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Importancia de la mirada subjetiva y cualitativa

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LA SUBJETIVIDAD DE LO CUALITATIVO

Escrito por Leonor Ruiz
Artículo escrito para la Revista AEDEMO. Fuente: https://soulsight-thoughts.com/la-subjetividad-de-lo-cualitativo-947aacd9f9fc / Photo by Eriks Abzinovs on Unsplash

¿Existe algo que no midamos hoy? Contamos, medimos y analizamos casi todo lo que está a nuestra mano. Sabemos cuántos pasos damos al día, cuantos clicks dan a nuestras fotos y quien los da, cuantas personas entran en nuestra web o compran un producto, cuántos animales hay en extinción, la frecuencia de uso de un automóvil, qué opinamos, que nos gusta y qué no nos gusta… medimos, medimos, medimos. Lo sabemos casi todo, o eso creemos.

Este afán por clasificar, medir y contabilizar no es nada nuevo, es algo intrínseco al ser humano. Desde hace muchos años, los primeros científicos se dedicaron a observar, experimentar, clasificar y medir todo cuanto estaba a su alcance. Hemos ido midiendo todo cuanto hemos podido hasta llegar a donde nos encontramos hoy, en donde la investigación pasó de ser una práctica científica a una práctica generalizada en todos los sectores, fundamento de prácticas estratégicas y tácticas de peso en casi todas las organizaciones.

Si hay un sector que se ha beneficiado de la medición ha sido la publicidad, donde su establecimiento como doctrina tal cual conocemos ahora, tiene sus remontes desde la época de Edward Bernays (doble sobrino de Sigmund Freud) y bien conocido como “el padre de la manipulación masiva” y las relaciones públicas. Antes de Bernays, los americanos no desayunaban tortitas con bacon, ni las mujeres fumaban porque estaba mal visto en la sociedad de esa época. Gracias a la influencia freudiana donde supo que existían pulsaciones inconscientes que gobiernan gran parte del comportamiento humano y fue maestro en conseguir que estas pulsaciones fueran susceptibles de ser manejados para conseguir ciertos comportamientos. Fue capaz de vincular esas marcas con los deseos más profundos de las personas.

La publicidad no ha cambiado mucho desde entonces, la diferencia es que nos hemos centrado en obtener información pero no ese conocimiento profundo del que hablaba Bernays sobre lo que realmente mueve a una persona. Nos hemos creído que tener datos, datos, datos y más datos, nos hace saber más, pero las personas no ni se estructuran así. Sumado a ello, con la digitalización, además de sentirnos capaces de tener toda la información disponible en un tiempo record y hacer investigaciones en tiempo real desde cualquier sitio del mundo, hemos sido capaces de almacenar toda esa información, compartirla, compararla y actualizarla al pedir de un click.

Toda esta maravillosa información consigue contextualizar lo macro, situarnos y darnos un punto de vista proporcional que siempre nos ayuda a planificar y seguir observando por dónde creemos que va el mundo. Nos permite seguir navegando en el capitalismo dejando de lado cualquier opción “no establecida”, cualquier opción “no cuantificable” o que no se le pueda asignar un número, poniéndose así en contra de la singularidad o lo cualitativo.

Es por eso que, aún con tantos datos y tanta información, seguimos sin resolver algunos de los mayores y más grandes problemas en el mundo. Es por eso que nos hemos dado cuenta que esos datos no nos van a dar mucho más. Los datos cuantitativos nos han ayudado a establecer lo que consideramos nuestro “corto, medio y largo plazo”; nos han ayudado a meternos en un loop intenso de sobre explotación de información y caos en la toma de decisiones. Mas claramente: muchas veces ya no sabemos cuál información es real y si esa información nos vale para tomar decisiones en el mundo de hoy al tiempo de hoy. Y más aún nos preguntamos ¿Qué hacemos con tanta información?


Hablamos de significados, de conceptos, de símbolos, metáforas, perspectivas y descripciones, no de cantidades. Y es ahí donde reside la creatividad, lo accionable: en los matices, no en las cantidades. ¿Hay algo mejor que esto para la estrategia de las marcas y publicidad? No.


Todos estos datos, toda esta información, no son más que eso sin la subjetividad, a lo que llamamos investigación cualitativa. La subjetividad bien descrita por Guattari ha sido a lo largo de los años desplazada porque nadie quiere meterse en aquello que es difícil de medir, de ponerle un número y hasta un precio… aún sabiendo que ahí reside el dato verdadero y la información más veraz. En lo cualitativo reside lo relacional, la creatividad, lo diferente, lo individual. Por el contrario en lo cuantitativo reside lo transaccional.

Si lo que realmente queremos es ampliar el conocimiento sobre algo, tenemos que investigar, dicho significativamente: conocer en profundidad algo y en lo cualitativo es dónde está lo profundo. Un dato es solamente información, el “por qué” de ese dato es conocimiento.

En una investigación cuantitativa resultante generalmente de preguntas cerradas no existe esa “conversación” necesaria para obtener profundidad en la exploración. Ahora os pregunto ¿Se tiene igual una conversación cara a cara que una conversación por WhatsApp?

La investigación cualitativa es una investigación exploratoria que va descubriendo hipótesis a la vez que avanza la investigación. No valida un concepto que quieres encontrar, sino que requiere de apertura para encontrar hipótesis que probablemente no se esperaban. Es una investigación intuitiva y profunda. Hablamos de significados, de conceptos, de símbolos, metáforas, perspectivas y descripciones, no de cantidades. Y es ahí donde reside la creatividad, lo accionable: en los matices, no en las cantidades. ¿Hay algo mejor que esto para la estrategia de las marcas y publicidad? No. Por eso este tipo de investigación, ha resurgido desde las cenizas para volver a educarnos sobre lo que es realmente importante.

Hoy en día, muchas prácticas estratégicas y creativas como el diseño estratégico, utilizan la investigación cualitativa a la cual se le suele dedicar la mayoría del tiempo de un proyecto. El factor tiempo es crucial, la dedicación para una investigación cualitativa no es igual que una cuantitativa. Si queremos que sea realmente útil requiere mucha dedicación, porque hay que pensar en personas, hablar, conversar, pensar preguntas, saber leer las respuestas y a las personas, analizar la información, conectar los puntos y en definitiva, hacerlo con cariño.

En la creatividad la intuición importa y mucho… En una investigación cualitativa también; si nos metemos en una conversación con una persona, hemos de tener la intuición suficiente para ser capaces de conducir la conversación por donde intuyamos que puede resultar más interesante o donde creemos que podemos encontrar profundidad, así como para saber leer a la persona y descubrir sus matices, su perspectiva ya que desde esa perspectiva es desde donde ve el mundo y cuenta su historia.

Las historias dan sentido y sí, también se pueden convertir en estrategias. La publicidad y la estrategia están fundamentadas en historias conectadas entre historias y conectadas a la marca. Con la investigación cualitativa ética, podría re-surgir un nuevo modelo de publicidad más transparente, más singular y más relacional. Una publicidad que no nos haga comprar, sino que nos haga imaginar futuros con narrativas diferentes en donde las marcas encuentren también su sitio.

Tenemos que forjar nuevos paradigmas de análisis en donde la subjetividad nos diga el por qué y los datos nos digan el cómo. Tenemos que volver a apreciar la singularidad de las prácticas humanas en función a criterios que no tengan por qué ser cuantificables.

Leonor Ruiz
Estrategia e innovación en Soulsight
www.soulsight.es

Futuro del socorro en casos de desastres naturales

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Fuente imagen: MIT Chita III, Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)

Entre 2005 y 2014, los desastres naturales se han cobrado la vida de más de 700.000 personas y han causado daños totales de más de 1,4 billones de dólares.

Durante los últimos 50 años, la frecuencia de los desastres naturales registrados se ha quintuplicado.

Y a medida que los incendios forestales se vuelven cada vez más indomables, causando estragos en regiones como el Amazonas y California, la necesidad de una respuesta rápida y una prevención inteligente es mayor que nunca.

En este blog, voy a explorar cómo las tecnologías exponenciales convergentes (IA, Robótica, Drones, Sensores, Redes) están transformando el futuro del auxilio en el desastre – cómo podemos prevenir la catástrofe en primer lugar y obtener ayuda para las víctimas durante esa primera hora dorada en la que el auxilio inmediato puede salvar vidas.

Aquí están las tres áreas de mayor impacto:

La IA, el mapeo predictivo y el poder de la multitud
Robótica de última generación y soluciones de enjambre
Aviones teledirigidos y suministro inmediato de ayuda
¡Vamos a zambullirnos!

Inteligencia Artificial y Cartografía Predictiva
Cuando se trata de una respuesta de emergencia inmediata y de alta precisión, los datos son oro.

El meteórico ascenso de las redes espaciales, los globos estratosféricos y la infraestructura de telecomunicaciones 5G ya está en proceso de conectar a cada uno de los últimos individuos del planeta.

Sin embargo, además de democratizar la información del mundo, este aumento de la conectividad pronto le dará a cualquiera la capacidad de transmitir datos detallados etiquetados geográficamente, en particular a los más vulnerables a los desastres naturales.

Armados con el poder de la transmisión de datos y la fuerza de la multitud, las víctimas del desastre ahora juegan un papel vital en la respuesta de emergencia, convirtiendo una operación de rescate ciego de una sola dirección en un diálogo bidireccional entre las multitudes conectadas y los sistemas de respuesta inteligente.

Sin embargo, con una abundancia vertiginosa de datos, viene un nuevo paradigma: uno en el que ya no nos enfrentamos a la escasez de respuestas. En cambio, lo que más importa es la calidad de nuestras preguntas.

Aquí es donde entra la IA: nuestro mecanismo minero.

En el caso de la respuesta de emergencia, ¿qué pasaría si pudiéramos trazar un mapa estratégico de una cantidad casi infinita de puntos de datos entrantes? ¿O predecir la dinámica de una inundación e identificar los objetivos más vulnerables de un tsunami incluso antes de que se produzca? ¿O incluso amplificar las señales críticas para activar la ayuda automática mediante aviones teledirigidos de vigilancia y alertar inmediatamente a los voluntarios de origen multitudinario?

Ya hay una serie de actores clave que están aprovechando la IA, la inteligencia procedente de la multitud y las visualizaciones de vanguardia para optimizar la respuesta a las crisis y multiplicar las velocidades de socorro.

Tomemos como ejemplo One Concern.

Nacido en Stanford bajo la tutela del destacado experto en IA Andrew Ng, One Concern aprovecha la IA a través de una evaluación analítica de desastres y estimaciones de daños calculadas.

En asociación con la ciudad de Los Ángeles, San Francisco y numerosas ciudades del condado de San Mateo, la plataforma asigna «huellas digitales» únicas y verificadas a cada elemento de una ciudad. Construyendo modelos robustos de cada sistema, la plataforma de IA de One Concern puede entonces monitorear los impactos específicos del sitio, no sólo del cambio climático, sino también de cada desastre natural individual, desde cambios térmicos radicales hasta movimientos sísmicos.

Estos datos, combinados con los de la infraestructura de la ciudad y los desastres anteriores, se utilizan para predecir los daños futuros en una serie de escenarios de desastre, informando sobre los métodos de prevención y las estructuras que necesitan ser reforzadas.

En sólo cuatro años, One Concern ahora puede hacer predicciones precisas con una tasa de precisión del 85 por ciento en menos de 15 minutos.

Y a medida que los dispositivos conectados a la IO y el hardware inteligente siguen creciendo, una floreciente economía de billones de sensores sólo servirá para amplificar la capacidad de predicción de la IA, ofreciéndonos estrategias inmediatas y preventivas mucho antes de que ocurra un desastre.

Por ejemplo, los incendios forestales.

El científico atmosférico Adam Kochanski de la Universidad de Utah y un equipo de investigadores están perfeccionando un modelo computarizado con nuevos datos para predecir cómo se propagarán los incendios y qué eventos climáticos seguirán a su paso.

