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Nuevo modelo de desarrollo, Industria 4.0

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La industria 4.0, un desafío para un nuevo modelo de desarrollo

La visión más usual del mundo, abreva en la geografía y la política, un mapamundi dividido en naciones.

La industria ha sido una forma de integración de capacidades: de negocios, de tecnologías y de información. Apoyada en los tradicionales factores de producción: capital, trabajo y materias primas, para llegar a diversos mercados, cada vez más alejados y de creciente volumen.

En cada una de las etapas de la llamada revolución industrial la infraestructura necesaria para su desarrollo fue generada por innovaciones disruptivas en relación con los modos de producción tradicionales.

En la primera con el carbón, inicialmente, y por el motor a vapor luego, lo que posibilitó la mecanización de los procesos productivos, (textiles) y supuso una fuente de riqueza para las naciones y de su radio de expansión, principalmente el Reino Unido y Europa y la América anglosajona.

En la segunda por la electricidad, el gas y el petróleo, (apoyados en la física y en la química), nuevos medios de transporte (automóvil, avión) y de comunicación (telégrafo, radio) lo que generó la primera globalización mediante una progresiva internacionalización de la economía, alcanzando escala mundial.

 En la tercera, denominada también “científica y tecnológica” por la convergencia de las nuevas tecnologías (microelectrónica, bioquímica) de información y comunicación, con nuevos sistemas de generación energética. Su alcance incluyó como actores de importancia a Japón, China, India y el sudeste asiático.

Las tecnologías de comunicación mediante modulación de ondas electromagnéticas a través del espacio, constituyen la infraestructura que permite múltiples desarrollos disruptivos respecto de la producción industrial anterior.

La integración de bits y átomos (mundos digital y físico) lleva a la 4ta. Revolución Industrial.

La fabricación inteligente aplica: Inteligencia Artificial (AI), Robótica, bio y nano tecnologías, virtualización, impresión 3 y 4D, entre otras tecnologías, para múltiples soluciones de automatización totalmente integradas.

Esta integración de conocimiento, de cadenas de suministros y de usuarios finales transformará irreversiblemente todos los procesos industriales y gran parte de los procesos sociales, económicos y políticos; haciendo de la vida algo más complejo, incierto, competitivo, y cada vez más acelerado, sin que la localización física implique limite alguno para los bits y los qubits, verdaderos ciudadanos globales.

Lo que vale tanto para bienes, servicios e incluso trabajo y empleo.

Muchos ven en las nuevas tecnologías, la clave del crecimiento, pero no se pueden ignorar sus riesgos.

El desarrollo económico de nuestros países estará cada vez más sujeto a la subas y bajas de la economía global.

El conflicto de EEUU con Huawei, más allá de entenderlo como un simple exabrupto de Trump, explica la preocupación por el dominio de las más avanzadas redes de comunicación, que serán las facilitadoras del nuevo desarrollo industrial.

Dado que las conexiones vía Internet mediante la red 5G que soporta una gran capacidad de datos a alta velocidad, siendo 20 veces más rápidas que la actual 4G, con lo que es dable esperar que humanos y “cosas” estén prácticamente en linea en todo momento y lugar.

Pero lo cierto es que ello no llegará al mismo tiempo a todas las comunidades e individuos, lo que quedará mediatizado por las conveniencias de los mercados.

La visión más usual del mundo, abreva en la geografía y la política, un mapamundi divido en naciones. La globalización impulsa nuevas formas de asociación económica, social y política, con nuevos actores y fuerzas dinámicas, una cartografía de anticipación para ver el mundo de las próximas décadas podría ser algo similar al gráfico que ilustra esta nota.

En este mundo el mayor riesgo de muchas economías sumergidas y emergentes es la perdida de empleos y la obsolescencia de de sus modelos de negocios asentados en una concepción del desarrollo basada en la transición de economías primarias a industriales.
La falta de información sobre los cambios tecnológicos en curso y los de las próximas décadas, suma al desempleo la carencia de sistemas de educación y formación profesional acorde a dicha transformación tecnológica.
La Industria 4.0 exige información, habilidades, mentalidades y herramientas adecuadas para pensar creativa y colectivamente, para tomar ventaja de las tecnologías en forma inteligente.

Perfil

Miguel Ángel Gutierrez

El autor en graduado en Ciencias Políticas, Doctor en Historia, Investigador de Futuros. Dirige el Centro Latinoamericano de Globalización y Prospectiva, nodo del Millennium Project.

El pensamiento sistémico cualitativo como práctica reflexiva del futuro

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Elogios avanzados para el nuevo libro de Anthony Hodgson

Daniel Christian Wahl 12 de enero de 2019

Tengo el placer y el privilegio de contar a Tony como amigo, mentor y colega desde hace más de una década. Nos conectamos a través de un taller de sostenibilidad del UNITAR en Escocia que yo co-organicé y facilité y al que asistió su esposa. El nombre de su compañía, Decision Integrity Ltd., despertó mi curiosidad. Investigué un poco y me sorprendieron los muchos paralelismos y conexiones que encontré con otros mentores clave como Brian Goodwin y Henri Bortoft. Nuestra primera conversación fue una conversación de cuatro horas de duración, al final de la cual ambos estábamos emocionados y sorprendidos de cómo había pasado el tiempo.

Tony me invitó al Foro Internacional de Futuros en 2009. Me dio la oportunidad de trabajar con él en el pilotaje de las primeras versiones del IFF World Game. En 2010 me contrató a través de su consultoría para investigar y aplicar el pensamiento de sistemas completos y el Modelo de Sistemas Mundiales IFF a dos proyectos de Foresight en el Reino Unido. En una de ellas, trazamos un mapa de la dimensión internacional del impacto del cambio climático en 17 regiones del mundo y cómo éstas afectarían, a su vez, al futuro del Reino Unido. Por otro, tratamos de revelar patrones sistémicos y darle sentido visual a la investigación que un equipo de expertos había realizado sobre la migración y el cambio ambiental global.

Tony y yo también hemos impartido una serie de talleres en tres partes sobre «Pensamiento de Sistemas Aplicados» en Findhorn College, colaborado en varios proyectos del Foro Internacional de Futuros sobre «Resiliencia Transformativa», «El Marco de los 3 Horizontes» y «Ciencia y Política de Segundo Orden»; y ocasionalmente me uní a una reunión o apoyé los esfuerzos hacia la creación de H3uni. En resumen, he tenido la oportunidad de aprender de este notable anciano sabio. Además, me da la sensación de que nuestra amistad ha sido mutuamente fructífera. Todavía recuerdo a Tony tomándome el pelo por tener un doctorado en nuestras primeras colaboraciones. Más tarde completó su doctorado en ciencias de sistemas poco antes de cumplir 80 años.

Es para mí un placer que me hayan pedido que lea y revise su próximo libro. Disfruté mucho del primer libro de Tony, Ready for Anything: Designing Resilience for a Transforming World World, en el que explica el Modelo de Sistemas Mundiales y el Juego Mundial que desarrolló con colegas de la IFF y documenta sus diversas aplicaciones.

El nuevo libro de Tony – Systems Thinking for a Turbulent World: A Search for New Perspectives (actualmente en revisión con Routledge) – nos invita a convertirnos en practicantes reflexivos del arte y la ciencia de rediseñar y co-crear un futuro incierto a través de una apreciación más profunda de las cualidades inherentes al potencial futuro del momento presente.

