Por Qué Nos Conviene una Mayor Integración Latinoamericana
Aug 4 2016 | www.thedialogue.org/resources/por-que-nos-conviene-una-mayor-integracion-latinoamericana/
Sergio Bitar
El mundo que viene será más complejo e incierto. Conviene fortalecer las agrupaciones regio-nales para reducir vulnerabilidad ante fenómenos externos, ampliar intercambios de personas, tecnologías, inversiones, productos y servicios, y disponer de mayor poder negociador de las normas que regularán las relaciones económicas internacionales.
¿Cómo acrecentar la integración latinoamericana para amortiguar los impactos exógenos y fortalecer nuestro desarrollo nacional?
Avizoremos primero los procesos globales en curso. Debemos anticiparnos al desplazamiento del poder económico hacia el Asia Pacífico, la aceleración de los cambios tecnológicos, el cambio climático, los desafíos a la gobernabilidad global, y las nuevas amenazas a la seguridad.
La respuesta no es aislarse ni pensar que el mercado lo arregla solo. Ante la incertidumbre, algunos dirigentes políticos y sociales propician el nacionalismo, y pretenden sentirse seguros aislándose. Así acontece hoy, lamentablemente, entre algunos sectores sociales y políticos de Europa y EEUU. Las migraciones han provocado rechazo y favorecido posturas defensivas en numerosos países, el más notable ha sido el retiro de Inglaterra de la Unión Europea. A mediano plazo Inglaterra resentirá efectos adversos, disminuirá su preeminencia como centro financiero, dispondrá de menos recursos para su desarrollo tecnológico, inferior incidencia en la conducción de los intereses estratégicos de Europa y Occidente, e incluso encarará el riesgo que Escocia pida, y esta vez gane, un plebiscito para adquirir su independencia del Reino Unido y volver a la Unión Europea.
Estos hechos nos deben hacer reflexionar a los latinoamericanos sobre la conveniencia de seguir esa corriente en vez de avanzar en sentido contrario, integrando más a nuestras nacio-nes, y haciéndolo de manera flexible.
La caída de los precios de los recursos naturales reveló una vez más nuestra vulnerabilidad ante las oscilaciones de la economía china, igual como aconteció antes con la crisis financiera de EE.UU. en 2008. La alta dependencia de recursos naturales con bajo valor agregado y es-casa diversificación productiva e innovación tecnológica nos torna más dependientes. En este nuevo contexto, los países latinoamericanos estamos obligados a desplegar estrategias de especialización, buscar nuevas formas de financiamiento y de inserción en la economía mun-dial.
¿Qué acciones emprender para mejorar el posicionamiento latinoamericano?
1.- La transformación del MERCOSUR para superar su agotamiento. Creado a comienzos de los años 90, se concibió como un espacio protegido para estimular la industrialización y acelerar el crecimiento. Consiguió algunos logros, aunque transcurrido un cuarto de siglo los cuatro países están insatisfechos y exploran otros acuerdos internacionales. La presión por flexibilizar y autorizar negociaciones individuales ha aumentado y un objetivo común es arribar a un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. Si culminara favorablemente esa negociación casi todos los países de la región poseerían acuerdos con la Unión Europea (lo tienen los países de la Alianza del Pacifico y Centro América).
2.- Negociar que esas normas refrendadas en los acuerdos con la UE se otorguen recí-procamente entre todos los países latinoamericanos, lo cual podría significar un salto sus-tancial en la integración regional.
3.- La Alianza del Pacífico es un tercer impulsor de la integración. Está en sus inicios y repre-senta una innovación. Trasciende al comercio de bienes, que es una proporción baja (4%) del comercio total de sus miembros y ya el 92% de ese comercio está desgravado. La clave en-tonces es abrir nuevas esferas de coordinación, entre ellas se ha acordado la facilitación de comercio, estandarización de reglas fitosanitarias, digitalización, ventanillas únicas, normas de origen, movilidad de las personas, becas, investigaciones conjuntas, acuerdos financieros, coordinación de bolsas de comercio, administración de fondos de pensiones.
4.- La aproximación entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur. En América del Sur ese entendimiento alentaría la realización de proyectos de infraestructura, corredores bioceánicos, integración eléctrica, integración de infraestructura digital y normas comunes para dotar de una gran capacidad de conectividad a toda la región. También surgen acciones conjuntas como la instalación de oficinas de comercialización conjuntas en Asia y África, comercialización de alimentos y otras áreas, e investigaciones conjuntas para incorporar más tecnología a las em-presas.
5.- La articulación de cadenas de valor en torno a sectores de tecnología avanzada. Para lograrlo es indispensable promover la creación de empresas multilatinas, de propiedad latinoa-mericana e instaladas en distintos países de la región y que puedan crear redes regionales de valor.
Estos factores positivos deben ser un objetivo político compartido, que sin desconocer las dificultades, anteponga metas ambiciosas y actúe con procedimientos expeditos y flexibles. En este sentido la iniciativa chilena de una «convergencia en la diversidad» entre la Alianza y el Mercosur es una línea estratégica que debemos proseguir con entusiasmo. Cuando el mundo se torna más incierto y el cambio tecnológico más acelerado ganamos todos coordinando es-fuerzos en América Latina.
Sergio Bitar