Iniciando un «incendio prescrito» – un incendio controlado típicamente destinado a la restauración del hábitat en regiones boscosas – el equipo utilizó numerosos Drones equipados con cámaras infrarrojas, escaneo láser y sensores para recolectar datos mientras Kochanski probaba los pronósticos de su modelo predictivo.

Mientras que los datos generados todavía están siendo procesados, el experimento está contribuyendo a los «modelos acoplados de atmósfera-fuego», que aprovechan los datos para determinar cómo los incendios forestales influyen en las condiciones climáticas locales, y la interacción de ambos. Sin embargo, el modelo de Kochanski ya demostró ser notablemente predictivo del comportamiento real del fuego experimental.

Junto con redes robustas de sensores y flotas autónomas de aviones teledirigidos, los modelos informáticos que incorporan las condiciones meteorológicas en la cartografía de incendios forestales de IA podrían ayudarnos a detener los incendios tempranos antes de que cobren impulso, salvando bosques, vidas y hábitats enteros.

A medida que la conectividad móvil y los abundantes sensores convergen con la inteligencia de la multitud minada por la IA, la conciencia en tiempo real sólo se multiplicará en velocidad y escala.

Imaginando el futuro……

En los próximos 10 años, la tecnología web espacial podría incluso permitirnos conectarnos a redes de malla.

Como he explorado en un blog anterior sobre las implicaciones de la web espacial, mientras que las redes tradicionales dependen de un conjunto limitado de puntos de acceso alámbricos (o puntos de acceso inalámbricos), una red de malla inalámbrica puede conectar ciudades enteras a través de cientos de nodos dispersos que se comunican entre sí y comparten una conexión de red de forma no jerárquica.

En resumen, esto significa que los usuarios móviles individuales pueden establecer juntos una red de malla local utilizando únicamente la potencia de cálculo de sus propios dispositivos.

Si se da un paso más allá, una población local de extraños podría transmitir colectivamente innumerables señales de 360 grados a través de una red de malla local.

Imagínese un escenario en el que los ataques armados estallan en distritos urbanos desarticulados, cada grupo de testigos oculares y civiles en riesgo transmitiendo un total de videos de 360 grados, todos alimentados a través de IAs de fotogrametría que construyen un holograma en vivo en tiempo real, dando a los miembros de la familia y a los equipos de respuesta inmediata información completa.

O tome una comunidad costera en medio de lluvias torrenciales y una infraestructura deficiente. Ahora, gracias a una alimentación colectiva en directo, la verificación de los informes de datos se realiza en cuestión de segundos, y la riqueza de los datos estratificados informa a los equipos de respuesta rápida y a las plataformas de IA con una precisión y especificidad increíbles en cuanto a las necesidades de ayuda.

Al unir todas las piezas tecnológicas correctas, podríamos incluso ver el aumento de las entregas automáticas de aviones teledirigidos. Imagínate: la inteligencia de origen multitudinario se compara primero con los datos de los sensores y se verifica algorítmicamente. La IA se aprovecha para determinar las necesidades específicas y el grado de urgencia en coordenadas ultra precisas. En cuestión de minutos, una vez aprobados por el personal, los robots de enjambre se apresuran a recoger los suministros necesarios, equipando a los aviones teledirigidos de tamaño adecuado con la ayuda adecuada para la entrega rápida.

Esto nos lleva a una segunda convergencia crítica: robots y drones.

Mientras que la tecnología de vanguardia de los aviones no tripulados revoluciona la forma en que proporcionamos ayuda, los nuevos avances en la robótica de IA están allanando el camino para las respuestas de emergencia sobrehumanas en algunos de los entornos más peligrosos de la actualidad.

Exploremos algunos de los ejemplos más perturbadores para llegar a la fase de pruebas.

En primer lugar……

Robots autónomos y soluciones de enjambre
A medida que los avances del hardware convergen con la explosión de las capacidades de IA, los robots de socorro en caso de catástrofe están pasando de desempeñar funciones de asistencia a responder de forma totalmente autónoma a un ritmo vertiginoso.

Nacido del Laboratorio de Robótica Biomimética del MIT, el Cheetah III es sólo uno de los muchos robots que pueden formar nuestra primera línea de defensa en todo, desde misiones de búsqueda y rescate en caso de terremotos hasta operaciones de alto riesgo en zonas de radiación peligrosas.

Ahora capaz de correr a 6,4 metros por segundo, Cheetah III puede incluso saltar hasta una altura de 60 centímetros, determinando de forma autónoma cómo evitar obstáculos y saltar obstáculos a medida que se levantan

Diseñado inicialmente para realizar tareas de inspección espectral en entornos peligrosos (piense: centrales nucleares o fábricas químicas), las diversas iteraciones de Cheetah se han centrado en aumentar su capacidad de carga útil, rango de movimiento e incluso una función de agarre con una destreza mejorada.

Pero como explicó el director del laboratorio y profesor asociado del MIT, Sangbae Kim, Cheetah III y las versiones futuras tienen como objetivo salvar vidas en casi cualquier entorno: «Digamos que hay un incendio o una alta radiación, por la cual nadie puede entrar. [Es en estas circunstancias que] vamos a enviar un robot[para] comprobar si hay gente dentro. Y antes de hacer todo eso, la meta a corto plazo será enviar al robot a donde no queremos enviar humanos, por ejemplo, a áreas tóxicas o con radiación leve».

Y el Cheetah III no está solo.

El pasado mes de febrero, la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO) puso a prueba uno de sus propios robots.

Por primera vez desde el devastador tsunami de Japón en 2011, que provocó tres erupciones nucleares en la central nuclear de Fukushima, un robot ha examinado con éxito el combustible del reactor.

Al transmitir el proceso con su cámara incorporada, el robot pudo recuperar pequeños trozos de combustible radioactivo en cinco de los seis sitios de prueba, lo que ofrece una promesa tremenda para los planes a largo plazo de limpiar el interior, que aún está muerto.

También fuera de Japón, Mitsubishi Heavy Industries (MHi) incluso está utilizando robots para combatir incendios con total autonomía. En una nueva hazaña notable, MHi’s Water Cannon Bot ahora puede apagar fuegos en sitios de difícil acceso o altamente peligrosos.

Al suministrar espuma o agua a 4.000 litros por minuto y 1 megapascal (MPa) de presión, el Cannon Bot y el Bot de Extensión de Manguera que lo acompaña forman parte incluso de un sistema más amplio de engranaje de IA para llevar a cabo el reconocimiento y la vigilancia de vehículos de transporte más grandes.

A medida que los incendios forestales crecen cada vez más indomables, la producción de grandes volúmenes de tales bots podría ser un verdadero salvavidas. Junto con el mapeo predictivo de incendios forestales de IA y los vehículos autónomos de transporte, no sólo las soluciones como Cannon Bot de MHi salvarán numerosas vidas, sino que también evitarán el desplazamiento de la población y paralizarán el daño a nuestro medio ambiente natural antes de que el desastre tenga la oportunidad de propagarse.

Pero incluso en los casos en los que se necesita un refugio de emergencia, las soluciones robóticas innovadoras (literalmente) son rápidas de rescatar.

Después de múltiples iteraciones de Fastbrick Robotics, el robot de albañilería de extremo a extremo Hadrian X puede ahora construir autónomamente una casa de 180 metros cuadrados totalmente habitable en menos de 3 días. Utilizando un accesorio robótico guiado por láser, el camión todo en uno, cargado con ladrillos, simplemente se dirige a una obra y dirige los bloques a través de su brazo robótico de acuerdo con un modelo en 3D.

Hadrian Bricklaying Robot

Robot albañil de Adriano
Fuente: Robótica de ladrillo rápido (Fastbrick Robotics)

Cumpliendo con las normas de construcción verificadas, Hadrian y otras soluciones similares son muy prometedoras a largo plazo, y pueden desplegarse en todos los sitios de refugiados y regiones que se están recuperando de catástrofes naturales después de un conflicto.

Pero, ¿y si necesitamos construir refugios de emergencia a partir de la tierra local? Marcando una extraordinaria convergencia entre la robótica y la impresión en 3D, el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) ya está trabajando en una solución.

En una gran hazaña para la construcción de bajo costo en zonas remotas, IAAC ha encontrado una manera de convertir casi cualquier suelo en un material de construcción con tres veces la resistencia a la tracción de la arcilla industrial. Ofreciendo una miríada de beneficios, incluyendo aislamiento natural, bajas emisiones de gases de efecto invernadero, protección contra incendios, circulación de aire y mediación térmica, el nuevo suelo nativo impreso en 3D de IAAC puede construir casas en el sitio por tan sólo $1,000.

Pero mientras que la robótica de vanguardia abre nuevas y extraordinarias fronteras para la construcción de emergencias a bajo costo y a gran escala, los nuevos avances en hardware y computación también están permitiendo la escala robótica en el otro extremo del espectro.

Una vez más, inspirados por fenómenos biológicos, los especialistas en robótica de todo Estados Unidos han comenzado a pilotar pequeños prototipos robóticos para localizar a los individuos atrapados y evaluar los daños a la infraestructura.

Por ejemplo, RoboBees, diminutos bots desarrollados por Harvard que utilizan la adhesión electrostática a «perchas» en paredes e incluso techos, evaluando el daño estructural tras un terremoto.

O el prototipo de Snakebot de Carnegie Mellon, capaz de navegar a través de puntos de entrada que de otro modo serían completamente inaccesibles para los equipos de respuesta humanos. Conducido por la IA, el Snakebot puede maniobrar a través de los escombros más densos para localizar a los sobrevivientes, utilizando cámaras y micrófonos para la comunicación.

Pero cuando se trata de un reconocimiento rápido en regiones inaccesibles, los enjambres de robots en miniatura tienen buena compañía.

Drones de nueva generación para suministros de socorro instantáneos
Particularmente en el caso de los incendios forestales y las zonas de conflicto, la tecnología autónoma de los aviones no tripulados está revolucionando fundamentalmente la forma en que identificamos a los supervivientes necesitados y automatizamos el suministro de socorro.

Los aviones no tripulados no sólo permiten obtener imágenes de alta resolución para la cartografía en tiempo real y la evaluación de daños, sino que la investigación preliminar muestra que los vehículos aéreos no tripulados superan con creces a los equipos de rescate terrestres en la localización de supervivientes aislados.

Tal y como fue presentado por un equipo de ingenieros eléctricos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, los aviones no tripulados podrían incluso construir una red de banda ancha inalámbrica móvil en un tiempo récord utilizando un programa de «dispositivo a dispositivo» asistido por batería.

Y como se demostró durante el huracán Harvey en Houston, los aviones teledirigidos pueden proporcionar una gran cantidad de información predictiva sobre todo, desde inundaciones futuras hasta estimaciones de daños.

Entre otros muchos, un equipo dirigido por el profesor de informática de Texas A&M y director del Centro de Búsqueda y Rescate Asistido por Robots de la universidad, el Dr. Robin Murphy, realizó un total de 119 misiones en avión teledirigido sobre la ciudad, desde cuadricópteros de pequeña escala hasta aviones no tripulados de grado militar. No sólo fueron críticas para monitorear la infraestructura de los diques, sino también para identificar a aquellos que fueron dejados atrás por los equipos de rescate humanos.

Pero más allá de la vigilancia, los vehículos aéreos no tripulados han comenzado a proporcionar suministros que salvan vidas en algunas de las regiones más remotas del mundo.

Uno de los ejemplos más inspiradores hasta la fecha es la tirolesa.

Creada en 2014, Zipline ha realizado hasta la fecha 12.352 entregas de aviones no tripulados que salvan vidas. Mientras que los aviones teledirigidos se diseñan, prueban y montan en California, Zipline opera principalmente en Ruanda y Tanzania, contratando operadores locales y proporcionando a más de 11 millones de personas acceso instantáneo a suministros médicos.

Los aviones teledirigidos de Zipline proporcionan de todo, desde vacunas y medicamentos contra el VIH hasta tubos de sangre e intravenosos, y superan con creces el transporte terrestre de suministros, ya que en muchos casos proporcionan células sanguíneas, plasma y plaquetas esenciales para la vida en menos de una hora.

