Si bien la inteligencia artificial reemplaza trabajos existentes y abre nuevos modos de investigación, también produce el
crecimiento de la ignorancia.

Miguel Ángel Gutiérrez 1
Lunes, 30 de mayo de 202200:00 hs

fuente: https://www.losandes.com.ar/opinion/la-sociedad-del-conocimiento-y-sus-enemigos/
“Si queremos que nuestra civilización sobreviva, debemos romper con el hábito de reverenciar a los grandes hombres. Los grandes hombres pueden cometer grandes
errores, y … algunos de los más grandes líderes del pasado apoyaron el ataque perenne a la libertad y razón”.

Karl Popper “La sociedad abierta y sus enemigos.
1El autor es Licenciado en Ciencia Políticas, Graduado en Defensa Nacional, Doctor en Historia, dirige el Centro de Globalización y Prospectiva, nodo del Millennium Project,

Con este argumento, Popper critica al historicismo que sostiene la existencia de leyes naturales rigiendo el desarrollo inexorable del mundo y a pensadores tal cual Platón,
Marx, Hegel, como expresiones del totalitarismo:
A las puertas de la sociedad del conocimiento vale preguntarnos por ésta y quienes la combaten. Abundan las definiciones, muchas se apoyan en el crecimiento de las
tecnologías de la información y las comunicaciones que producen constantemente nuevos conocimientos que transforman las múltiples dimensiones del comportamiento humano,
culturas y estilos de vida.
Se destacan características varias: reproducción continua, omnipresencia, extensión, velocidad incremental, multidimensionalidad, interactividad y su capacidad de generar
valor. Si este último es componente esencial es claro que transformará radicalmente la forma de producir, comerciar, consumir, vivir.

Si el conocimiento es un valor, su acumulación no garantiza que su distribución sea adecuada a las necesidades de cada sociedad o cada individuo. Lo que individuos
incorporan a su cerebro, es sólo parcial y no necesariamente el requerido para satisfacer su extensa gama de necesidades.
Asimismo el factor aceleración en la producción de conocimientos valida la afirmación de Asimov: “La parte más triste de la vida en este momento es que la ciencia reúne el
conocimiento más rápidamente que la sociedad reúne la sabiduría.
”El romanticismo que acompaña cambios y revoluciones los embellece y presentan como un avance permanente de las ciencias y la tecnologías en todos los campos contra
la ignorancia. Pero lejos está de suprimirla; la ignorancia está en la esencia del hombre, como reconociera Sócrates. El principal enemigo es la ignorancia, y ésta no disminuye por
nuevos avances o descubrimientos, porque la ignorancia no es algo terminado, también crece en términos dialécticos.
Tampoco cualquier conocimiento es útil, la renovación crecientemente acelerada del mismo vuelve a muchos obsoletos y aún peligrosos si se aplican para enfrentar
situaciones nuevas. Tal la mentalidad, que Svetlana Aleksiévich retratara en su libro: “El fin del homo soviético”. Su premonitoria afirmación al recibir el nobel de literatura 2015,
“El tiempo ha dado marcha atrás….vivimos en una época de segunda mano”, es una explicación de la guerra que conmociona al mundo. El resto del liderazgo político mundial,
no muestra capacidad para escapar de estos esquemas . Lo que es aún más válido respecto al conocimiento institucionalizado. Conceptos e ideas obsoletas pueden llevar a
decisiones sin retorno.
La evolución de la sociedad del conocimiento genera una cultura de avanzada científico-tecnológica globalizada, cuya dispar extensión y aplicación incrementa la brecha entre
ricos y pobres, no sólo en dinero sino, principalmente en conocimiento, con efectos aún más graves.
Las grandes plataformas digitales, principalmente estadounidenses y chinas, con su multi-ubicuidad sectorial, geográfica, física y digital, concentran un poder económico sin
precedentes en la historia del capitalismo. Liderando la investigación y desarrollo de tecnologías clave, con su concentración monopólica, pueden incluso condicionar gobierno
y regulaciones, como hasta hoy lo ha hecho la energía. Aunque la apropiación corporativa del conocimiento supone competencia; la producción de nuevos conocimientos no es
posible sin la colaboración.
En política, el conocimiento fundado en datos, información y análisis, -que debiera asistir la decisión-, encuentra instituciones, burocracias y sistemas que encubren buena parte de
la información política que no llega a la sociedad, generando ignorancia que deviene en inacción. Una relativa ignorancia de sus individuos sobre la información y el análisis que
fundamenta la gestión es funcional a un Estado que centraliza la decisión política. El conocimiento está asociado a ésta, por lo que podemos suponer una asociación entre
ignorancia y pasividad. La desinformación genera polarización, restringiendo el disenso y clausurando debates con serias implicancias para el sistema democrático.
Si bien la inteligencia artificial reemplaza trabajos existentes y abre nuevos modos y áreas de investigación, también produce el crecimiento de la ignorancia; pero no es sólo la
ignorancia quien se enfrenta con el conocimiento: ya mencionamos el crecimiento de la desigualdad, del desempleo, de la exclusión; podemos agregar el déficit de liderazgo;
nuevas formas de conflictos geopolíticos, la degradación de la democracias y la carencia de una gobernanza global para riesgos de supervivencia de la humanidad.
Transparentar la información, capacitar para el análisis, generar múltiples eco-sistemas de conocimientos y articular diferentes vías de acceso junto a la ciencia, como el arte, la
espiritualidad, la mirada a la naturaleza; es el desafío para enfrentar la crisis de sentido y la fragmentación del conocimiento en el mundo globalizado y democratizar la transición a
la sociedad del conocimiento.