El libro ofrece nuevas formas de abrazar la incertidumbre en un mundo complejo y, sin embargo, encontrar formas constructivas de colaborar con otros dispuestos a trazar nuestro camino colectivo hacia un futuro que nos sorprenderá y al mismo tiempo tomar en serio nuestra agencia co-creativa para afectar ese futuro.

Tony recuerda gentilmente al lector sobre la necesaria humildad y sensibilidad a los patrones con los que este turbulento mundo nuestro exige que se cumpla, si esperamos trazar un camino sabio hacia el futuro. Él mismo es un experto practicante versado en el arte de facilitar el surgimiento de la inteligencia colectiva para dar sentido a la complejidad. Muchas técnicas para este importante trabajo Tony se desarrolló y refinó a sí mismo en más de 50 años de consultoría y práctica de futuros.

Este libro es un curso intensivo de alto nivel en ciencia de sistemas, futuros, integración multi-perspectiva, anticipación y repaso. ¿Ya estás intrigado? Deja que Tony te guíe en este viaje hacia la práctica reflexiva, la conciencia anticipatoria y el aumento de la capacidad de saborear y trabajar con otros en la re-percepción cualitativa del potencial futuro del momento presente.

Systems Thinking for a Turbulent World es un libro oportuno ofrecido por un anciano experimentado para que podamos aprender colectivamente a sacar lo mejor de los tiempos turbulentos que se avecinan. Nos invita a entender el pensamiento sistémico no como un ejercicio intelectual para los académicos en su torre de marfil, sino como una «práctica cualitativa» que depende del desarrollo de una nueva capacidad de pensamiento dinámico.

Tony sugiere que la crisis de percepción o las crisis de conciencia que subyacen en muchas de las crisis convergentes a las que nos enfrentamos se remontan a «nuestra incapacidad para apreciar la naturaleza de la totalidad y el papel que las cualidades desempeñan en los procesos estructurados, ya sea externos a nosotros mismos o internos a nuestras percepciones». Sugiere que nuestra tendencia a «tratar estos dos aspectos como separados en lugar de como una participación sin fisuras en el proceso mundial a través de nuestra conciencia» intensifica aún más en lugar de resolver estas crisis.

«Sin el sentido de integridad, no cultivamos las percepciones y habilidades para navegar en el mundo hiperturbulento. Para entender esta visión de la comprensión es fundamental la apreciación de la relación entre estructura y proceso». - Anthony Hodgson

El’entendimiento’ hacia el que Tony trata de guiarnos en este notable libro que posiblemente (todavía) se adelanta a su tiempo «combina la visión de Gregory Bateson sobre’el patrón que conecta’ con la’matriz’ de Heinz von Foerster que encarna’ y la noción de Varela de cognición enactiva donde ni la representación ni el mecanismo por sí solos explican el conocimiento».

Systemic realityLa realidad sistémica como proceso participativo recurrente (Sharpe)

Tony argumenta que a medida que investigamos la naturaleza de la relación estructura-proceso aún más profundamente, llegamos a ver a la pareja como un dilema: «si nos concentramos totalmente en los sistemas como una propiedad externa del mundo, entonces nos divorciaremos cada vez más de nuestra presencia en sus aplicaciones. Por otro lado, si nos concentramos exclusivamente en la reflexión y el filosofar, nos divorciaremos de la práctica significativa».

La tensión creativa de la polaridad de este dilema podría no ser resoluble, sino que tenemos que aprender a navegarlo sabiamente. Esto nos desafía a practicar la innovación transformadora continua impulsada por la repaternidad participativa. El libro de Tony introduce un enfoque tan dinámico del pensamiento sistémico «que integra la objetividad de los sistemas con la subjetividad del pensamiento» y nos recuerda que «navegar el dilema requiere también la integración del pensamiento futuro». Argumenta que el «valor de un dilema consciente es que crea un espacio generativo continuo. Es una historia en continua evolución».

Tony admite hacia el final del libro que «todavía no tenemos una forma de pensamiento sistémico que abarque plenamente la percepción de las cualidades» y sugiere que su antiguo mentor (J.G. Bennett) ‘General Systematics’ podría seguir siendo el mejor candidato para ser una base sólida para el «pensamiento sistémico cualitativo» que distingue un conjunto de patrones genéricos que conectan «el mundo de los hechos con el mundo de los valores de manera recíproca».

Entre las cualidades fundamentales que J.G. Bennett y sus colegas sugirieron que debemos prestar más atención si queremos participar en un pensamiento sistémico cualitativo y dinámico que nos permita relacionarnos con sistemas como el «despliegue orgánico» se encuentran las siguientes:

  1. «la integridad como unidad en la diversidad y la diversidad en la unidad
  2. complementariedad desde la dependencia mutua de polos opuestos
  3. relaciones que permiten el dinamismo y el cambio
  4. orden que permite un campo de acción
  5. importancia derivada del compromiso recíproco entre el sistema y el contexto
  6. coherencia derivada de la coalescencia de los factores esenciales de sustentación
  7. Manifestación a través de la interacción de la estructura y el proceso.
  8. holismo entrelazando autonomía e integración
  9. transformación a través de la correlación de procesos independientes pero mutuamente relevantes».

Tony sugiere que se está desarrollando un nuevo enfoque del pensamiento sistémico aplicado como práctica reflexiva de futuros que prestará mayor atención a estas cualidades. Este enfoque podría «empezar a reconectar nuestro mundo fragmentado y descompuesto y descubrir vías para la reintegración de los seres humanos en la naturaleza y un mejor entendimiento intercultural». Que así sea!

NOTA: Esta revisión se basa en un manuscrito aún en revisión. Systems Thinking for a Turbulent World: A Search for New Perspectives de Anthony Hodgson será publicado por Routledge (muy probablemente) a finales de este año.]

Lecturas adicionales de Anthony Hodgson:

  • Hacia una ontología del momento actual, Anthony Hodgson, en On The Horizon Vol x (2013) Emerald Publications
  • A Transdiciplinary World Model, Anthony Hodgson, en Systems Research and Behavioural Science, Vol (2012) John Wiley
  • Una imagen de integridad global; Los parámetros de una sociedad global iluminada, Anthony Hodgson, en Network Review Spring 2011
  • Ver en Múltiples Horizontes: Connecting Futures to Strategies, Andrew Curry y Anthony Hodgson, The Journal of Futures Studies Volumen 13 Número 1 (2008)
  • Apreciando el futuro, Anthony Hodgson, en – Scenarios for SuccessEditors Bill Sharpe y Kees van der Heijden (2007) John Wiley
  • Ready for Anything: Designing Resilience for a Transforming World, Anthony Hodgson, (2011) Triarchy Press, Reino Unido

 

Dr. Anthony HodgsonDr. Anthony Hodgson (Fuente de la imagen)

Fuente: https://medium.com/activate-the-future/qualitative-systems-thinking-as-a-reflexive-futures-practice-b61d51881c8c

Traducción realizada www.DeepL.com/Translator por Lucio Mauricio Henao V Junio 6 2019

Este estratega militar de EE.UU. quiere usar los sueños para predecir el futuro.

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El futurista líder, John L. Petersen, del Instituto Arlington de los Estados Unidos, comparte sus estrategias para navegar por un mundo en movimiento.

Por Vanessa Gu 29 MAYO 2019   https://govinsider.asia/

Durante siglos los oráculos han utilizado los sueños para predecir el futuro. El personaje bíblico José interpretó los sueños del rey egipcio y evitó una hambruna. En la antigua Roma, la esposa de César soñaba con su cuerpo ensangrentado el día de su asesinato.