Zipline Drones

Drones de Zipline
Fuente: Zipline

Pero la tecnología de los aviones no tripulados está empezando a trascender la escala limitada de los suministros médicos y los alimentos.

Ahora desarrollando sus drones bajo contratos con DARPA y el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, Logistic Gliders, Inc. ha construido drones de navegación autónomos capaces de transportar 1,800 libras de carga sobre largas distancias sin precedentes.

Construidos con madera contrachapada, los parapentes de Logistic están proyectados para costar tan sólo unos pocos cientos de dólares cada uno, lo que los convierte en candidatos perfectos para entregas remotas de ayuda de gran volumen, ya sea que sean navegados por un piloto o autopropulsados de acuerdo con el mapeo en tiempo real de la zona de desastre.

A medida que el hardware continúa avanzando, la tecnología autónoma de los aviones no tripulados, junto con los algoritmos de mapeo en tiempo real, plantean un sinfín de abundantes oportunidades para el suministro de ayuda, la supervisión de desastres y la rica información en capas de información que antes era inimaginable para la ayuda humanitaria.

Reflexiones finales
Tal vez una de las aplicaciones más consecuentes e impactantes de las tecnologías convergentes es la transformación de los métodos de socorro en casos de desastre.

Mientras que las plataformas de inteligencia basadas en la inteligencia artificial obtienen datos experimentales de primera mano de los que se encuentran sobre el terreno, la conectividad móvil y las redes suministradas en tiempo real están otorgando un nuevo poder narrativo a los más necesitados.

Y a medida que una ola de nuevos avances en hardware da lugar a los equipos de respuesta robótica, la tecnología de enjambre y los aviones teledirigidos, nos acercamos rápidamente a una era de respuestas instantáneas y eficientemente distribuidas, tanto en medio de conflictos como de catástrofes naturales.

Empoderados por estas nuevas herramientas, ¿qué podríamos crear cuando todos en el planeta tengan el mismo acceso a los suministros de socorro y a los recursos inmediatos? En una nueva era de prevención y recuperación rápida, ¿qué futuro puede prever?

Recibido Noviembre Noviembre  10 de 2019, en ingles desde Peter Diamandis <peter@diamandis.com>

https://www.diamandis.com/subscribe?p=subscribe&utm_campaign=Tech%20Blog&utm_source=hs_email&utm_medium=email&utm_content=79202512&_hsenc=p2ANqtz-_f6WqORkp-wUOej9sMmNkAg3bxFmWlI1412s46TeOyW7FAt1eixt-Fm_NhDdTVUNwmByMdkVe2FJAFskX5jGXPM0xGvA&_hsmi=79202512

DECLARACIÓN EL CONSEJO CHILENO DE PROSPECTIVA Y ESTRATEGIA

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DECLARACIÓN

EL CONSEJO CHILENO DE PROSPECTIVA Y ESTRATEGIA, ANTE LA SITUACIÓN ACTUAL Y EL FUTURO DEL PAÍS

 

Nuestro país se ve enfrentado a un mayoritario descontento ciudadano, producto de demandas sociales, políticas y económicas insatisfechas, que han provocado en varias dimensiones, difíciles condiciones de vida de muchos de nuestros compatriotas.

Las situaciones que han conducido tanto a manifestaciones pacíficas, pero también a graves hechos ocurridos recientemente, debieran ser ponderadas y reflexionadas por quienes dirigen las instituciones del Estado, los partidos políticos y las organizaciones sociales.

Queda claro que los avances en participación y representación bajo una mirada de crecimiento e inversión, no han sido suficientes para alcanzar un desarrollo sostenible y equitativo y vemos tristemente que estamos lejos de lograr suficiente cohesión en visiones de largo plazo para Chile.

Es por ello que en busca de soluciones conjuntas, debemos ser capaces de encontrar las respuestas que podamos articular en el corto, mediano y largo plazo, que nos permitan dar un salto cualitativo y construir un país social, económica y ambientalmente desarrollado.

Ante este escenario, el Consejo Chileno de Prospectiva y Estrategia, asociación independiente y pluralista creado para contribuir al diálogo y la reflexión sobre el futuro de Chile, considera que:

1. Nuestro país carece de un sistema institucionalizado de análisis prospectivo, como existe en la mayoría de los países desarrollados, que permita generar conocimiento sobre escenarios futuros de la sociedad, y brinde asesoría a las autoridades para una mejor toma de decisiones.

2. El Consejo desde su creación ha planteado a los distintos gobiernos, universidades, y servicios gubernamentales, la urgencia de pensar en políticas públicas con visión de futuro, donde primen la colaboración, la anticipación y la participación. Se debe reconocer a estos niveles la importancia de crear un proyecto social que permita aumentar la cohesión social de una sociedad que se enfrenta no solo a retos económicos y sociales, si no que esta ad portas de cambios radicales producto de la Cuarta Revolución Industrial, el avance tecnológico y sus efectos laborales, educacionales, de seguridad social, convivencia y provisión de servicios públicos.

3. Considerando la gravedad de la coyuntura en la que está el país, y al mismo tiempo animados por el espíritu pacífico y constructivo expresado por millones de chilenos en las masivas manifestaciones del viernes 26 de octubre a lo largo de Chile, el Consejo recomienda que a la mayor brevedad y con suma urgencia, el Presidente de la República convoque a un grupo representativo de actores políticos, sociales, académicos, culturales, a la conformación de un Comité que elabore una propuesta integral que permita canalizar participativamente las demandas ciudadanas.

4. Para dicha tarea, el Consejo Chileno de Prospectiva y Estrategia ofrece toda su colaboración y se compromete a poner en perspectiva de futuro los problemas públicos que se han constituido en las motivaciones centrales de la sociedad movilizada.

El futuro del trabajo

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El futuro del trabajo argentino – Por Miguel Ángel Gutiérrez

Por Miguel Ángel Gutiérrez * Licenciado en Ciencias Políticas y Sociales. UNCuyo
Lunes, 28 de octubre de 2019 | Edición impresa

Asociar la problemática del futuro del trabajo, nuevas tecnologías, mercado laboral y cuarta revolución industrial (4RI) puede conducir a errores. La 4RI no sigue a las  anteriores ya que es un cambio disruptivo, el paso a una nueva era. Punto de quiebre hacia un nuevo estado de organización de las fuerzas y relaciones de la producción a nivel global, que cambia el valor del trabajo en relación con el capital y la distribución del ingreso.

Mi recordado amigo Horacio Godoy, me ofreció la oportunidad de compartir un desayuno con Alvin Toffler -quizás la inteligencia de anticipación más relevante del siglo XX- en su última visita a Argentina, y conversar sobre las revoluciones digital y de las comunicaciones, también de la singularidad tecnológica. Resumía su visión de “La tercera ola” como la de la sociedad port-industrial, y ésta es lo que suele llamarse 4RI, y es de hecho una nueva era social: la del conocimiento.

En ella Toffler decía: “Analfabeto será quien no sepa dónde buscar la información, para resolver una problemática concreta en un momento dado. La formación personal requiere capacidades para conocer lo que se precise en cada momento y no por conocimientos obsoletos instalados en su mente”. Esto nos lleva a un segundo error respecto a consecuencias de la 4RI: pensar que mercado de trabajo y empleo conforman una relación constante y que la amenaza de las próximas tecnologías exige restablecer el equilibrio perdido. Cuando nuevas tecnologías transforman la estructura de relaciones sociales no es posible volver al estadio anterior.

Debemos re-significar el trabajo superando la oferta y demanda de empleo. En un viejo relato un viajero interrogaba a trabajadores en una cantera sobre aquello que hacían, obteniendo diferentes respuestas. Uno dijo: pues, picando piedras; otro: ganándome el pan para mi familia y un tercero: construyendo una catedral. Igual trabajo pero distinto sentido considerado desde lo exclusivamente individual o diferentes contextos, en los que adquiere distinto valor. No resisto pensar qué respuestas a igual pregunta darían hoy nuestros políticos.

Otras ideas obsoletas a revisar: la creación de empleo depende de la inversión externa que requiere garantías u otras facilidades (externalidades para las corporaciones). Lo necesario para la creación de empleo es información, conocimiento y creatividad. Nuevos, porque aquellos obsoletos son obstáculo y no solución.

El Estado no basta; las políticas públicas requieren información, conocimiento y participación de todos los actores involucrados en la relación laboral: empresa, trabajador;, gobiernos nacional, provincial y municipal; mercados y centros educativos de cercanía y globales. Tampoco políticas generales resuelven situaciones específicas. Los cambios impactan diferentes por regiones, sectores, culturas locales y por los mercados. No son suficientes “soluciones lineales” sino enfoques sistémicos, y considerar que todas ellas producen impactos positivos y negativos simultáneamente, oportunidades y riesgos que deben preverse con anticipación.

Pero la crisis no resulta sólo de cuestiones internas. Las tecnologías son globales y no necesitan nacionalizarse. No hay solución sin participación, ni sin nuevos abordajes. Se requiere organizaciones en todo el país para el desarrollo sumado de tecnologías y de capacidades. Superando la relación individual trabajador-empleador hay que pensar redes de trabajo que producen valor. En diferentes ámbitos:  Transporte y logística, producción de bienes, automatización del trabajo, provisión de energía, agua y saneamiento; construcción, comercio e intercambio, impactos remotos, cuidado de la salud, adquisición de información, producción de experiencias, seguridad y protección, cooperación y confianza, sentido de la existencia, estructuras de poder.

Sin duda las nuevas tecnologías requieren nuevas habilidades para la fuerza laboral en cualquier lugar de nuestro país. Crear centros con la participación de trabajadores, socios productores y la colaboración de los recursos educativos y de investigación locales para promover y desarrollar las habilidades avanzadas necesarias, junto a las tecnologías que inexorablemente vendrán en el futuro inmediato a fin de conformar la futura fuerza laboral para fabricar los productos del mañana

El Millennium Project realizó más de 55 estudios desde 1996, sobre el futuro. Con 65 nodos en todo el mundo, participan académicos, empresarios, funcionarios y OOII, gobiernos, corporaciones, ONGs y universidades. Produce los informes: “Estado del Futuro”, “Metodología de Investigación de Futuros” y el “Sistema Global de Inteligencia de Futuros”. Recientemente presentó en Washington D.C. su informe: “Work / Technology 2050: Scenarios and Actions”. Este estudio detalla tres escenarios de futuros hasta 2050 y 93 posibles acciones. Resultado de 30 talleres nacionales en 20 países, estas acciones fueron evaluadas por cinco encuestas internacionales respecto de su viabilidad para evitar inminentes desastres y mejorar el mundo.

Algunas de estas propuestas son: 

• Crear un sistema de inteligencia colectiva nacional público-privado, experto/ciudadano, para alertas tempranas de problemas y oportunidades mediante análisis estratégico, facilitando al público participar de la toma de decisiones.

• Elaborar proyecciones alternativas de flujos de caja sobre el ingreso básico universal y cuándo sería posible y financieramente sostenible considerando impuestos a licencia de robots, IA, reducción de paraísos fiscales o  impuestos al carbono, incremento de riqueza por nuevas tecnologías, impuesto corporativo mínimo, etc.

• Establecer una plataforma en línea para ciudadanos que ofrezcan sus habilidades, servicios para trabajos a tiempo completo, parcial y por única vez.

• Gobiernos, empleadores y sindicatos deberían cooperar creando modelos de aprendizaje durante toda la vida, incluidos pronósticos de los requisitos de habilidades futuras.

• Crear nuevos sindicatos para vincular empresas unipersonales en garantizar los derechos de los trabajadores en el auto-empleo.

• Los sindicatos se centran más en mantener ingresos que desarrollar nuevas actividades. Deberían ayudar a la transición del trabajo obsoleto al siguiente empleo e iniciar un “Movimiento de aumento” para invertir en tecnología que aumente y no remplace el trabajo.

• Crear una oficina o agencia para la evaluación de la tecnología anticipando posibles resultados negativos para evitar repetir desastres pasados y anticipar resultados positivos. Participando comunidades académicas, de ciencia y tecnología y gobierno.

