La industria 4.0, un desafío para un nuevo modelo de desarrollo

La visión más usual del mundo, abreva en la geografía y la política, un mapamundi dividido en naciones.

La industria ha sido una forma de integración de capacidades: de negocios, de tecnologías y de información. Apoyada en los tradicionales factores de producción: capital, trabajo y materias primas, para llegar a diversos mercados, cada vez más alejados y de creciente volumen.

En cada una de las etapas de la llamada revolución industrial la infraestructura necesaria para su desarrollo fue generada por innovaciones disruptivas en relación con los modos de producción tradicionales.

En la primera con el carbón, inicialmente, y por el motor a vapor luego, lo que posibilitó la mecanización de los procesos productivos, (textiles) y supuso una fuente de riqueza para las naciones y de su radio de expansión, principalmente el Reino Unido y Europa y la América anglosajona.

En la segunda por la electricidad, el gas y el petróleo, (apoyados en la física y en la química), nuevos medios de transporte (automóvil, avión) y de comunicación (telégrafo, radio) lo que generó la primera globalización mediante una progresiva internacionalización de la economía, alcanzando escala mundial.

 En la tercera, denominada también “científica y tecnológica” por la convergencia de las nuevas tecnologías (microelectrónica, bioquímica) de información y comunicación, con nuevos sistemas de generación energética. Su alcance incluyó como actores de importancia a Japón, China, India y el sudeste asiático.

Las tecnologías de comunicación mediante modulación de ondas electromagnéticas a través del espacio, constituyen la infraestructura que permite múltiples desarrollos disruptivos respecto de la producción industrial anterior.

La integración de bits y átomos (mundos digital y físico) lleva a la 4ta. Revolución Industrial.

La fabricación inteligente aplica: Inteligencia Artificial (AI), Robótica, bio y nano tecnologías, virtualización, impresión 3 y 4D, entre otras tecnologías, para múltiples soluciones de automatización totalmente integradas.

Esta integración de conocimiento, de cadenas de suministros y de usuarios finales transformará irreversiblemente todos los procesos industriales y gran parte de los procesos sociales, económicos y políticos; haciendo de la vida algo más complejo, incierto, competitivo, y cada vez más acelerado, sin que la localización física implique limite alguno para los bits y los qubits, verdaderos ciudadanos globales.

Lo que vale tanto para bienes, servicios e incluso trabajo y empleo.

Muchos ven en las nuevas tecnologías, la clave del crecimiento, pero no se pueden ignorar sus riesgos.

El desarrollo económico de nuestros países estará cada vez más sujeto a la subas y bajas de la economía global.

El conflicto de EEUU con Huawei, más allá de entenderlo como un simple exabrupto de Trump, explica la preocupación por el dominio de las más avanzadas redes de comunicación, que serán las facilitadoras del nuevo desarrollo industrial.

Dado que las conexiones vía Internet mediante la red 5G que soporta una gran capacidad de datos a alta velocidad, siendo 20 veces más rápidas que la actual 4G, con lo que es dable esperar que humanos y “cosas” estén prácticamente en linea en todo momento y lugar.

Pero lo cierto es que ello no llegará al mismo tiempo a todas las comunidades e individuos, lo que quedará mediatizado por las conveniencias de los mercados.

La visión más usual del mundo, abreva en la geografía y la política, un mapamundi divido en naciones. La globalización impulsa nuevas formas de asociación económica, social y política, con nuevos actores y fuerzas dinámicas, una cartografía de anticipación para ver el mundo de las próximas décadas podría ser algo similar al gráfico que ilustra esta nota.

En este mundo el mayor riesgo de muchas economías sumergidas y emergentes es la perdida de empleos y la obsolescencia de de sus modelos de negocios asentados en una concepción del desarrollo basada en la transición de economías primarias a industriales.
La falta de información sobre los cambios tecnológicos en curso y los de las próximas décadas, suma al desempleo la carencia de sistemas de educación y formación profesional acorde a dicha transformación tecnológica.
La Industria 4.0 exige información, habilidades, mentalidades y herramientas adecuadas para pensar creativa y colectivamente, para tomar ventaja de las tecnologías en forma inteligente.

Perfil

Miguel Ángel Gutierrez

El autor en graduado en Ciencias Políticas, Doctor en Historia, Investigador de Futuros. Dirige el Centro Latinoamericano de Globalización y Prospectiva, nodo del Millennium Project.