En el cercano futuro, matar animales para obtener carne será arcaico e indeseable. La carne cultivada en laboratorio no contiene antibióticos, peligrosas bacterias ni hormonas de crecimiento, dejando de lado el mito de la carne como elemento carcinomico humano. La FAO estima que el 51% de la emisión de gases efecto invernadero son producto de la ganadería y carneculturas, además, el 26% de la tierra sin hielo del planeta se dedican actualmente a la producción de carne; con el desarrollo de carne crecida en laboratorio todos estos efectos indeseables desaparecerían en beneficio de la Humanidad y de la Tierra.