Ésta es una muestra de casi un centenar de propuestas. No todas son aplicables sin adaptación a nuestro medio pero son un valioso instrumento para debatir sobre acciones concretas.

*El autor es graduado en Ciencias Políticas, doctor en Historia e investigador de Futuros. Dirige el Centro Latinoamericano de Globalización y Prospectiva, nodo del Millennium Project.

Nuevo modelo de desarrollo, Industria 4.0

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La industria 4.0, un desafío para un nuevo modelo de desarrollo

La visión más usual del mundo, abreva en la geografía y la política, un mapamundi dividido en naciones.

La industria ha sido una forma de integración de capacidades: de negocios, de tecnologías y de información. Apoyada en los tradicionales factores de producción: capital, trabajo y materias primas, para llegar a diversos mercados, cada vez más alejados y de creciente volumen.

En cada una de las etapas de la llamada revolución industrial la infraestructura necesaria para su desarrollo fue generada por innovaciones disruptivas en relación con los modos de producción tradicionales.

En la primera con el carbón, inicialmente, y por el motor a vapor luego, lo que posibilitó la mecanización de los procesos productivos, (textiles) y supuso una fuente de riqueza para las naciones y de su radio de expansión, principalmente el Reino Unido y Europa y la América anglosajona.

En la segunda por la electricidad, el gas y el petróleo, (apoyados en la física y en la química), nuevos medios de transporte (automóvil, avión) y de comunicación (telégrafo, radio) lo que generó la primera globalización mediante una progresiva internacionalización de la economía, alcanzando escala mundial.

 En la tercera, denominada también “científica y tecnológica” por la convergencia de las nuevas tecnologías (microelectrónica, bioquímica) de información y comunicación, con nuevos sistemas de generación energética. Su alcance incluyó como actores de importancia a Japón, China, India y el sudeste asiático.

Las tecnologías de comunicación mediante modulación de ondas electromagnéticas a través del espacio, constituyen la infraestructura que permite múltiples desarrollos disruptivos respecto de la producción industrial anterior.

La integración de bits y átomos (mundos digital y físico) lleva a la 4ta. Revolución Industrial.

La fabricación inteligente aplica: Inteligencia Artificial (AI), Robótica, bio y nano tecnologías, virtualización, impresión 3 y 4D, entre otras tecnologías, para múltiples soluciones de automatización totalmente integradas.

Esta integración de conocimiento, de cadenas de suministros y de usuarios finales transformará irreversiblemente todos los procesos industriales y gran parte de los procesos sociales, económicos y políticos; haciendo de la vida algo más complejo, incierto, competitivo, y cada vez más acelerado, sin que la localización física implique limite alguno para los bits y los qubits, verdaderos ciudadanos globales.

Lo que vale tanto para bienes, servicios e incluso trabajo y empleo.

Muchos ven en las nuevas tecnologías, la clave del crecimiento, pero no se pueden ignorar sus riesgos.

El desarrollo económico de nuestros países estará cada vez más sujeto a la subas y bajas de la economía global.

El conflicto de EEUU con Huawei, más allá de entenderlo como un simple exabrupto de Trump, explica la preocupación por el dominio de las más avanzadas redes de comunicación, que serán las facilitadoras del nuevo desarrollo industrial.

Dado que las conexiones vía Internet mediante la red 5G que soporta una gran capacidad de datos a alta velocidad, siendo 20 veces más rápidas que la actual 4G, con lo que es dable esperar que humanos y “cosas” estén prácticamente en linea en todo momento y lugar.

Pero lo cierto es que ello no llegará al mismo tiempo a todas las comunidades e individuos, lo que quedará mediatizado por las conveniencias de los mercados.

La visión más usual del mundo, abreva en la geografía y la política, un mapamundi divido en naciones. La globalización impulsa nuevas formas de asociación económica, social y política, con nuevos actores y fuerzas dinámicas, una cartografía de anticipación para ver el mundo de las próximas décadas podría ser algo similar al gráfico que ilustra esta nota.

En este mundo el mayor riesgo de muchas economías sumergidas y emergentes es la perdida de empleos y la obsolescencia de de sus modelos de negocios asentados en una concepción del desarrollo basada en la transición de economías primarias a industriales.
La falta de información sobre los cambios tecnológicos en curso y los de las próximas décadas, suma al desempleo la carencia de sistemas de educación y formación profesional acorde a dicha transformación tecnológica.
La Industria 4.0 exige información, habilidades, mentalidades y herramientas adecuadas para pensar creativa y colectivamente, para tomar ventaja de las tecnologías en forma inteligente.

Perfil

Miguel Ángel Gutierrez

El autor en graduado en Ciencias Políticas, Doctor en Historia, Investigador de Futuros. Dirige el Centro Latinoamericano de Globalización y Prospectiva, nodo del Millennium Project.

El pensamiento sistémico cualitativo como práctica reflexiva del futuro

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Elogios avanzados para el nuevo libro de Anthony Hodgson

Daniel Christian Wahl 12 de enero de 2019

Tengo el placer y el privilegio de contar a Tony como amigo, mentor y colega desde hace más de una década. Nos conectamos a través de un taller de sostenibilidad del UNITAR en Escocia que yo co-organicé y facilité y al que asistió su esposa. El nombre de su compañía, Decision Integrity Ltd., despertó mi curiosidad. Investigué un poco y me sorprendieron los muchos paralelismos y conexiones que encontré con otros mentores clave como Brian Goodwin y Henri Bortoft. Nuestra primera conversación fue una conversación de cuatro horas de duración, al final de la cual ambos estábamos emocionados y sorprendidos de cómo había pasado el tiempo.

Tony me invitó al Foro Internacional de Futuros en 2009. Me dio la oportunidad de trabajar con él en el pilotaje de las primeras versiones del IFF World Game. En 2010 me contrató a través de su consultoría para investigar y aplicar el pensamiento de sistemas completos y el Modelo de Sistemas Mundiales IFF a dos proyectos de Foresight en el Reino Unido. En una de ellas, trazamos un mapa de la dimensión internacional del impacto del cambio climático en 17 regiones del mundo y cómo éstas afectarían, a su vez, al futuro del Reino Unido. Por otro, tratamos de revelar patrones sistémicos y darle sentido visual a la investigación que un equipo de expertos había realizado sobre la migración y el cambio ambiental global.

Tony y yo también hemos impartido una serie de talleres en tres partes sobre «Pensamiento de Sistemas Aplicados» en Findhorn College, colaborado en varios proyectos del Foro Internacional de Futuros sobre «Resiliencia Transformativa», «El Marco de los 3 Horizontes» y «Ciencia y Política de Segundo Orden»; y ocasionalmente me uní a una reunión o apoyé los esfuerzos hacia la creación de H3uni. En resumen, he tenido la oportunidad de aprender de este notable anciano sabio. Además, me da la sensación de que nuestra amistad ha sido mutuamente fructífera. Todavía recuerdo a Tony tomándome el pelo por tener un doctorado en nuestras primeras colaboraciones. Más tarde completó su doctorado en ciencias de sistemas poco antes de cumplir 80 años.

Es para mí un placer que me hayan pedido que lea y revise su próximo libro. Disfruté mucho del primer libro de Tony, Ready for Anything: Designing Resilience for a Transforming World World, en el que explica el Modelo de Sistemas Mundiales y el Juego Mundial que desarrolló con colegas de la IFF y documenta sus diversas aplicaciones.

El nuevo libro de Tony – Systems Thinking for a Turbulent World: A Search for New Perspectives (actualmente en revisión con Routledge) – nos invita a convertirnos en practicantes reflexivos del arte y la ciencia de rediseñar y co-crear un futuro incierto a través de una apreciación más profunda de las cualidades inherentes al potencial futuro del momento presente.

El libro ofrece nuevas formas de abrazar la incertidumbre en un mundo complejo y, sin embargo, encontrar formas constructivas de colaborar con otros dispuestos a trazar nuestro camino colectivo hacia un futuro que nos sorprenderá y al mismo tiempo tomar en serio nuestra agencia co-creativa para afectar ese futuro.

Tony recuerda gentilmente al lector sobre la necesaria humildad y sensibilidad a los patrones con los que este turbulento mundo nuestro exige que se cumpla, si esperamos trazar un camino sabio hacia el futuro. Él mismo es un experto practicante versado en el arte de facilitar el surgimiento de la inteligencia colectiva para dar sentido a la complejidad. Muchas técnicas para este importante trabajo Tony se desarrolló y refinó a sí mismo en más de 50 años de consultoría y práctica de futuros.

Este libro es un curso intensivo de alto nivel en ciencia de sistemas, futuros, integración multi-perspectiva, anticipación y repaso. ¿Ya estás intrigado? Deja que Tony te guíe en este viaje hacia la práctica reflexiva, la conciencia anticipatoria y el aumento de la capacidad de saborear y trabajar con otros en la re-percepción cualitativa del potencial futuro del momento presente.

Systems Thinking for a Turbulent World es un libro oportuno ofrecido por un anciano experimentado para que podamos aprender colectivamente a sacar lo mejor de los tiempos turbulentos que se avecinan. Nos invita a entender el pensamiento sistémico no como un ejercicio intelectual para los académicos en su torre de marfil, sino como una «práctica cualitativa» que depende del desarrollo de una nueva capacidad de pensamiento dinámico.

Tony sugiere que la crisis de percepción o las crisis de conciencia que subyacen en muchas de las crisis convergentes a las que nos enfrentamos se remontan a «nuestra incapacidad para apreciar la naturaleza de la totalidad y el papel que las cualidades desempeñan en los procesos estructurados, ya sea externos a nosotros mismos o internos a nuestras percepciones». Sugiere que nuestra tendencia a «tratar estos dos aspectos como separados en lugar de como una participación sin fisuras en el proceso mundial a través de nuestra conciencia» intensifica aún más en lugar de resolver estas crisis.

«Sin el sentido de integridad, no cultivamos las percepciones y habilidades para navegar en el mundo hiperturbulento. Para entender esta visión de la comprensión es fundamental la apreciación de la relación entre estructura y proceso». - Anthony Hodgson

El’entendimiento’ hacia el que Tony trata de guiarnos en este notable libro que posiblemente (todavía) se adelanta a su tiempo «combina la visión de Gregory Bateson sobre’el patrón que conecta’ con la’matriz’ de Heinz von Foerster que encarna’ y la noción de Varela de cognición enactiva donde ni la representación ni el mecanismo por sí solos explican el conocimiento».

Systemic realityLa realidad sistémica como proceso participativo recurrente (Sharpe)

Tony argumenta que a medida que investigamos la naturaleza de la relación estructura-proceso aún más profundamente, llegamos a ver a la pareja como un dilema: «si nos concentramos totalmente en los sistemas como una propiedad externa del mundo, entonces nos divorciaremos cada vez más de nuestra presencia en sus aplicaciones. Por otro lado, si nos concentramos exclusivamente en la reflexión y el filosofar, nos divorciaremos de la práctica significativa».

La tensión creativa de la polaridad de este dilema podría no ser resoluble, sino que tenemos que aprender a navegarlo sabiamente. Esto nos desafía a practicar la innovación transformadora continua impulsada por la repaternidad participativa. El libro de Tony introduce un enfoque tan dinámico del pensamiento sistémico «que integra la objetividad de los sistemas con la subjetividad del pensamiento» y nos recuerda que «navegar el dilema requiere también la integración del pensamiento futuro». Argumenta que el «valor de un dilema consciente es que crea un espacio generativo continuo. Es una historia en continua evolución».

Tony admite hacia el final del libro que «todavía no tenemos una forma de pensamiento sistémico que abarque plenamente la percepción de las cualidades» y sugiere que su antiguo mentor (J.G. Bennett) ‘General Systematics’ podría seguir siendo el mejor candidato para ser una base sólida para el «pensamiento sistémico cualitativo» que distingue un conjunto de patrones genéricos que conectan «el mundo de los hechos con el mundo de los valores de manera recíproca».