Estos escenarios pueden parecer folclóricos, pero John L. Petersen, un eminente futurista que fundó el centro de estudios del Instituto Arlington en Washington DC, dice que los sueños pueden ser utilizados por los funcionarios públicos para crear estrategias. Esto es especialmente relevante en un mundo volátil y cambiante, donde «nada en el pasado te da una buena tendencia o una buena indicación de lo que podría venir», afirma.

Petersen ha trabajado con el Colegio Nacional de Guerra de los Estados Unidos y también ayudó a Singapur a desarrollar el primer sistema de superordenador nacional de “escaneo de horizontes” del mundo. Habló con GovInsider sobre la importancia de usar formas no convencionales para ayudar a los funcionarios públicos a esperar lo inesperado.

Soñando con futuros

¿Pueden los sueños predecir el futuro? Aunque nadie puede entenderlo del todo, Petersen dice que «la gente muy dispersa comienza a tener sueños dramáticos y precognitivos antes de los próximos eventos de gran magnitud». Cree que si los sueños pueden ser recogidos y analizados de manera significativa, puede ayudar a identificar y preparar estos escenarios.

Los ataques a la Torre Gemela del 11 de septiembre en los Estados Unidos conmocionaron al mundo. Sin que la mayoría lo supiera, Petersen dijo que un soñador que trabajaba con Scotland Yard había notificado a la embajada estadounidense en Londres dos semanas antes del ataque. Después de los ataques, tuvo acceso a 300 estudios de caso de personas que tenían sueños muy vívidos e inusuales hasta seis meses antes del ataque.

Explica que «la tecnología avanzada [puede ser usada] para analizarlos y agruparlos, y luego ordenarlos visualmente de tal manera que puedan predecir los próximos eventos». Si se recoge durante un largo período de tiempo, Petersen cree que puede convertirse en «un sistema de predicción preciso y basado en la multitud».

Dice que vivimos en un tiempo sin precedentes en el que «no sólo podemos entender lo que está sucediendo, sino que también estamos posicionados para dar forma al futuro». En lugar de planificar unos pocos escenarios, Petersen dice que las herramientas disponibles hoy en día amplían la posibilidad de identificar posibles «comodines»: eventos de baja probabilidad y alto impacto que sorprenden a la mayoría de la gente.

Evolución para la revolución

El cambio va a ser impulsado cada vez más por pequeños grupos de elites, dice Petersen, y el gobierno debe adaptarse. El futurista cree que las tendencias globales «van a empoderar a un pequeño sector de la humanidad para que evolucione hacia un nivel más alto de conciencia, operación, sensibilidad y sofisticación».

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«Un pequeño sector de la humanidad [evolucionará] hacia un nivel superior de conciencia»

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Sin embargo, estos grupos no van a estar en posiciones tradicionales de autoridad, y emergerán en los bolsillos de todo el mundo. Van a «encontrar una nueva forma de operar», dice. Desde #MeToo hasta el ascenso de la activista climática de 16 años Greta Thunberg, los medios sociales han permitido a los individuos afirmar rápidamente su poder sobre el gobierno y crear movimientos poderosos.

Petersen cree que lo mejor que puede hacer el sector público es ser «sensible a todo tipo de fuentes de todo tipo de lugares». Se trata de estar preparado para un cambio rápido y de supervisar las señales sociales subyacentes.

Las grandes perturbaciones que se avecinan

Hay cuatro tendencias principales que crean un cambio masivo, advierte: el cambio climático, la inteligencia artificial, los avances científicos y la erosión de la confianza en las instituciones. Esto cambiará fundamentalmente la forma en que entendemos la realidad y, por lo tanto, la forma en que vivimos, dice Petersen.

Los seres vivos están intrincadamente ligados al medio ambiente, y cualquier cambio en él puede alterar «las emociones, la biología y las interacciones sociales», según Petersen. El cambio climático podría poner fin a las suposiciones comunes sobre los alimentos, la disponibilidad de energía y nuestras estructuras sociales básicas.

Mientras tanto, la tecnología está cambiando la naturaleza del trabajo, a medida que los trabajos de manufactura son asumidos gradualmente por la robótica. La Inteligencia Artificial amenaza con volverse más capaz que los humanos, y puede «duplicarse millones de veces», dice Petersen. Esto plantea interrogantes sobre la existencia humana como la especie dominante en el planeta.

Los tecnólogos están empujando las fronteras para encontrar soluciones en un mundo en el que los recursos están disminuyendo y los efectos del cambio climático son cada vez más pronunciados. Si bien estas fuerzas podrían conducir a «nuevas capacidades» para bien, también podrían descubrir avances científicos que tal vez no estemos preparados para abordar, como la vida extraterrestre y la manipulación del tiempo y el espacio.

La confianza en establecimientos centenarios también se está erosionando a medida que grupos de personas se desencantan cada vez más por una estructura de liderazgo de arriba hacia abajo. Los problemas de la Unión Europea y de la Iglesia Católica son signos de esta desconfianza. A medida que las noticias falsas desdibujan la línea entre la verdad y la mentira, los gobiernos van a tener cada vez más dificultades para mantener la confianza.

Diseñado para responder, no para predecir

Para anticiparse a estas tendencias, es necesario descentralizar a los gobiernos para que puedan tomar decisiones rápidamente y aumentar su apetito por los riesgos. En lugar de tratar de predecir con precisión el futuro, dice Petersen, el sector público necesita esperar sorpresas en cada momento.

Esto requerirá que las personas del nivel más bajo del gobierno tengan un interés en dar forma al futuro. «El primer tipo que ve el problema puede generar un tipo de respuesta significativa porque está capacitado para hacerlo», explica Petersen. Para que eso suceda, se necesita una cultura abierta de compartir y comunicar objetivos claros.

«Hay que estar dispuesto a asumir riesgos», agrega Petersen, tratando de hacer más y aprendiendo de los fracasos. Dice que esto requerirá un cambio fundamental en «la visión central, la estructura y el metabolismo de un gobierno». En un mundo donde hay múltiples partes móviles, la única manera de adaptarse es no dejarse sorprender por las sorpresas.

En otras palabras, los funcionarios deben soñar en grande, compartir el poder y esperar lo inesperado. Si ignoran los oráculos y los finos mechones del futuro, entonces, como César, se enfrentarán a sus propios idus de marzo.

Fuente original en inglés: https://govinsider.asia/connected-gov/exclusive-this-us-military-strategist-wants-to-use-dreams-to-predict-the-future/

Traducción Lucio Henao Proseres

¿Qué harán nuestros hijos en el 2030? 20 Trabajos del futuro

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Por: Alexandra Whittington / April Koury / Helena Calle / Rohit Talwar / Steve Wells

En enero de 2010 escribimos un informe para el gobierno del Reino Unido sobre La forma de los empleos que vendrán. El estudio puso de relieve los nuevos puestos de trabajo que podrían surgir en la economía mundial para 2030 como resultado de los avances exponenciales y los avances de la ciencia y la tecnología. Muchos de ellos son ahora empleos reales y es probable que el resto se materialice.

Como actualización de estas ideas, en nuestros recientes libros The Future of Business, Beyond Genuine Stupidity – Ensuring AI Serves Humanity (El futuro al servicio de la humanidad) y The Future Reinvent – Reimagining Life, Society, and Business (Reimaginando la vida, la sociedad y los negocios), analizamos toda una serie de nuevas industrias y profesiones que podrían surgir como resultado de estos avances exponenciales. A continuación se presenta una selección de 20 nuevos puestos de trabajo que, en nuestra opinión, podrían pasar a primer plano en la próxima década.

