporte urbano, lo que llevó a una mejora de la calidad del entorno urbano. Los automóviles se eliminaron gradualmente y el transporte público se volvió eficiente y accesible (gratuito para todos), lo que, junto con senderos para bicicletas excelentes, seguros y ecológicos, fomentó un cambio completo hacia modos de transporte sostenibles. «Los caminos están sombreados, lo que también fomenta la movilidad activa. Los niños caminan a la escuela por aceras anchas y arboladas […])». Los cambios trajeron beneficios significativos. La calidad del aire mejoró, lo que llevó a una disminución de los problemas respiratorios y cardiovasculares. La ciudad se volvió más resiliente a los efectos del cambio climático, con una menor incidencia de desastres naturales y un mejor confort térmico en todos los barrios, sin distinción. La perspectiva del paisaje también sirvió para ampliar los esfuerzos de reforestación para mitigar aún más los impactos del cambio climático y restaurar la biodiversidad. «Elegimos llevar a cabo acciones que permitieran una mayor resiliencia al cambio climático reduciendo la deforestación, cambiando el modelo energético y, sobre todo, poniendo la vida en el centro de nuestras decisiones».

    Historias de crecidas de ríos

    Por último, pero no menos importante, las perspectivas cambiantes sobre las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza, el creciente valor de los vínculos socionaturales y los cambios en la educación y la conciencia condujeron a una mayor capacidad para escuchar e involucrar voces más que humanas. Los ríos son ahora agentes cruciales sin fronteras (como el ahora influyente agente mundial «Tejo sem margens»), invitando a sus ciudades a «flexibilizar las fronteras [administrativas] actuales», con el fin de hacer más efectiva la protección de sus ecosistemas vitales. Lucharon arduamente contra la percepción dominante de representar el espacio vacío entre dos márgenes planificados (controlados), y nuestro propio río ahora se enorgullece de unirse a su suerte para declarar: «hoy, todos estamos limpios, todos… Los afluentes han sido… restaurado… Ya no hay avenidas por encima de nosotros…». A medida que sus voces cobraban impulso, los ríos urbanos exigían pertenecer a un «dominio común» y ser vistos como «algo más que un recurso natural, sino también como una pieza esencial de las [ciudades con las que interactúan]». Así que hoy, nuestro río se enorgullece de ajustar nuestra forma urbana, ayudándonos a seguir el ritmo de estos tiempos impermanentes.

    Para el año 2050, la ciudad se convirtió en un modelo de vida urbana socioecológica sostenible, inspirando a otras ciudades de todo el mundo a seguir su ejemplo.

Referencias

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 Enviado al número especial en Futuros: Futuros de las relaciones entre el ser humano y la naturaleza en la planificación, el diseño y la práctica urbana Editores invitados: Prof. Fabiano Lemes de Oliveira y Dr. Israa H. Mahmoud
1 Sobre todo a través de la protagonismo en las obras de Le Corbusier, arquitecto y urbanista suizo-francés, y su publicación de 1929: «La ciudad del mañana y su planificación».
2 Mumford exploró críticamente los orígenes de la ciudad y la idea de la tecno-utopía y de la ciudad misma como máquina, destacando «una fuerte corriente de sentimiento antiurbano, donde las ciudades y la vida urbana en sociedades extremas y tecnológicamente avanzadas se representan con frecuencia como sitios de alienación» (Mumford, 1965, citado en: Bina et al., 2020: 6).
3 En este artículo utilizamos estas dos definiciones: «Narrativas» se centra principalmente en la narración de historias, haciendo hincapié en las conexiones temporales y causales entre los acontecimientos. Se preocupan por construir significados y comunicar perspectivas a través de historias. Los «imaginarios» son vistos como marcos colectivos de creencias, símbolos e imágenes que dan forma a nuestra comprensión compartida del mundo. Abarcan prácticas culturales y sociales e influyen en las acciones y aspiraciones.
4 A modo de ilustración, Mangnus y sus colegas (2021: 6) señalan: «El hecho de que tanta gente piense que el futuro de la movilidad tiene que ver con los coches autónomos, por ejemplo, podría decir tanto sobre el poder corporativo para dar forma a la imaginación del futuro como sobre lo que es un futuro plausible, por no hablar de un futuro deseable».
5 El estudio sobre semillas para un Antropoceno positivo se cita a menudo como un ejemplo, aún raro (Bennett, Solan y Biggs, 2016).
6 Las soluciones basadas en la naturaleza (SBN) han ocupado rápidamente un lugar central en el ámbito de los enfoques y métodos para la transición hacia una coexistencia más sostenible. Las referencias al potencial transformador de cambiar la relación HN son cada vez más relevantes para los debates, las esperanzas e incluso las afirmaciones de las SbN como un medio «para pasar de un statu quo insostenible a abordar conjuntamente los impulsores subyacentes de las crisis climática y de biodiversidad» (Welden, Chausson y Melanidis, 2021: 2).
7 Como todos los métodos, Three Horizon también tiene limitaciones y posibles deficiencias. Una crítica común es su alcance limitado y su enfoque estrecho en el análisis, que no incluye factores sociales, económicos y políticos más amplios que pueden estar contribuyendo al problema y limitan su escalabilidad en contextos globales (Pereira et al., 2020a). Además, los enfoques de los Tres Horizontes pueden basarse en suposiciones y sesgos, especialmente cuando se trata de desarrollar el Horizonte 3, la visión del futuro (Nalau y Cobb, 2022). Estos pueden limitar el alcance de la visión, especialmente si el proceso no es participativo o no garantiza que todos los participantes tengan la misma oportunidad de contribuir (Nalau y Cobb, 2022), lo que en última instancia socava el potencial del método para identificar cambios significativos (Pereira et al., 2020a).
8 Las semillas se definen como: «iniciativas actuales positivas e inspiradoras que tienen el potencial de dar forma a un futuro más justo, próspero y sostenible. Pueden ser iniciativas (sociales, tecnológicas, económicas o formas de pensar o hacer socioecológicas) que existen, al menos en forma de prototipo, y que representan una diversidad de cosmovisiones, valores y regiones, pero que actualmente no son dominantes o prominentes en el mundo» (nuestra Encuesta).
9 Este cambio también es fundamental para las recientes reflexiones críticas en torno a las políticas y prácticas de las SbN (Tozer et al., 2022).