Entre las cualidades fundamentales que J.G. Bennett y sus colegas sugirieron que debemos prestar más atención si queremos participar en un pensamiento sistémico cualitativo y dinámico que nos permita relacionarnos con sistemas como el «despliegue orgánico» se encuentran las siguientes:

  1. «la integridad como unidad en la diversidad y la diversidad en la unidad
  2. complementariedad desde la dependencia mutua de polos opuestos
  3. relaciones que permiten el dinamismo y el cambio
  4. orden que permite un campo de acción
  5. importancia derivada del compromiso recíproco entre el sistema y el contexto
  6. coherencia derivada de la coalescencia de los factores esenciales de sustentación
  7. Manifestación a través de la interacción de la estructura y el proceso.
  8. holismo entrelazando autonomía e integración
  9. transformación a través de la correlación de procesos independientes pero mutuamente relevantes».

Tony sugiere que se está desarrollando un nuevo enfoque del pensamiento sistémico aplicado como práctica reflexiva de futuros que prestará mayor atención a estas cualidades. Este enfoque podría «empezar a reconectar nuestro mundo fragmentado y descompuesto y descubrir vías para la reintegración de los seres humanos en la naturaleza y un mejor entendimiento intercultural». Que así sea!

NOTA: Esta revisión se basa en un manuscrito aún en revisión. Systems Thinking for a Turbulent World: A Search for New Perspectives de Anthony Hodgson será publicado por Routledge (muy probablemente) a finales de este año.]

Lecturas adicionales de Anthony Hodgson:

  • Hacia una ontología del momento actual, Anthony Hodgson, en On The Horizon Vol x (2013) Emerald Publications
  • A Transdiciplinary World Model, Anthony Hodgson, en Systems Research and Behavioural Science, Vol (2012) John Wiley
  • Una imagen de integridad global; Los parámetros de una sociedad global iluminada, Anthony Hodgson, en Network Review Spring 2011
  • Ver en Múltiples Horizontes: Connecting Futures to Strategies, Andrew Curry y Anthony Hodgson, The Journal of Futures Studies Volumen 13 Número 1 (2008)
  • Apreciando el futuro, Anthony Hodgson, en – Scenarios for SuccessEditors Bill Sharpe y Kees van der Heijden (2007) John Wiley
  • Ready for Anything: Designing Resilience for a Transforming World, Anthony Hodgson, (2011) Triarchy Press, Reino Unido

 

Dr. Anthony HodgsonDr. Anthony Hodgson (Fuente de la imagen)

Fuente: https://medium.com/activate-the-future/qualitative-systems-thinking-as-a-reflexive-futures-practice-b61d51881c8c

Traducción realizada www.DeepL.com/Translator por Lucio Mauricio Henao V Junio 6 2019

Este estratega militar de EE.UU. quiere usar los sueños para predecir el futuro.

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El futurista líder, John L. Petersen, del Instituto Arlington de los Estados Unidos, comparte sus estrategias para navegar por un mundo en movimiento.

Por Vanessa Gu 29 MAYO 2019   https://govinsider.asia/

Durante siglos los oráculos han utilizado los sueños para predecir el futuro. El personaje bíblico José interpretó los sueños del rey egipcio y evitó una hambruna. En la antigua Roma, la esposa de César soñaba con su cuerpo ensangrentado el día de su asesinato.

Estos escenarios pueden parecer folclóricos, pero John L. Petersen, un eminente futurista que fundó el centro de estudios del Instituto Arlington en Washington DC, dice que los sueños pueden ser utilizados por los funcionarios públicos para crear estrategias. Esto es especialmente relevante en un mundo volátil y cambiante, donde «nada en el pasado te da una buena tendencia o una buena indicación de lo que podría venir», afirma.

Petersen ha trabajado con el Colegio Nacional de Guerra de los Estados Unidos y también ayudó a Singapur a desarrollar el primer sistema de superordenador nacional de “escaneo de horizontes” del mundo. Habló con GovInsider sobre la importancia de usar formas no convencionales para ayudar a los funcionarios públicos a esperar lo inesperado.

Soñando con futuros

¿Pueden los sueños predecir el futuro? Aunque nadie puede entenderlo del todo, Petersen dice que «la gente muy dispersa comienza a tener sueños dramáticos y precognitivos antes de los próximos eventos de gran magnitud». Cree que si los sueños pueden ser recogidos y analizados de manera significativa, puede ayudar a identificar y preparar estos escenarios.

Los ataques a la Torre Gemela del 11 de septiembre en los Estados Unidos conmocionaron al mundo. Sin que la mayoría lo supiera, Petersen dijo que un soñador que trabajaba con Scotland Yard había notificado a la embajada estadounidense en Londres dos semanas antes del ataque. Después de los ataques, tuvo acceso a 300 estudios de caso de personas que tenían sueños muy vívidos e inusuales hasta seis meses antes del ataque.

Explica que «la tecnología avanzada [puede ser usada] para analizarlos y agruparlos, y luego ordenarlos visualmente de tal manera que puedan predecir los próximos eventos». Si se recoge durante un largo período de tiempo, Petersen cree que puede convertirse en «un sistema de predicción preciso y basado en la multitud».

Dice que vivimos en un tiempo sin precedentes en el que «no sólo podemos entender lo que está sucediendo, sino que también estamos posicionados para dar forma al futuro». En lugar de planificar unos pocos escenarios, Petersen dice que las herramientas disponibles hoy en día amplían la posibilidad de identificar posibles «comodines»: eventos de baja probabilidad y alto impacto que sorprenden a la mayoría de la gente.

Evolución para la revolución

El cambio va a ser impulsado cada vez más por pequeños grupos de elites, dice Petersen, y el gobierno debe adaptarse. El futurista cree que las tendencias globales «van a empoderar a un pequeño sector de la humanidad para que evolucione hacia un nivel más alto de conciencia, operación, sensibilidad y sofisticación».

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«Un pequeño sector de la humanidad [evolucionará] hacia un nivel superior de conciencia»

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Sin embargo, estos grupos no van a estar en posiciones tradicionales de autoridad, y emergerán en los bolsillos de todo el mundo. Van a «encontrar una nueva forma de operar», dice. Desde #MeToo hasta el ascenso de la activista climática de 16 años Greta Thunberg, los medios sociales han permitido a los individuos afirmar rápidamente su poder sobre el gobierno y crear movimientos poderosos.

Petersen cree que lo mejor que puede hacer el sector público es ser «sensible a todo tipo de fuentes de todo tipo de lugares». Se trata de estar preparado para un cambio rápido y de supervisar las señales sociales subyacentes.

Las grandes perturbaciones que se avecinan

Hay cuatro tendencias principales que crean un cambio masivo, advierte: el cambio climático, la inteligencia artificial, los avances científicos y la erosión de la confianza en las instituciones. Esto cambiará fundamentalmente la forma en que entendemos la realidad y, por lo tanto, la forma en que vivimos, dice Petersen.

Los seres vivos están intrincadamente ligados al medio ambiente, y cualquier cambio en él puede alterar «las emociones, la biología y las interacciones sociales», según Petersen. El cambio climático podría poner fin a las suposiciones comunes sobre los alimentos, la disponibilidad de energía y nuestras estructuras sociales básicas.

Mientras tanto, la tecnología está cambiando la naturaleza del trabajo, a medida que los trabajos de manufactura son asumidos gradualmente por la robótica. La Inteligencia Artificial amenaza con volverse más capaz que los humanos, y puede «duplicarse millones de veces», dice Petersen. Esto plantea interrogantes sobre la existencia humana como la especie dominante en el planeta.

Los tecnólogos están empujando las fronteras para encontrar soluciones en un mundo en el que los recursos están disminuyendo y los efectos del cambio climático son cada vez más pronunciados. Si bien estas fuerzas podrían conducir a «nuevas capacidades» para bien, también podrían descubrir avances científicos que tal vez no estemos preparados para abordar, como la vida extraterrestre y la manipulación del tiempo y el espacio.

La confianza en establecimientos centenarios también se está erosionando a medida que grupos de personas se desencantan cada vez más por una estructura de liderazgo de arriba hacia abajo. Los problemas de la Unión Europea y de la Iglesia Católica son signos de esta desconfianza. A medida que las noticias falsas desdibujan la línea entre la verdad y la mentira, los gobiernos van a tener cada vez más dificultades para mantener la confianza.

Diseñado para responder, no para predecir

Para anticiparse a estas tendencias, es necesario descentralizar a los gobiernos para que puedan tomar decisiones rápidamente y aumentar su apetito por los riesgos. En lugar de tratar de predecir con precisión el futuro, dice Petersen, el sector público necesita esperar sorpresas en cada momento.

Esto requerirá que las personas del nivel más bajo del gobierno tengan un interés en dar forma al futuro. «El primer tipo que ve el problema puede generar un tipo de respuesta significativa porque está capacitado para hacerlo», explica Petersen. Para que eso suceda, se necesita una cultura abierta de compartir y comunicar objetivos claros.

«Hay que estar dispuesto a asumir riesgos», agrega Petersen, tratando de hacer más y aprendiendo de los fracasos. Dice que esto requerirá un cambio fundamental en «la visión central, la estructura y el metabolismo de un gobierno». En un mundo donde hay múltiples partes móviles, la única manera de adaptarse es no dejarse sorprender por las sorpresas.

En otras palabras, los funcionarios deben soñar en grande, compartir el poder y esperar lo inesperado. Si ignoran los oráculos y los finos mechones del futuro, entonces, como César, se enfrentarán a sus propios idus de marzo.

Fuente original en inglés: https://govinsider.asia/connected-gov/exclusive-this-us-military-strategist-wants-to-use-dreams-to-predict-the-future/

Traducción Lucio Henao Proseres

EXTENDER EL PRESENTE ES DECIDIR EL FUTURO

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Escrito por Pedro Enríquez de Salamanca (Furby)

Apr 2 2019

“THERE IS NO FUTURE” SEX PISTOLS

Lo gritaban los Sex Pistols y tenían razón. El futuro no existe. Nos pongamos como nos pongamos nadie lo ha predicho con exactitud, quizás lo ha imaginado con más o menos certidumbre pero nunca han acertado en términos de tiempo, suceso o resultado. El futuro no existe y sin embargo cuánto nos preocupa. Cuán importante se ha vuelto en las últimas decenas de años, donde los adivinos, astrólogos, magos y alquimistas han sido sustituidos por las ciencias económicas, políticas e informáticas de la mano de su cuerpo de élite en forma de futuristas, visionarios, estrategas, ingenieros, tecnólogos, consultores y asesores… influencers todos. Como en Wander.

Y tiene sentido esta obsesión generalizada desde la empresa si atendemos a la realidad hiperbólica que nos toca vivir. Porque son muchos los factores que empujan a los tomadores de decisión a construir un “salvavidas” predictivo y evitar la autodestrucción de su negocio. Varios son los factores intensos y reales que nos empujan a la paranoia y estresan nuestra neurosis natural por anticipar problemas, como por ejemplo estos tres:

EL CAMBIO PERMANENTE

La revolución permanente que auspiciaban los trotskistas se ha sustituido por el cambio constante empujado por el avance tecnológico y el modelo de innovación como turbo-motor de negocio. Estar al tanto de nuestro presente precisa de un esfuerzo colosal, y una mentalidad angustiada por estar siempre en modo beta (Always-beta). Permanecer siempre atentos para dar con esa oportunidad, idea, señal o dato que permita anticipar con éxito ha provocado una seria desconexión con la realidad en pausa. Vivir y tomar tranquilas nuestras decisiones empieza a ser una entelequia porque los cambios son tan seguidos que siempre hay decisiones que tomar. Sólo hay que comprobar como los medios por sectores y las redes profesionales, que se han multiplicado y se seguirán multiplicando, amplifican la neurosis predictiva con baterías constantes de noticias transcendentes para el futuro inmediato, informes de tendencias en progreso o artículos con 10 datos imprescindibles para evitar el colapso. La obsesión por no ser los últimos, por evitar el fracaso, por sobrevivir… todo es pura paranoia.

El miedo por la autodestrucción, la famosa incertidumbre, se amplifica pensando en que será también mediatizada.