El ritmo exponencial del avance de la ciencia y la tecnología va a permitir cambios drásticos en la sociedad. Los avances en inteligencia artificial (IA), robótica, vehículos autónomos, cadenas de bloqueo, mejora humana e hiperconectividad ayudarán a transformar las industrias, posibilitarán el nacimiento de nuevos sectores y conducirán a un conjunto totalmente nuevo de profesiones y empleos. Estas nuevas profesiones podrían basarse en múltiples disciplinas subyacentes. Aquí hay algunos ejemplos:

Servicios de Estilo de Vida

1) Gestor de vida para los desconcertados de la tecnología – Aquellos que luchan con la tecnología y se quedan atrás en el nuevo orden mundial podrían encontrarse bajo la tutela de los trabajadores sociales de hace poco tiempo. Estos Gerentes de Vida supervisarían cada una de nuestras decisiones, nos guiarían en cómo navegar el día a día, y nos ayudarían a asegurarnos de que usamos nuestras finanzas o ingresos básicos garantizados de una manera sostenible.

 

2) Robo-Nanny – Reemplazando a la niñera humana o la “au pair”, los futuros cuidadores de niños robóticos podrían convertirse en un compañero constante de nuestros niños en cada etapa de su desarrollo. Cada faceta de su carácter puede ser seleccionada y retocada por los padres – inteligencia emocional, valores, ética, niveles de optimismo, e incluso cómo el bot responde a situaciones difíciles como el fallecimiento de un abuelo. El bot también podría programarse para introducir nuevos temas de aprendizaje, idiomas y habilidades para la vida según sea necesario.

 

3) Consultor de Compatibilidad Sexual – El riesgo de elegir una pareja inapropiada y luego tener un hijo «equivocado» podría dar lugar a la aparición de especialistas en compatibilidad. Estos expertos usarían algoritmos de inteligencia artificial para evaluar todo, desde el coeficiente intelectual y el coeficiente intelectual hasta la composición genética y los antecedentes médicos de la familia, para tratar de asegurarnos de que encontremos la pareja adecuada para el apareamiento.

 

4) Consejeros de relaciones de longevidad – Con seres humanos que se espera que vivan más de 120 años y la tecnología continúa desdibujando la línea entre el robot y el ser humano, pueden surgir nuevos tipos de consejeros matrimoniales y de relaciones. Estos consejeros de por vida ayudarán a entrenar y guiar a los individuos y a sus muchas parejas a través de todas las etapas y tipos de relaciones, desde la monogamia tradicional hasta la poligamia e incluso entremezclamientos de la RV humana o robot humano.

 

5) Planificador de Fin de Vida / Estratega de Muerte – A medida que la duración de la vida se extiende para aquellos que pueden permitírselo, decidir cuándo morir se convierte en una decisión difícil. Nuestras elecciones deberán tener en cuenta criterios emocionales, de atención médica, familiares, económicos y de planificación fiscal al tomar las decisiones. Esto dará lugar a una nueva profesión de gestión de la muerte – en parte médico general, en parte asesor financiero, en parte terapeuta familiar y en parte consejero de duelo.

 

6) Educadores de Forrajes Urbanos – En la próxima década y más allá, la escasez de alimentos puede forzar a más gente del mundo a buscar alimentos saludables. En las ciudades, donde se concentrará la mayor parte de la población, la educación sobre la alimentación urbana puede convertirse en una cuestión de supervivencia. Puede haber una demanda futura de expertos para capacitar al público en la identificación de plantas venenosas, malezas comestibles y frutas u hortalizas silvestres, de modo que la población pueda sobrevivir a la futura escasez de alimentos. Las escuelas, los gobiernos y los proveedores privados de educación pueden tratar de contratar a expertos en forrajeo urbano. Los futuros profesionales de la alimentación podrían llegar a ser tan queridos (y comercializables) como los famosos chefs de hoy en día.

Especialistas en mejoras

7) Especialistas en Adaptación de la Memoria – Un especialista en memoria puede ayudarnos a modificar nuestras memorias y reducir los problemas de salud mental. La gente sería capaz de borrar los recuerdos traumáticos y reemplazarlos con recuerdos positivos. El proceso puede ser conducido por un especialista con formación en psicoterapia y neurociencia. Modificar nuestros recuerdos podría tener un gran impacto en nuestra personalidad. El especialista en memoria le ayudará a elegir los eventos traumáticos que necesita borrar. El procedimiento de sustitución se llevaría a cabo tras una serie de consultas introspectivas. Un amplio catálogo de recuerdos agradables estará disponible para su elección. La gente elegiría lo que quiere recordar.

8) Técnico en Mejoramiento Humano – Como sociedad, estamos comenzando a aumentar el cuerpo humano con mejoras químicas, genéticas, electrónicas y físicas. Los talleres de carrocería aparecerán en la calle principal, donde técnicos debidamente capacitados podrán realizar estas actualizaciones, administrando medicamentos nootrópicos, modificaciones genéticas, extremidades impresas en 3D y estimulación cerebral electrónica.

9) Conserje de Cryogenia – A medida que más personas opten por la conservación criogénica al final de su vida o cerca de ella, necesitarán asesoramiento especializado. El crioconserje le proporcionará orientación sobre los diferentes tipos de procedimientos de criocirugía, los costos, la planificación financiera, los derechos y responsabilidades de la familia, lo que sucede cuando usted es regenerado, el seguro y cómo manejar la muerte.

Nuevos roles sociales

10) Revisor Independiente de Hechos – Este papel ya existe en cierta medida, pero se vuelve cada vez más esencial a medida que crece la preocupación por la proliferación de noticias falsas, las compañías exageran sus afirmaciones de marketing y los políticos discuten sobre la veracidad de las declaraciones de los demás. Estos árbitros de la verdad utilizarán una serie de sistemas de inteligencia artificial para comprobar la verdad y el origen de cada afirmación y hecho. Los clientes les pagarán por estos servicios y por una evaluación regularmente actualizada de la veracidad y exactitud de sus propias declaraciones. Las tablas de honestidad pública proporcionadas por los inspectores influirán en la reputación y la fortuna de las empresas, los políticos y los partidos políticos.

11) Crypto Detective – La propagación de las monedas criptográficas y las ofertas iniciales de monedas ha llevado a altos niveles de fraude y preocupaciones sobre la escala de las transacciones de economía sumergida basadas en criptografía. Se requerirán detectives especializados respaldados por AI para desentrañar la delincuencia en la criptosfera.

12) Susurradores de robots – Los robots artificialmente inteligentes pueden constituir una parte significativa de la futura fuerza de trabajo en el comercio minorista, el servicio de alimentos y la hostelería. Las compañías que despliegan estos robots pueden requerir que un personal de susurradores de robots humanos profesionales haga guardia siempre que los robots interactúen con el público. Este trabajo implicaría el monitoreo entre bastidores de chefs robóticos y robots de servicio al cliente para asegurarse de que no atropellen el pie de una persona o golpeen una parrilla de gas o causen otros peligros similares. El Susurrador también supervisaría los cambios de comportamiento no deseados a medida que los robots aprenden de su entorno y se adaptan a él. Aunque los empleados robóticos pueden ser altamente eficientes y autónomos, es posible que estímulos inesperados en el ambiente puedan resultar en accidentes o lesiones. Los susurradores de robots serían una profesión orientada a inculcar la confianza del público en los trabajadores de robots.