LA ACELERACIÓN ABSURDA

El proceso de cambio permanente se ha visto acelerado en las últimas décadas con la entrada en juego de los ingenieros de la información y el sector cuaternario. La Inteligencia Artificial y su desarrollo como herramienta de control y análisis ha evolucionado hasta convertirse en un arma eficaz de predicción estratégica y aprendizaje de patrones para mitigar el vértigo exponencial en la toma de decisiones. Lo ha acelerado todo a lo bestia. La IA en su formato cuántico promete vivir en el futuro para que la dichosa decisión se pueda realizar en tiempo real y con la tranquilidad de estar auspiciada por el dato (como vemos que empieza ya a ocurrir en territorios financieros y bursátiles).

Recuerda aquel momento en el que una entusiasmada viajera del Siglo XIX relataba la extraña, intimidante pero liberadora sensación de velocidad. Algo totalmente nuevo que estaba viviendo en un tren a vapor a 40 kms hora. Dos siglos después la velocidad sí empieza a ser inhumana.

SIEMPRE PÚBLICOS

El entorno social y la exposición pública se han extendido. La necesidad del “ser” precisa cada vez más de la exigencia por “estar”. Tanto para empresas y marcas como para individuos. El estilo de vida se ha convertido en una obsesión identitaria que gestiona nuevos status y nos autocensura. Una palanca de posicionamiento público que ya no está limitada al potencial de consumo y la notoriedad material: ese coche de gran cilindrada, el gran chalet con piscina en la zona de moda o las vacaciones de lujo exótico. Esta “verdad”está siendo completada con la exigencia de un nuevo status asociado al comportamiento saludable, autocontrolado, sostenible y siempre conectado al rendimiento físico y el compromiso con nosotros mismos, nuestro negocio y los clientes: demostrar que no nos vamos a autodestruir. El auto-control y el ultra-esfuerzo se convierten en extraños placeres de una sociedad encantada con la notoriedad ejemplificadora. Sin embargo en la era del “corpore sano”… nadie parece comprender que el paso necesario anterior es la “mens sana”, y que ambos conceptos no funcionan de manera equitativa se pongan como se pongan los gurús del futuro feliz, por insulso.

Pensar que no podamos cumplir con nuestras expectativas públicas como individuo o marca nos lanza dentro del oráculo de Delfos buscando consejos que eviten el descalabro, el descrédito o la desaparición social (¡Incluso la muerte!). El miedo por la autodestrucción, la famosa incertidumbre, se amplifica además pensando en que será también mediatizada.

EL FUTURO ES UNA HERRAMIENTA CONTRA LA AUTODESTRUCCIÓN

En el fondo estos tres factores construyen el contexto de un ejecutivo constreñido en tiempo real y sobrepasado por el temor al colapso. A la autodestrucción. A la autodestrucción no sólo laboral o empresarial, también a la autodestrucción personal, emocional, familiar, social, nacional o mundial. Con este panorama obsesivo-compulsivo anti-fracaso es necesario entender la transición cultural que vivimos desde hace décadas desde un modelo basado en la gestión de la escasez, con su indicador en forma de consumo, hacia la gestión de la autodestrucción a través de los niveles de incertidumbre.

Por lo que se ve, tomar decisiones nunca fue tan difícil y el futuro tan “necesario”.

De ahí la transcendencia del futuro y sobre todo del dato, de su información, de los ingenieros y máquinas que los computan y tratan, de los resultados racionales propios de la matemática. Porque la energía del data y su tratamiento parecen diseñar entornos posibles de futuro, menos inhóspitos y satisfactorios en términos de decisión.

Pero… ¡Cuidado! porque en la mente del mismo ejecutivo queda el alivio de pensar que como la máquina no se equivoca su decisión va a ser correcta… Claro, luego si las cosas no son como predijimos gracias a la máquina le echaremos la culpa a la falta de calidad en el dato o lo inesperado de un acontecimiento social o la falta de sensibilidad de la tecnología… la culpa no será nuestra ni suya pero ya da igual… la destrucción será inevitable. Pues qué miedo…

EL FUTURO SE CONSTRUYE DESDE EL PRESENTE

“Si anticipamos el problema diseñaremos la solución”, la obsesión es sencilla pero ineficaz… porque volvemos al principio: el futuro no existe.

Sin embargo sí podemos deambular en la incertidumbre desde el presente y proyectar propósitos que ayudarán en la decisión que se tome en su futuro. Especular con los futuros también forma ya parte necesaria de la investigación y conceptualización… Pero futuros tratados como herramientas para proyectar, para imaginar, para sentir, para imaginar hacia adelante… para gestionar los diferentes niveles de incertidumbre que existen en nuestro presente hiperbólico.

Así que cuidado, el futuro no es un propósito en sí mismo. Porque el futuro no existe y no debemos engañar a nadie… es inhóspito y no ofrece seguridad ni abrigo o protección, sólo un descanso mental transitorio hasta el siguiente informe y necesidad de predicción. Por eso no debemos hablar tanto de futuros y sí de transiciones o presentes extendidos… de ayudar a tomar mejores decisiones, anticipar realidades estratégicas, innovar desde lo táctico o posicionarse a través de una identidad original y diferente para dar respuesta al entorno neurótico acelerado, cambiante y público al que nos enfrentamos.

Ayudar a ser parte activa para extender el presente y alcanzar el futuro deseado. Practicar la “Hyperstition”.

Pedro Enriquez de Salamanca (Furby)

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Explorador en Wander de Soulsight www.wander.es

Fuente: https://soulsight-thoughts.com/es-el-futuro-tan-necesario-167d51414a3c?mc_cid=b2ee2cc37b&mc_eid=98ff408d39

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¿Se acerca el invierno para blockchain?

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Blockchain – Nuevas tecnologías

POR PABLO RODRÍGUEZ CANFRANC

 Blockchain actualmente es sinónimo de innovación y de estar a la última. En los últimos años ha abandonado los laboratorios y ha permeado en el mundo de la empresa, en los medios de comunicación generalistas y hasta en los discursos políticos. Hay profetas tecnológicos que auguran que traerá consigo una revolución equivalente a la llegada de internet. Otros se muestran más cautos y hablan de una burbuja de expectativas en torno a esta tecnología, que estaría a punto de estallar. Blockchain puede entrar en un largo invierno de entre cinco y diez años hasta ser capaz de demostrar su idoneidad y rentabilidad.

 

Blockchain, cadena de bloques, es uno de los términos techie más de moda de los últimos años. A pesar de ser un concepto intuitivamente difícil de entender, está muy presente en los discursos mediáticos y en las agendas políticas, y se ha convertido en sinónimo de modernidad y de vanguardia tecnológica.

Algunos profetizan que llega para cambiarlo todo, como hizo internet en su día, y que, más allá de su aplicación en el campo financiero, pondrá cabeza abajo todos y cada uno de los sectores de actividad. Los usos previstos se suceden de forma vertiginosa: blockchain en la educación, en la administración pública, en la logística, en las cadenas de suministro, en la gestión de los derechos de autor, en el periodismo… Aparentemente nada queda fuera de su alcance.

Las expectativas que despierta esta tecnología son proporcionales a las inversiones que recibe: de acuerdo con McKinsey, en 2017 el capital riesgo dedicado a startups con productos o servicios blockchain ascendió a 1 000 millones de dólares. Por su parte, IBM ha gastado más de 200 millones de dólares en el desarrollo de aplicaciones de internet de las cosas (IoT) basadas en cadenas de bloques, y el sector financiero dirige anualmente hasta 1 700 millones a la experimentación en este campo.

Y, sin embargo, hay quien defiende que en la actualidad existe una burbuja de expectativas en torno a las cadenas de bloques que puede reventar en cualquier momento. Este punto de vista denuncia, entre otras cosas, la falta de iniciativas a gran escala basadas en esta tecnología que realmente pongan en evidencia su utilidad e importancia global. También se alega que todavía no aporta soluciones a problemas reales y que carece de propuestas sólidas de negocio. Finalmente, una barrera adicional a su difusión está relacionada con que técnicamente está muy verde aún.

Hoy en día, el valor práctico de blockchain se reduce a grandes rasgos a tres aspectos. El primero, la creación de aplicaciones de nicho para casos de uso en los que está tecnología encaja a la perfección, principalmente, los que implican el uso de información para determinar la propiedad o la trazabilidad de algo.

Por otra parte, las cadenas de bloques sirven mejor a aquellos sectores de actividad que ya están estratégicamente orientados a la modernización. Aquí se convierte en una herramienta para digitalizar y simplificar procesos existentes. Un ejemplo podría ser el comercio internacional.

Finalmente, numerosas empresas se aferran a proyectos sobre blockchain como una forma de impulsar su imagen innovadora ante clientes e inversores, a menudo sin la intención real de crear aplicaciones comerciales.
Parece ser que hay bastante incertidumbre en torno a las cadenas de bloques. Podría no haber llegado todavía el momento de florecimiento de esta tecnología, aunque también cabe la posibilidad de que estemos llamando blockchain a lo que no lo es, dado que es un término atractivo de moda que “vende” innovación y modernidad.

No es blockchain todo lo que reluce

Antes de analizar el estado del arte de la cuestión, habría que aclarar qué es exactamente blockchain. Las cadenas de bloques son una tecnología de libro de registro digital descentralizado, lo que en inglés se conoce como Distributed Ledger Technology(DLT).

Un DLT es una base de datos que no está centralizada y que es gestionada por varios de los usuarios del sistema. Dentro de este tipo de sistemas está blockchain, que es un tipo de DLT con características propias, en concreto, que los registros van en unos bloques que forman una cadena. Cada bloque se cierra con un hash o código de seguridad que abre además el siguiente bloque.

Existen diversos tipos de libros descentralizados en función de su naturalezas y grado de apertura. El Foro Económico Mundial identifica tres distintos:

  • Sistemas compartidos privados bajo permiso. Se trata de aquellos a los que solamente tiene acceso una lista cerrada de personas con potestad para leer o escribir en el sistema. Pueden tener uno o varios propietarios.
  • Sistemas compartidos públicos bajo permiso. En este caso, aunque el acceso es restringido, todas las transacciones que tienen lugar en el sistema deben ser públicas, es decir, cualquiera las pueda consultar.
  • Sistemas compartidos públicos de acceso libre. Es el sistema en el que se basan las criptomonedas como Bitcoin y el que generalmente se asocia con el término blockchain, y parte de que cualquiera puede acceder a él libremente con derecho a escribir y a leer todas las transacciones que allí se producen. No tiene un solo dueño, puesto que cada miembro posee una copia completa del libro de registro.

Un reciente informe de Forrester, citado por la revista Fortune, habla del uso excesivo del término blockchain por parte de las empresas, como fenómeno de moda que es. De hecho, muchas de ellas empaquetan servicios ya existentes bajo esa categoría, intentando parecer más innovadoras. El estudio alerta de que “las redes que están operativas o en desarrollo varían notablemente, y, frecuentemente, carecen de características que para muchos son componentes esenciales de blockchain”.

Las predicciones de Forrester también avisan de la llegada de un posible “invierno blockchain”, a pesar de que se siga invirtiendo e investigando en esta tecnología.

Se acerca el invierno

El efecto transformador de blockchain en la economía puede no estar tan cerca como lo venden los profetas más optimistas. La hiperinflación de expectativas sobre esta tecnología pasa por alto que todavía quedan muchos temas que resolver, principalmente relacionados con la escalabilidad de las soluciones desarrolladas, la interoperabilidad con distintos sistemas, y el marco regulatorio, que no suele mantener el paso rápido de la innovación, pero que debe establecer una legislación específica en torno a este fenómeno.

Frente a estos factores, que podríamos denominar institucionales y de oferta, también desde la perspectiva de la demanda el florecimiento de esta tecnología requiere crear aplicaciones de las cadenas de bloques que solucionen necesidades reales de mercado y que impliquen una rentabilidad económica.

La Organización Mundial del Comercio, basándose en la famosa curva de Gartner, que establece el periodo de maduración de una tecnología, retrasa al menos diez años la llegada de un blockchain realmente extendido a todos los ámbitos y económicamente rentable.