13) Especialista en Resolución de Conflictos Inter-AI – Los IAs necesitarán cada vez más colaboración. Nuestro asistente personal inteligente puede necesitar interactuar con los IAs de nuestro banco, nuestros empleadores y todos los proveedores que nos atienden. No todos los IAs nacerán iguales o tendrán objetivos comunes, por lo que podrían surgir disputas. Los árbitros humanos pueden necesitar intervenir para obtener el mejor resultado para la humanidad en estas disputas.

14) Coordinador de Robo-cop – Con la creciente capacidad de inteligencia artificial y robótica, la policía podría ser llevada a cabo mediante sistemas robóticos automatizados. Estos pueden ser desde robots humanoides capaces de interactuar directamente con el público, hasta vehículos de carretera autónomos y aviones teledirigidos para la vigilancia. La supervisión humana permitiría desplegar recursos sobre la base de las recomendaciones formuladas por los sistemas automatizados en función de la situación observada. Los coordinadores podrían supervisar un número considerable de activos policiales, todos los cuales podrían funcionar las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

15) Gobernadores Extraterrestres – Los sueños de habitar otros planetas y colonias submarinas podrían realizarse en los próximos 10-20 años. Estas nuevas naciones requerirán sus propios sistemas de gobierno, normas de comportamiento, modelos de toma de decisiones, leyes y sistemas judiciales. Estos pueden variar dramáticamente de los que se ven en la Tierra. Por lo tanto, es probable que necesiten de una clase muy diferente de líderes visionarios para visualizar el funcionamiento y la evolución continua de estas nuevas comunidades.

16) Diseñador Personal de Festivales – para los súper ricos el próximo debe tener experiencia podría ser la creación de su propio festival como las fiestas de cumpleaños son tan 2018. Su diseñador creará la combinación perfecta de entretenimiento, alojamiento con glamour, comida gourmet, servicios de soporte técnico y transporte a pedido utilizando aviones no tripulados y vehículos autónomos.

Nuevas industrias – Nuevas profesiones

17) Ética de los vehículos autónomos – tendremos que establecer los principios rectores para las decisiones tomadas por los vehículos autónomos. Por ejemplo, quién o qué debe ser golpeado si un accidente es inevitable. Dependiendo del lugar del mundo en el que se encuentre, la decisión se regirá por diferentes consideraciones éticas y religiosas, normas sociales e incluso factores económicos.

18) Sommelier Sintético – El aumento en el uso de productos alimenticios sintéticos podría impulsar la aparición de expertos en todos los aspectos de los sintéticos comestibles, la carne cultivada en laboratorio y los alimentos impresos en 3D. Estos profesionales serían excelentes en el desarrollo de la comida sintetizada perfecta para cualquier ocasión. Ellos le pueden decir todas las diferencias en olor, sabor y textura entre el alimento sintetizado y su contraparte real y auténtica.

19) Oficial Jefe de Aumento (CAO) – Dentro de una década, un número cada vez mayor de personal podría estar buscando aumentos corporales que los acerquen a los ciborgs sobrehumanos. Estos seres humanos 2.0 pueden necesitar una gestión, unas condiciones de trabajo y unos derechos laborales diferentes, todos ellos diseñados y supervisados por la CAO.

20) Supervisor de remoción de chatarra espacial – La órbita cercana a la Tierra está cada vez más congestionada por los restos de antiguas misiones espaciales, satélites obsoletos y los resultados de colisiones y pérdidas accidentales. Al mismo tiempo, se espera que el sector espacial explote, abarcando desde la minería de asteroides y el turismo espacial hasta el establecimiento de colonias fuera del mundo. En respuesta, dependiendo del tipo de chatarra que se destine, las diferentes flotas de naves espaciales especializadas serían controladas, desplegadas y coordinadas por los Supervisores de Remoción de Chatarra Espacial con base en las estaciones terrestres de los contratistas. La experiencia en órbita terrestre baja impulsará nuevas políticas, acuerdos y procedimientos para prevenir que se desarrolle un problema similar alrededor de la Luna y Marte.

https://innovationmanagement.se/2019/04/29/what-will-our-children-do-20-jobs-of-the-future/

April 29th, 2019|Categories: EditorialTrend Alert|Tags: employmentfuturistjob searchjobsprofessional development

EXTENDER EL PRESENTE ES DECIDIR EL FUTURO

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Escrito por Pedro Enríquez de Salamanca (Furby)

Apr 2 2019

“THERE IS NO FUTURE” SEX PISTOLS

Lo gritaban los Sex Pistols y tenían razón. El futuro no existe. Nos pongamos como nos pongamos nadie lo ha predicho con exactitud, quizás lo ha imaginado con más o menos certidumbre pero nunca han acertado en términos de tiempo, suceso o resultado. El futuro no existe y sin embargo cuánto nos preocupa. Cuán importante se ha vuelto en las últimas decenas de años, donde los adivinos, astrólogos, magos y alquimistas han sido sustituidos por las ciencias económicas, políticas e informáticas de la mano de su cuerpo de élite en forma de futuristas, visionarios, estrategas, ingenieros, tecnólogos, consultores y asesores… influencers todos. Como en Wander.

Y tiene sentido esta obsesión generalizada desde la empresa si atendemos a la realidad hiperbólica que nos toca vivir. Porque son muchos los factores que empujan a los tomadores de decisión a construir un “salvavidas” predictivo y evitar la autodestrucción de su negocio. Varios son los factores intensos y reales que nos empujan a la paranoia y estresan nuestra neurosis natural por anticipar problemas, como por ejemplo estos tres:

EL CAMBIO PERMANENTE

La revolución permanente que auspiciaban los trotskistas se ha sustituido por el cambio constante empujado por el avance tecnológico y el modelo de innovación como turbo-motor de negocio. Estar al tanto de nuestro presente precisa de un esfuerzo colosal, y una mentalidad angustiada por estar siempre en modo beta (Always-beta). Permanecer siempre atentos para dar con esa oportunidad, idea, señal o dato que permita anticipar con éxito ha provocado una seria desconexión con la realidad en pausa. Vivir y tomar tranquilas nuestras decisiones empieza a ser una entelequia porque los cambios son tan seguidos que siempre hay decisiones que tomar. Sólo hay que comprobar como los medios por sectores y las redes profesionales, que se han multiplicado y se seguirán multiplicando, amplifican la neurosis predictiva con baterías constantes de noticias transcendentes para el futuro inmediato, informes de tendencias en progreso o artículos con 10 datos imprescindibles para evitar el colapso. La obsesión por no ser los últimos, por evitar el fracaso, por sobrevivir… todo es pura paranoia.

El miedo por la autodestrucción, la famosa incertidumbre, se amplifica pensando en que será también mediatizada.

LA ACELERACIÓN ABSURDA

El proceso de cambio permanente se ha visto acelerado en las últimas décadas con la entrada en juego de los ingenieros de la información y el sector cuaternario. La Inteligencia Artificial y su desarrollo como herramienta de control y análisis ha evolucionado hasta convertirse en un arma eficaz de predicción estratégica y aprendizaje de patrones para mitigar el vértigo exponencial en la toma de decisiones. Lo ha acelerado todo a lo bestia. La IA en su formato cuántico promete vivir en el futuro para que la dichosa decisión se pueda realizar en tiempo real y con la tranquilidad de estar auspiciada por el dato (como vemos que empieza ya a ocurrir en territorios financieros y bursátiles).

Recuerda aquel momento en el que una entusiasmada viajera del Siglo XIX relataba la extraña, intimidante pero liberadora sensación de velocidad. Algo totalmente nuevo que estaba viviendo en un tren a vapor a 40 kms hora. Dos siglos después la velocidad sí empieza a ser inhumana.