Fuente: Ganne, E. (2018) “Can Blockchain revolutionize international trade?” World Trade Organization.

Como muestra la gráfica anterior, estamos en una época de “exuberancia irracional” en la que abundan los proyectos piloto con blockchain y las pruebas de concepto, pero que arroja muy pocos casos de éxito. A partir de 2022 este modelo predice la llegada de grandes inversiones a largo plazo en esta tecnología y la sucesión de experiencias exitosas. Pero no será hasta después de 2027 en que veremos crecer con vigor el valor de negocio de las cadenas de bloques.

La fatiga de blockchain

En una reciente nota de prensa, la consultora Gartner habla de la “fatiga de blockchain” aplicada a la cadena de suministro. Se trata de una innovación que ya se han planteado grandes empresas, como, por ejemplo, Carrefour.

Para 2023, el 90% de las iniciativas emprendidas en este campo corren el riesgo de quedar estancadas. Alex Pradhan, analista de Gartner atribuye esta fatiga a factores como la propia falta de madurez de esta tecnología o la falta de estándares, pero también al hecho de que no se comprende bien cómo mejorar la cadena de suministro con blockchain, lo que a menudo lleva a concebir iniciativas demasiado ambiciosas.

Pero esta fatiga de las cadenas, que presumiblemente retrasará sobremanera su adopción en la logística, también está presente en el resto de los sectores objeto de asumir las cadenas de bloques. La curva de Gartner relativa a blockchain lo retrata muy gráficamente.

La mayoría de las aplicaciones no llegarán hasta la rentabilidad, aquí denominada meseta de la productividad, hasta dentro de cinco o diez años, y alguna –entre las que se encuentra el uso en cadenas de suministro- más de diez. La mayoría de aplicaciones de blockchain está ascendiendo hacia el pico de las expectativas infladas, mientras que ya hay unas cuantas cayendo en la “sima de la desilusión”, en concreto, las criptodivisas y el blockchain como servicio fintech.

La consultora McKinsey, por su parte, califica blockchain como una tecnología que está en su infancia y que actualmente no puede ir más allá de la fase inicial de lanzamiento y creación de prototipos, dentro de su curva de crecimiento. Por ahora no parece claro que vaya a pasar en breve a la siguiente, en la que la demanda comienza a crecer, el mercado se expande y la tecnología efectivamente despega.

Los servicios financieros arrastraron el blockchain inicial entre 2012 y 2015, tras la popularidad que adquirieron las criptomonedas y, en concreto, Bitcoin. Las perspectivas de aplicaciones relacionadas con las finanzas, el comercio y la contratación, atrajeron cuantiosas inversiones, que fueron a parar a startups y a consorcios, con el objeto de impulsar la investigación y la innovación en este campo.

Las posibilidades de las cadenas de bloque se extendieron a otros sectores, como los seguros, la administración pública o las cadenas de suministro, entre muchos otros. Aunque a finales de 2016 las expectativas en torno a esta tecnología eran muy prometedoras, un año más tarde comenzaron a surgir dudas sobre su grado de madurez e incluso sobre si es la solución idónea para las necesidades de las empresas.

El caso es que han sido invertidos miles de millones de dólares en investigación y desarrollo de las cadenas de bloques, pero son escasos los casos de éxito desde el punto de vista del negocio y de la rentabilidad económica.

Es bueno que reviente la burbuja

La inflación de expectativas sobre el blockchain ha llegado hasta tal punto que, en los seminarios y encuentros sobre el tema, parece que los ponentes están pidiendo perdón por lo que esta tecnología no ha sido capaz de conseguir. Así lo comenta por lo menos James Ovenden, redactor del medio digital Innovation Enterprise.

También reflexiona este experto sobre por qué es positivo que estalle la burbuja de expectativas que existe actualmente sobre las cadenas de bloques, y por qué no es tan malo que lleguemos a un periodo de cierta decepción sobre el particular.

En primer lugar, porque permitirá a los desarrolladores concebir soluciones reales a problemas reales, sin la presión que le impone la moda a la empresa de ser innovadora y de hacer gala de la tecnología más vanguardista, sin tomar en consideración su posible utilidad y rentabilidad. La verdadera difusión llegará cuando se multipliquen los casos exitosos de uso.

Asociado a lo anterior, cuando acabe la especulación sobre blockchain y empecemos a ver aplicaciones de negocio reales, las autoridades podrán elaborar una legislación adecuada. Hasta ahora, la evolución tecnológica es mucho más rápido que la capacidad de legislar. En el caso de las cadenas de bloques, al no existir demasiados casos prácticos de uso comercial, resulta extremadamente complejo establecer un acervo normativo al respecto.

De confiar en las personas a hacerlo en la tecnología

La confianza es un elemento indispensable en el funcionamiento de la economía y de la sociedad. Bruce Schneier, en su libro Liars and Outlier, identifica cuatro categorías de confianza. Las dos primeras, sobre todo aplicables en comunidades pequeñas, son la moral y la reputación de las personas. Después vendría la seguridad institucional, cuyas normas y leyes obligan a los miembros de la sociedad a cumplir sus compromisos con sus conciudadanos, y, finalmente, los sistemas de seguridad, que pueden ir desde un cerrojo o una verja, hasta una auditoría de cuentas.

El problema es que blockchain traslada la confianza en las personas e instituciones a la tecnología. De acuerdo con su forma de funcionar, ya no importa quién está al otro lado de la red y lo fiable que pueda ser; tampoco hace falta un control centralizado de las transacciones que se realicen en el sistema, ni una regulación del mismo. La filosofía que rige en las cadenas de bloques hace que solamente debamos confiar en la criptografía, los protocolos, el software, los ordenadores y la red.

Pero, como apunta Schneier, a veces es peor confiar en la tecnología que confiar en las personas:

“Si tu monedero de bitcóin es hackeado, pierdes todo tu dinero. Si te olvidas de las credenciales de acceso, pierdes todo tu dinero. Si hay un fallo en el código de tu contrato inteligente, pierdes todo tu dinero. Si alguien consigue hackear la seguridad de blockchain, pierdes todo tu dinero”.

¿Qué es mejor? ¿Confiar en un sistema legal humano -como hemos hecho toda la vida- o en un código informático que ni entendemos ni podemos auditar?

¿Son las cadenas de bloques la solución idónea?

Dejando de lado la necesidad de parecer innovadoras y techies, las empresas deben evaluar seriamente hasta qué punto las cadenas de bloques pueden resultar adecuadas para satisfacer sus necesidades.

La Organización Mundial del Comercio establece un razonamiento interesante en este sentido, que permite saber si blockchain es realmente la solución requerida para solventar un problema.

En primer lugar, debemos preguntarnos si nuestra necesidad de negocio se soluciona quitando de en medio a los intermediarios, bien porque acelere los procesos, bien porque abarate los costes de producción o distribución. En caso afirmativo, blockchain puede ser una opción deseable.

Otro punto importante es que blockchain funciona mejor cuando se basa en activos “nativos digitales”, es decir, unidades de valor o de cuenta perfectamente representables en formato digital. Resulta fácil en este entorno manejar tokens o criptomonedas, pero es más complejo hacerlo con la gestión de bienes físicos.

Blockchain crea registros inmutables, pero, ¿es eso deseable en el caso de todos los activos que queramos gestionar con dicha tecnología? En las ocasiones en las que el poder eliminar información es un asunto crítico (por ejemplo, porque resulte redundante o poder quedar obsoleta), blockchain no es la mejor opción tecnológica.

Por otro lado, si un activo digital requiere de distintas fuentes para garantizar su fiabilidad en cada momento, a lo mejor almacenarlo en la cadena de bloques no es la solución óptima. Algo similar ocurre cuando en un determinado proyecto existe la necesidad de contar con intermediarios o terceras personas que validen o supervisen las transacciones, por ejemplo, para garantizar que cumplen aspectos legales. Un caso podrían ser los sectores estrictamente regulados, cuya operativa está sometida a un control férreo por parte de las autoridades o de auditores externos.

El tiempo es otro factor decisivo a la hora de elegir tecnología. Un proceso de negocio que requiere cerrar transacciones en milisegundos no puede ser soportado por las blockchains actuales que emplean entre dos y diez minutos en procesar la información. No obstante, el acelerado ritmo de innovación actual permite predecir que esta velocidad mejorará pronto.

En principio, la Organización Mundial del Comercio en su informe desaconseja utilizar tecnología de libro de registro digital descentralizado para almacenar información no relacionada con transacciones, porque guardar allí datos privados puede entrar en conflicto con la legislación vigente sobre protección de la información y, más en concreto, con el Reglamento General de Protección de Datos europeo.

Blockchain es una opción adecuada cuando los distintos miembros de la red registran transacciones en la misma, si no es así, probablemente otra solución tecnológica resulte más idónea. Igualmente, si las partes que intervienen se conocen entre sí y confían unos en otros tampoco parece necesario recurrir a las cadenas de bloques.

Entonces, ¿cuándo hace falta blockchain?

A grandes rasgos, se puede resumir que el caso de uso ideal de blockchain será aquel que presente las siguientes necesidades:

  • Un repositorio de información compartido entre todas las partes implicadas.
  • Más de una de las partes genera transacciones que requieren modificar los registros compartidos.
  • No existe una confianza mutua entre los miembros de la red que realizan las transacciones.
  • Existen uno o varios mediadores en el sistema que garantizan la confianza en el mismo.
  • La dependencia o interacción entre transacciones es generada por las distintas entidades participantes.

Bibliografía

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BBVA (2018) “¿Cuál es la diferencia entre una DLT y ‘blockchain’?” Disponible en: https://www.bbva.com/es/diferencia-dlt-blockchain/

Ganne, E. (2018) “Can Blockchain revolutionize international trade?” World Trade Organization.

Gartner (2019) “Gartner Predicts 90% of Blockchain-Based Supply Chain Initiatives Will Suffer ‘Blockchain Fatigue’ by 2023”. Disponible en: https://www.gartner.com/en/newsroom/press-releases/2019-05-07-gartner-predicts-90–of-blockchain-based-supply-chain

Higginson, M., Nadeau, M. y Rajgopal, K. (2019) “Blockchain’s Occam problem”. McKinsey and Company. Disponible en:  https://www.mckinsey.com/industries/financial-services/our-insights/blockchains-occam-problem

Ovenden, J. (2018) “Why Blockchain Hype Must End. It is an amazing technology, but over-the-top marketing claims could kill it” en Innovation Enterprise. Disponible en: https://channels.theinnovationenterprise.com/articles/why-blockchain-hype-must-end

Pemberton Levy, H. (2018) “The Reality of Blockchain” en Smarter with Gartner. Disponible en: https://www.gartner.com/smarterwithgartner/the-reality-of-blockchain/

Roberts, J. (2018) “Time to Ditch the Word ‘Blockchain’, Report Says” en Fortune. Disponible en: http://fortune.com/2018/11/07/blockchain-vs-dlt/

Schneier, B. (2019) “There’s No Good Reason to Trust Blockchain Technology” en Wired. Disponible en: https://channels.theinnovationenterprise.com/articles/why-blockchain-hype-must-end

World Economic Forum (2018) “White Paper. Blockchain Beyond the Hype. A Practical Framework for Business Leaders”. Disponible en: http://www3.weforum.org/docs/48423_Whether_Blockchain_WP.pdf

Can Elephants Fly?

Comments off

Journal of Futures Studies

https://jfsdigital.org/2019/04/29/can-elephants-fly/

WHO WE ARE

Public Domain Pictures.net

Can Elephants Fly?

BY ADMIN ON APRIL 29, 2019BLOGRUSSELL CLEMENS

by Russell Clemens

“Any useful idea about the future should appear to be ridiculous” (Dator, 1995).

Is exploring the futures of elephants through a comparative metaphorical analysis of how elephants have been historically and civilizationally constructed ridiculous?

Flying elephants emerged as a futures research concept during a guided meditation session conducted by Sohail Inayatullah at a three-day workshop following the 4th APFN conference inBangkok. Seeing chained temple elephants in India and Sri Lanka, I was seeking a way to help the Asian elephant: individually and as a species at risk. In this narrative process, I first cast the human mind as an elephant in chains probed by six blind men (five senses plus one, kinetic) as in the classic Indian fable.