SIEMPRE PÚBLICOS

El entorno social y la exposición pública se han extendido. La necesidad del “ser” precisa cada vez más de la exigencia por “estar”. Tanto para empresas y marcas como para individuos. El estilo de vida se ha convertido en una obsesión identitaria que gestiona nuevos status y nos autocensura. Una palanca de posicionamiento público que ya no está limitada al potencial de consumo y la notoriedad material: ese coche de gran cilindrada, el gran chalet con piscina en la zona de moda o las vacaciones de lujo exótico. Esta “verdad”está siendo completada con la exigencia de un nuevo status asociado al comportamiento saludable, autocontrolado, sostenible y siempre conectado al rendimiento físico y el compromiso con nosotros mismos, nuestro negocio y los clientes: demostrar que no nos vamos a autodestruir. El auto-control y el ultra-esfuerzo se convierten en extraños placeres de una sociedad encantada con la notoriedad ejemplificadora. Sin embargo en la era del “corpore sano”… nadie parece comprender que el paso necesario anterior es la “mens sana”, y que ambos conceptos no funcionan de manera equitativa se pongan como se pongan los gurús del futuro feliz, por insulso.

Pensar que no podamos cumplir con nuestras expectativas públicas como individuo o marca nos lanza dentro del oráculo de Delfos buscando consejos que eviten el descalabro, el descrédito o la desaparición social (¡Incluso la muerte!). El miedo por la autodestrucción, la famosa incertidumbre, se amplifica además pensando en que será también mediatizada.

EL FUTURO ES UNA HERRAMIENTA CONTRA LA AUTODESTRUCCIÓN

En el fondo estos tres factores construyen el contexto de un ejecutivo constreñido en tiempo real y sobrepasado por el temor al colapso. A la autodestrucción. A la autodestrucción no sólo laboral o empresarial, también a la autodestrucción personal, emocional, familiar, social, nacional o mundial. Con este panorama obsesivo-compulsivo anti-fracaso es necesario entender la transición cultural que vivimos desde hace décadas desde un modelo basado en la gestión de la escasez, con su indicador en forma de consumo, hacia la gestión de la autodestrucción a través de los niveles de incertidumbre.

Por lo que se ve, tomar decisiones nunca fue tan difícil y el futuro tan “necesario”.

De ahí la transcendencia del futuro y sobre todo del dato, de su información, de los ingenieros y máquinas que los computan y tratan, de los resultados racionales propios de la matemática. Porque la energía del data y su tratamiento parecen diseñar entornos posibles de futuro, menos inhóspitos y satisfactorios en términos de decisión.

Pero… ¡Cuidado! porque en la mente del mismo ejecutivo queda el alivio de pensar que como la máquina no se equivoca su decisión va a ser correcta… Claro, luego si las cosas no son como predijimos gracias a la máquina le echaremos la culpa a la falta de calidad en el dato o lo inesperado de un acontecimiento social o la falta de sensibilidad de la tecnología… la culpa no será nuestra ni suya pero ya da igual… la destrucción será inevitable. Pues qué miedo…

EL FUTURO SE CONSTRUYE DESDE EL PRESENTE

“Si anticipamos el problema diseñaremos la solución”, la obsesión es sencilla pero ineficaz… porque volvemos al principio: el futuro no existe.

Sin embargo sí podemos deambular en la incertidumbre desde el presente y proyectar propósitos que ayudarán en la decisión que se tome en su futuro. Especular con los futuros también forma ya parte necesaria de la investigación y conceptualización… Pero futuros tratados como herramientas para proyectar, para imaginar, para sentir, para imaginar hacia adelante… para gestionar los diferentes niveles de incertidumbre que existen en nuestro presente hiperbólico.

Así que cuidado, el futuro no es un propósito en sí mismo. Porque el futuro no existe y no debemos engañar a nadie… es inhóspito y no ofrece seguridad ni abrigo o protección, sólo un descanso mental transitorio hasta el siguiente informe y necesidad de predicción. Por eso no debemos hablar tanto de futuros y sí de transiciones o presentes extendidos… de ayudar a tomar mejores decisiones, anticipar realidades estratégicas, innovar desde lo táctico o posicionarse a través de una identidad original y diferente para dar respuesta al entorno neurótico acelerado, cambiante y público al que nos enfrentamos.

Ayudar a ser parte activa para extender el presente y alcanzar el futuro deseado. Practicar la “Hyperstition”.

Pedro Enriquez de Salamanca (Furby)

Estrategia e innovación en Soulsight  www.soulsight.es

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Fuente: https://soulsight-thoughts.com/es-el-futuro-tan-necesario-167d51414a3c?mc_cid=b2ee2cc37b&mc_eid=98ff408d39

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¿Se acerca el invierno para blockchain?

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Blockchain – Nuevas tecnologías

POR PABLO RODRÍGUEZ CANFRANC

 Blockchain actualmente es sinónimo de innovación y de estar a la última. En los últimos años ha abandonado los laboratorios y ha permeado en el mundo de la empresa, en los medios de comunicación generalistas y hasta en los discursos políticos. Hay profetas tecnológicos que auguran que traerá consigo una revolución equivalente a la llegada de internet. Otros se muestran más cautos y hablan de una burbuja de expectativas en torno a esta tecnología, que estaría a punto de estallar. Blockchain puede entrar en un largo invierno de entre cinco y diez años hasta ser capaz de demostrar su idoneidad y rentabilidad.

 

Blockchain, cadena de bloques, es uno de los términos techie más de moda de los últimos años. A pesar de ser un concepto intuitivamente difícil de entender, está muy presente en los discursos mediáticos y en las agendas políticas, y se ha convertido en sinónimo de modernidad y de vanguardia tecnológica.

Algunos profetizan que llega para cambiarlo todo, como hizo internet en su día, y que, más allá de su aplicación en el campo financiero, pondrá cabeza abajo todos y cada uno de los sectores de actividad. Los usos previstos se suceden de forma vertiginosa: blockchain en la educación, en la administración pública, en la logística, en las cadenas de suministro, en la gestión de los derechos de autor, en el periodismo… Aparentemente nada queda fuera de su alcance.

Las expectativas que despierta esta tecnología son proporcionales a las inversiones que recibe: de acuerdo con McKinsey, en 2017 el capital riesgo dedicado a startups con productos o servicios blockchain ascendió a 1 000 millones de dólares. Por su parte, IBM ha gastado más de 200 millones de dólares en el desarrollo de aplicaciones de internet de las cosas (IoT) basadas en cadenas de bloques, y el sector financiero dirige anualmente hasta 1 700 millones a la experimentación en este campo.

Y, sin embargo, hay quien defiende que en la actualidad existe una burbuja de expectativas en torno a las cadenas de bloques que puede reventar en cualquier momento. Este punto de vista denuncia, entre otras cosas, la falta de iniciativas a gran escala basadas en esta tecnología que realmente pongan en evidencia su utilidad e importancia global. También se alega que todavía no aporta soluciones a problemas reales y que carece de propuestas sólidas de negocio. Finalmente, una barrera adicional a su difusión está relacionada con que técnicamente está muy verde aún.

Hoy en día, el valor práctico de blockchain se reduce a grandes rasgos a tres aspectos. El primero, la creación de aplicaciones de nicho para casos de uso en los que está tecnología encaja a la perfección, principalmente, los que implican el uso de información para determinar la propiedad o la trazabilidad de algo.

Por otra parte, las cadenas de bloques sirven mejor a aquellos sectores de actividad que ya están estratégicamente orientados a la modernización. Aquí se convierte en una herramienta para digitalizar y simplificar procesos existentes. Un ejemplo podría ser el comercio internacional.

Finalmente, numerosas empresas se aferran a proyectos sobre blockchain como una forma de impulsar su imagen innovadora ante clientes e inversores, a menudo sin la intención real de crear aplicaciones comerciales.
Parece ser que hay bastante incertidumbre en torno a las cadenas de bloques. Podría no haber llegado todavía el momento de florecimiento de esta tecnología, aunque también cabe la posibilidad de que estemos llamando blockchain a lo que no lo es, dado que es un término atractivo de moda que “vende” innovación y modernidad.

No es blockchain todo lo que reluce

Antes de analizar el estado del arte de la cuestión, habría que aclarar qué es exactamente blockchain. Las cadenas de bloques son una tecnología de libro de registro digital descentralizado, lo que en inglés se conoce como Distributed Ledger Technology(DLT).

Un DLT es una base de datos que no está centralizada y que es gestionada por varios de los usuarios del sistema. Dentro de este tipo de sistemas está blockchain, que es un tipo de DLT con características propias, en concreto, que los registros van en unos bloques que forman una cadena. Cada bloque se cierra con un hash o código de seguridad que abre además el siguiente bloque.

Existen diversos tipos de libros descentralizados en función de su naturalezas y grado de apertura. El Foro Económico Mundial identifica tres distintos:

  • Sistemas compartidos privados bajo permiso. Se trata de aquellos a los que solamente tiene acceso una lista cerrada de personas con potestad para leer o escribir en el sistema. Pueden tener uno o varios propietarios.
  • Sistemas compartidos públicos bajo permiso. En este caso, aunque el acceso es restringido, todas las transacciones que tienen lugar en el sistema deben ser públicas, es decir, cualquiera las pueda consultar.
  • Sistemas compartidos públicos de acceso libre. Es el sistema en el que se basan las criptomonedas como Bitcoin y el que generalmente se asocia con el término blockchain, y parte de que cualquiera puede acceder a él libremente con derecho a escribir y a leer todas las transacciones que allí se producen. No tiene un solo dueño, puesto que cada miembro posee una copia completa del libro de registro.

Un reciente informe de Forrester, citado por la revista Fortune, habla del uso excesivo del término blockchain por parte de las empresas, como fenómeno de moda que es. De hecho, muchas de ellas empaquetan servicios ya existentes bajo esa categoría, intentando parecer más innovadoras. El estudio alerta de que “las redes que están operativas o en desarrollo varían notablemente, y, frecuentemente, carecen de características que para muchos son componentes esenciales de blockchain”.

Las predicciones de Forrester también avisan de la llegada de un posible “invierno blockchain”, a pesar de que se siga invirtiendo e investigando en esta tecnología.

Se acerca el invierno

El efecto transformador de blockchain en la economía puede no estar tan cerca como lo venden los profetas más optimistas. La hiperinflación de expectativas sobre esta tecnología pasa por alto que todavía quedan muchos temas que resolver, principalmente relacionados con la escalabilidad de las soluciones desarrolladas, la interoperabilidad con distintos sistemas, y el marco regulatorio, que no suele mantener el paso rápido de la innovación, pero que debe establecer una legislación específica en torno a este fenómeno.

Frente a estos factores, que podríamos denominar institucionales y de oferta, también desde la perspectiva de la demanda el florecimiento de esta tecnología requiere crear aplicaciones de las cadenas de bloques que solucionen necesidades reales de mercado y que impliquen una rentabilidad económica.

La Organización Mundial del Comercio, basándose en la famosa curva de Gartner, que establece el periodo de maduración de una tecnología, retrasa al menos diez años la llegada de un blockchain realmente extendido a todos los ámbitos y económicamente rentable.

Fuente: Ganne, E. (2018) “Can Blockchain revolutionize international trade?” World Trade Organization.

Como muestra la gráfica anterior, estamos en una época de “exuberancia irracional” en la que abundan los proyectos piloto con blockchain y las pruebas de concepto, pero que arroja muy pocos casos de éxito. A partir de 2022 este modelo predice la llegada de grandes inversiones a largo plazo en esta tecnología y la sucesión de experiencias exitosas. Pero no será hasta después de 2027 en que veremos crecer con vigor el valor de negocio de las cadenas de bloques.

La fatiga de blockchain

En una reciente nota de prensa, la consultora Gartner habla de la “fatiga de blockchain” aplicada a la cadena de suministro. Se trata de una innovación que ya se han planteado grandes empresas, como, por ejemplo, Carrefour.

Para 2023, el 90% de las iniciativas emprendidas en este campo corren el riesgo de quedar estancadas. Alex Pradhan, analista de Gartner atribuye esta fatiga a factores como la propia falta de madurez de esta tecnología o la falta de estándares, pero también al hecho de que no se comprende bien cómo mejorar la cadena de suministro con blockchain, lo que a menudo lleva a concebir iniciativas demasiado ambiciosas.

Pero esta fatiga de las cadenas, que presumiblemente retrasará sobremanera su adopción en la logística, también está presente en el resto de los sectores objeto de asumir las cadenas de bloques. La curva de Gartner relativa a blockchain lo retrata muy gráficamente.

La mayoría de las aplicaciones no llegarán hasta la rentabilidad, aquí denominada meseta de la productividad, hasta dentro de cinco o diez años, y alguna –entre las que se encuentra el uso en cadenas de suministro- más de diez. La mayoría de aplicaciones de blockchain está ascendiendo hacia el pico de las expectativas infladas, mientras que ya hay unas cuantas cayendo en la “sima de la desilusión”, en concreto, las criptodivisas y el blockchain como servicio fintech.

La consultora McKinsey, por su parte, califica blockchain como una tecnología que está en su infancia y que actualmente no puede ir más allá de la fase inicial de lanzamiento y creación de prototipos, dentro de su curva de crecimiento. Por ahora no parece claro que vaya a pasar en breve a la siguiente, en la que la demanda comienza a crecer, el mercado se expande y la tecnología efectivamente despega.

Los servicios financieros arrastraron el blockchain inicial entre 2012 y 2015, tras la popularidad que adquirieron las criptomonedas y, en concreto, Bitcoin. Las perspectivas de aplicaciones relacionadas con las finanzas, el comercio y la contratación, atrajeron cuantiosas inversiones, que fueron a parar a startups y a consorcios, con el objeto de impulsar la investigación y la innovación en este campo.

Las posibilidades de las cadenas de bloque se extendieron a otros sectores, como los seguros, la administración pública o las cadenas de suministro, entre muchos otros. Aunque a finales de 2016 las expectativas en torno a esta tecnología eran muy prometedoras, un año más tarde comenzaron a surgir dudas sobre su grado de madurez e incluso sobre si es la solución idónea para las necesidades de las empresas.

El caso es que han sido invertidos miles de millones de dólares en investigación y desarrollo de las cadenas de bloques, pero son escasos los casos de éxito desde el punto de vista del negocio y de la rentabilidad económica.

Es bueno que reviente la burbuja

La inflación de expectativas sobre el blockchain ha llegado hasta tal punto que, en los seminarios y encuentros sobre el tema, parece que los ponentes están pidiendo perdón por lo que esta tecnología no ha sido capaz de conseguir. Así lo comenta por lo menos James Ovenden, redactor del medio digital Innovation Enterprise.

También reflexiona este experto sobre por qué es positivo que estalle la burbuja de expectativas que existe actualmente sobre las cadenas de bloques, y por qué no es tan malo que lleguemos a un periodo de cierta decepción sobre el particular.