Six Blind Men (in Black) ‘observing’ an elephant within a 2nd Order Cybernetic paradigm[i] (Source: Original illustration by Hans Moller, Public Domain.)

Vola! A flying elephant emerged at the conclusion of the guided meditation. This was the solution to the issue of my narrative and that of framing the future. Initially underwhelmed with my right-brain’s creativity, I soon saw potential as useful metaphor for touching something we all grapple with as individuals and as futurists. Later, at Bangkok’s international airport I inspected the splendid rendition of Churning of the Milk Ocean from Hindu philosophy and how vertical-lateral-circular can be combined.

Indeed, the Asian elephant spanned back to cosmic beginnings and world creation myths. No dull, boring, lifeless western science ‘big bang beginning ’universe of particle physics seeking endless sub-particles into the quantum worlds of hypothetical imaginations as far down as research funds will permit. Rather, as ecological turtles all the way down in a dramatic creational cosmic ‘milkshake’ outlined in the Hindu Bhagavata PuranaMahabharata and Vishnu Purana.[ii] Ok, but whence the future for elephants within a world of 10-billion humans?

The “western” rational mind requires an end-scenario to escape the endless recurrences of circular Eastern mythologies. Perhaps an ‘undramatic’ artificial intelligence (AI) singularity soft-fade into end of history scenario as Neo-Neanderthals within a new galactic adventure of Kardashev scale dimensions? Or, maybe more ecologically, a quietly melding into Karl Schroeder’s future where advanced technology is indistinguishable from nature in slow-growing cultures integrated within their natural environments? But how best to proceed with Flying Pachyderm research? It’s a long thin ‘logic’ line from chained ulcerated bleeding feet in dung at the local Hindu/Buddhist temple to the lofty realms of divine flying vehicles for the gods and artificially recreated hyper identities such as Ganesha.

 

In the East – the gods and cosmos

Elephants play an important role in both Hindu and Buddhist religions.Ganesh, the Hindu elephant-headed god, is revered as the remover of obstacles and the Hindu god, Indra (an equivalent of the Greek godZeus) rides a white elephant, Airavata, one of the nine navaratnas or gems churned out of the milk ocean (Krishna2010).[iii]

A classic image. Indra on his elephant mount, Airavata painted in South India. (Source: Indra, Parjanya)

Airavata – King of Elephants as ‘Naga-malla’, meaning “the fighting elephant” (Source: Hindu Blog)

Airavata /Erawan depicted with three heads at the Erawan Museum in Thailand (Source: Wikimedia Commons)

The Buddha often spoke about elephants and used their image and characteristics as powerful metaphors (see Buddhism) and a white elephant in his mother’s dreaming signaled his conception.

“The Dream of the White Elephant” (Source: image by Kryštof Krejča, Prague Zoo)

Elephants are represented at the dawn of creation myths and have been used traditionally in warfare and heavy industry until the introduction of large modern machinery, and religious/cultural ceremony. And yet, as Sangita Iyer, activist and filmmaker of Gods in Shackles notes: no religious texts justify torturing elephants in temples although owners can exploit elephants for up to $US 10,000 per cultural festival.[iv]

 

In the West – the trial and the trail

In the West elephants usually represent domains of difficulty; psychological taboos (Simler & Hanson, 2018[v] large expensive unwanted “white elephant” things; and futures “gaps” (Bussey 2014, 2009).[vi] “Seeing the elephant”in 19th century America was a popular expression for a been there done that sentiment with a sense that perhaps it was not really worth the effort (Rea, 1969and Shindler, 1998). It often referred to harsh experiences in the Mexican–American War; the Texan Santa Fe Expedition; the American Civil War; the 1849 Gold Rush; and the Westward Expansion Trails – e.g., the Oregon Trail, California Trail, and Mormon Trail (Mathews 1951). See the New York Times (1861).

 

While “seeing the elephant” largely disappeared as a popular phrase during the 20th century, with the rise in American prosperity, it will be interesting to see if the phrase returns in the future as net benefits of empire decline during the 21st century. Already, in addition to the “elephant in the room” and “elephant in the brain”, we now find “seeing the elephant” applied to human-elephant relations (Scigliano, 2006) and understanding globalization (Marber, 2009).

 

Raw untested recruits yet to encounter serious action were said to have come to Shiloh to “see the elephant.”Eventually the elephant came to represent the Republican party in early American politics and third term panic prior to the later ratification of the 22nd Amendment in 1951 which limited re-election to two terms.

Six blind and elephant

Philosophically the Six Blind Men and the Elephant fable represents as relativism and tolerance against exclusive religious claims or absolute truth, while theologically the fable looks to something bigger beyond normal human comprehension.[vii]The elephant can also be applied to children’s education as part of exercises in seeing the bigger picture (Gail Ellis).

 

 In feminism – the ‘forgotten’

For feminists, the little-known elephant-headed goddess, Vināyakī, can represent the sidelining of the feminine. Ancient texts place Vināyakī within the sixty-four yoginis or the Matrika goddesses and the Devi Purana includes Vinayaki as the ninth Matrika (after Mahalakshmi or Yogeshvari). Generally,only seven Matrikas are depicted although nine Matrikas became popular in eastern India.[viii]Sri Lankan folk lore superstitions consider seven a lucky number while nine is held a very inauspicious number – perhaps reinforcing identity from mainland eastern India, or as a reaction to British colonial rule which left the island nation with nine provinces.  Schismogenesis, anyone?

Two renditions of Ganesani-Vinayaki (a)Porcelain image (Source:Vicki Scotti); (b) Book cover (Agrawala,1978)

(a) Ganeshani – Black Stone – Circa 10th Century CE; (b) Modern dynamic rendition and You Tube chant (Source: (a)Indian Museum– Kolkata; (b) Chant Central. Vinayaki Jaap Mantra 108 Repetitions)

 

In the Great Games – hubris and nemesis

George Orwell (1949), who shot an elephant in (then) British Burma (Orwell 1950), defined the Great Games of empire in his classic dystopian futures novel, Nineteen Eighty-Four, within which, coincidentally, his warring “disputed area” between the three supra-national blocks of Oceania, Eurasia and Eastasia) maps very closely to traditional Asian elephant habitats.[ix]

The elephant thus not only has mythological significance but its earthly plight is geo-politically relevant as an indicator of unresolved international dispute.

 

In small villages and farmer’s fields – anger and fear

Today, fewer than 40,000 Asian elephants exist (Choudhury et. al., 2008). Twenty percent of the world’s human population live in human-elephant conflict (HEC) zones (Jadhav &Barua, 2012,). Annually, in India approximately 400 people and 100 elephants die (through retribution) and HEC impacts approximately 500,000 families (Rangarajan et. al., 2010). Elephant related agricultural crop-loss in India of  about 1-million ha./year with between 10-15,000 houses destroyed (Rangarajanet. al.2010) and (Banerjee 2018). Indian states are affected disproportionately but on average, farming families may lose about 15% of their annual produce (Madhusudan, 2003). Much of this problem is attributed to the “absence of a science based approach to resolving the problem” (Desai & Riddle, 2015).

In Sri Lanka the tragedy of the common ground between humans and elephants is emblematic of the wider regional situation. Sri Lanka supported nearly 20,000 elephants, a 100 years ago while today it has dropped to about 5,000: “[The elephants are] angry with us. They know that we are taking their land, and they know that we’re shooting them”(Bruno, 2015).

 

In a future – withAsian elephants

A Zimbabwean farmer’s sense of balance between aesthetics and pragmatics portends the future: “When we have plenty to eat, elephants are beautiful; when we are hungry, elephants are meat” (Redmond 1996, p. 371).Clearly a full stomach is connected with non-HEC– i.e., economic prosperity at the pyramid base.Twenty-first century Asia’s paradoxical conundrum is how to achieve economic prosperity while retaining natural viable habitat for wild elephant – they rarely breed in captivity. Where can they go? Other than Asian elephant extinction scenarios, or lower Asian population trends, alternatives may include relocating viable Asian elephant herds – e.g., to Australian wilderness which has a proven past record for animal import policies such as rabbit, fox, camel, horse, buffalo, poisonous toads, and of course, humans. Climate change will not only create human refugees, but elephant refugees as well.

 

In new times – with new metaphors

Perhaps the way to save the Asian elephant is create excitement amongst the youth. If we do not, then seeing “the elephants” for children in the late 21st century maybe little more than just an App. The challenge is to discover integrating meta-patterns and ecologically sustainable visions for the many disparate elephant metaphors. In this we all stand as the six blind men and women feeling our way forward – transforming our imaginations like Deng Xiaoping’s China: “crossing the river by feeling the stones” (Vogal2001). Hopefully our crossing the 21st century future Anthropocene is not by feeling the extinct elephant’s bones instead! Indeed, elephants can fly, with a little help from our imaginations. The futures “gap” question is: Where to in the Anthropocene 1.0?

 

About the Author:

Russell Clemens was born in the last days of 1955 and is now described by the young as ‘old’. He is now in retirement and capitalizing on a lifetime of variety largely spent (and sometimes misspent) at the closing edges of the 20th- and the dawn of the 21st-centuries by commencing a PhD programme in Futures Studies at the University of the Sunshine Coast (USC), Queensland. The topic is related to the futures of the elephant — primarily in Asia. He can be contacted by email at: russell.clemens@research.usc.edu.au.

 

References

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  • Vogal, E. (2011). Deng Xiaoping and the Transformation of China. Cambridge, Massachusetts: Belknap Press.
  • Endnotes
  • [i]Modified according to the principles of including the “Observer” in 2nd Order cybernetics, and somewhat encapsulated within fields like Ethnoelephantology. See https://ethnoelephantology.wordpress.com and http://www.envirosociety.org/wp-content/uploads/2017/09/s6_ares040106.pdf (Accessed 19 April 2019)
  • [ii]https://en.wikipedia.org/wiki/Samudra_manthan(Accessed 19 April 2019)
  • [iii]Airavata means fine elephant and comes from the word Iravator ‘produced from water’ and is one of eight male gardianelephants (paired with eight female elephants) of the eight cardinal points of the sky.Airavata represents rain (clouds) and the East.(Krishna 2010)
  • [iv]Sangita Iyer, Facebook, (March 31, 9:49 PM)https://www.facebook.com/sangita.voiceforasianelephants(Accessed 19 April 2019)
  • [v]“Elephant in the room, n. An important issue that people are reluctant to acknowledge or address; a social taboo. Elephant in the brain, n. An important but unacknowledged feature of how our minds work; an introspective taboo.” (Simler& Hanson 2018, p.1).
  • [vi]“Sometimes characterized as the ‘elephant in the room’, futures gaps refer to elements of a group culture that have for whatever reason be edited out, suppressed, disowned or ‘forgotten’.”(Bussey 2014, p. 10). Also see Bussey (2009) referring to Fukuyama (2007).
  • [vii]https://www.allaboutphilosophy.org/blind-men-and-the-elephant.htm(Accessed 19 April 2019)
  • [viii]Many variations of Vinayaki’s name are feminine versions of the elephant god Ganesh resulting in her being assumed as the shakti (“feminine form”) of Ganesha. However, the Jain and Buddhist traditions often portray Vinayaki, not as one of Ganesha’s Shakti’s or consorts, but as an independent goddess. See https://www.ancient-origins.net/history/goddess-or-demon-hidden-history-vinayaki-mysterious-elephant-headed-woman-hindu-myth-009057 (Accessed 26 April 2019)
  • [ix]George Orwell (1949) in “1984” describes a dismal future when most of the world population have become victims of perpetual war, omnipresent government surveillance and media propaganda.Orwell’s arch protagonist (Emmanuel Goldstein) and his “Theory and Practice of Oligarchical Collectivism” sees the three “opposing” ideologies as functionally identical and each superstate being powerful enough that even shifting alliances (of two against one) only results in a continuing stalemate dynamic. Are we there yet?