En primer lugar, porque permitirá a los desarrolladores concebir soluciones reales a problemas reales, sin la presión que le impone la moda a la empresa de ser innovadora y de hacer gala de la tecnología más vanguardista, sin tomar en consideración su posible utilidad y rentabilidad. La verdadera difusión llegará cuando se multipliquen los casos exitosos de uso.

Asociado a lo anterior, cuando acabe la especulación sobre blockchain y empecemos a ver aplicaciones de negocio reales, las autoridades podrán elaborar una legislación adecuada. Hasta ahora, la evolución tecnológica es mucho más rápido que la capacidad de legislar. En el caso de las cadenas de bloques, al no existir demasiados casos prácticos de uso comercial, resulta extremadamente complejo establecer un acervo normativo al respecto.

De confiar en las personas a hacerlo en la tecnología

La confianza es un elemento indispensable en el funcionamiento de la economía y de la sociedad. Bruce Schneier, en su libro Liars and Outlier, identifica cuatro categorías de confianza. Las dos primeras, sobre todo aplicables en comunidades pequeñas, son la moral y la reputación de las personas. Después vendría la seguridad institucional, cuyas normas y leyes obligan a los miembros de la sociedad a cumplir sus compromisos con sus conciudadanos, y, finalmente, los sistemas de seguridad, que pueden ir desde un cerrojo o una verja, hasta una auditoría de cuentas.

El problema es que blockchain traslada la confianza en las personas e instituciones a la tecnología. De acuerdo con su forma de funcionar, ya no importa quién está al otro lado de la red y lo fiable que pueda ser; tampoco hace falta un control centralizado de las transacciones que se realicen en el sistema, ni una regulación del mismo. La filosofía que rige en las cadenas de bloques hace que solamente debamos confiar en la criptografía, los protocolos, el software, los ordenadores y la red.

Pero, como apunta Schneier, a veces es peor confiar en la tecnología que confiar en las personas:

“Si tu monedero de bitcóin es hackeado, pierdes todo tu dinero. Si te olvidas de las credenciales de acceso, pierdes todo tu dinero. Si hay un fallo en el código de tu contrato inteligente, pierdes todo tu dinero. Si alguien consigue hackear la seguridad de blockchain, pierdes todo tu dinero”.

¿Qué es mejor? ¿Confiar en un sistema legal humano -como hemos hecho toda la vida- o en un código informático que ni entendemos ni podemos auditar?

¿Son las cadenas de bloques la solución idónea?

Dejando de lado la necesidad de parecer innovadoras y techies, las empresas deben evaluar seriamente hasta qué punto las cadenas de bloques pueden resultar adecuadas para satisfacer sus necesidades.

La Organización Mundial del Comercio establece un razonamiento interesante en este sentido, que permite saber si blockchain es realmente la solución requerida para solventar un problema.

En primer lugar, debemos preguntarnos si nuestra necesidad de negocio se soluciona quitando de en medio a los intermediarios, bien porque acelere los procesos, bien porque abarate los costes de producción o distribución. En caso afirmativo, blockchain puede ser una opción deseable.

Otro punto importante es que blockchain funciona mejor cuando se basa en activos “nativos digitales”, es decir, unidades de valor o de cuenta perfectamente representables en formato digital. Resulta fácil en este entorno manejar tokens o criptomonedas, pero es más complejo hacerlo con la gestión de bienes físicos.

Blockchain crea registros inmutables, pero, ¿es eso deseable en el caso de todos los activos que queramos gestionar con dicha tecnología? En las ocasiones en las que el poder eliminar información es un asunto crítico (por ejemplo, porque resulte redundante o poder quedar obsoleta), blockchain no es la mejor opción tecnológica.

Por otro lado, si un activo digital requiere de distintas fuentes para garantizar su fiabilidad en cada momento, a lo mejor almacenarlo en la cadena de bloques no es la solución óptima. Algo similar ocurre cuando en un determinado proyecto existe la necesidad de contar con intermediarios o terceras personas que validen o supervisen las transacciones, por ejemplo, para garantizar que cumplen aspectos legales. Un caso podrían ser los sectores estrictamente regulados, cuya operativa está sometida a un control férreo por parte de las autoridades o de auditores externos.

El tiempo es otro factor decisivo a la hora de elegir tecnología. Un proceso de negocio que requiere cerrar transacciones en milisegundos no puede ser soportado por las blockchains actuales que emplean entre dos y diez minutos en procesar la información. No obstante, el acelerado ritmo de innovación actual permite predecir que esta velocidad mejorará pronto.

En principio, la Organización Mundial del Comercio en su informe desaconseja utilizar tecnología de libro de registro digital descentralizado para almacenar información no relacionada con transacciones, porque guardar allí datos privados puede entrar en conflicto con la legislación vigente sobre protección de la información y, más en concreto, con el Reglamento General de Protección de Datos europeo.

Blockchain es una opción adecuada cuando los distintos miembros de la red registran transacciones en la misma, si no es así, probablemente otra solución tecnológica resulte más idónea. Igualmente, si las partes que intervienen se conocen entre sí y confían unos en otros tampoco parece necesario recurrir a las cadenas de bloques.

Entonces, ¿cuándo hace falta blockchain?

A grandes rasgos, se puede resumir que el caso de uso ideal de blockchain será aquel que presente las siguientes necesidades:

  • Un repositorio de información compartido entre todas las partes implicadas.
  • Más de una de las partes genera transacciones que requieren modificar los registros compartidos.
  • No existe una confianza mutua entre los miembros de la red que realizan las transacciones.
  • Existen uno o varios mediadores en el sistema que garantizan la confianza en el mismo.
  • La dependencia o interacción entre transacciones es generada por las distintas entidades participantes.

Bibliografía

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BBVA (2018) “¿Cuál es la diferencia entre una DLT y ‘blockchain’?” Disponible en: https://www.bbva.com/es/diferencia-dlt-blockchain/

Ganne, E. (2018) “Can Blockchain revolutionize international trade?” World Trade Organization.

Gartner (2019) “Gartner Predicts 90% of Blockchain-Based Supply Chain Initiatives Will Suffer ‘Blockchain Fatigue’ by 2023”. Disponible en: https://www.gartner.com/en/newsroom/press-releases/2019-05-07-gartner-predicts-90–of-blockchain-based-supply-chain

Higginson, M., Nadeau, M. y Rajgopal, K. (2019) “Blockchain’s Occam problem”. McKinsey and Company. Disponible en:  https://www.mckinsey.com/industries/financial-services/our-insights/blockchains-occam-problem

Ovenden, J. (2018) “Why Blockchain Hype Must End. It is an amazing technology, but over-the-top marketing claims could kill it” en Innovation Enterprise. Disponible en: https://channels.theinnovationenterprise.com/articles/why-blockchain-hype-must-end

Pemberton Levy, H. (2018) “The Reality of Blockchain” en Smarter with Gartner. Disponible en: https://www.gartner.com/smarterwithgartner/the-reality-of-blockchain/

Roberts, J. (2018) “Time to Ditch the Word ‘Blockchain’, Report Says” en Fortune. Disponible en: http://fortune.com/2018/11/07/blockchain-vs-dlt/

Schneier, B. (2019) “There’s No Good Reason to Trust Blockchain Technology” en Wired. Disponible en: https://channels.theinnovationenterprise.com/articles/why-blockchain-hype-must-end

World Economic Forum (2018) “White Paper. Blockchain Beyond the Hype. A Practical Framework for Business Leaders”. Disponible en: http://www3.weforum.org/docs/48423_Whether_Blockchain_WP.pdf